Pilar Garrido, jefa de Servicio de Oncología en el Hospital Ramón y Cajal, aún formará parte, durante dos años más, de la Junta Directiva de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) como past president. Y su objetivo continuará siendo dar visibilidad a una realidad aún muy presente en la actualidad: la brecha de género en la Sanidad española.

Pregunta. ¿Cuáles son los retos que se marca Facme para 2023?

Respuesta. En los últimos años, Facme ha crecido mucho en visibilidad y en que el trabajo que estuviera haciéndose llegara donde queríamos que llegara, por lo que los objetivos de 2023 van alineados en consolidar esto. Son objetivos que tiene que definir más la nueva Junta Directiva, pero el presidente Javier Alegría ya expresó que aspectos de la formación relacionados con la recertificación van a estar sí o sí en la agenda, o el acceso a fármacos. Además, Cristina Avendaño, que ha sido elegida futura presidenta, tiene una trayectoria muy sólida en esos aspectos y, por tanto, reforzará el papel de Facme. La Junta actual también ha mostrado su compromiso de continuar con el proyecto WOMEDS. Y, por otro lado, se trabajará en el día a día, donde debemos tener flexibilidad para reorientar prioridades si es necesario y atender las demandas del sistema sanitario, los pacientes o nuestros compañeros.

Pilar Garrido.

P. ¿Cuál es el papel de Facme en la lucha por alcanzar la igualdad de género en los puestos directivos de la profesión médica?

R. Facme es una organización transversal, por lo que se nutre de la confianza y el compromiso de las sociedades científicas que la componen. El compromiso de Facme es hacer pública la información y que eso sirva para que cada sociedad, individualmente, se plantee que, si no tiene medidas, debería tenerlas. Es decir, compartir medidas de buenas prácticas, pero desde Facme no podemos proponer una medida concreta. Nuestra labor es comunicar, compartir e impulsar que esto esté en la agenda de todas las sociedades. Esto es un compromiso de Facme y del grupo WOMEDS, que, para la próxima edición, tendremos que pedir los mismos datos del año pasado y, seguramente, alguno más.

P. Precisamente, los datos del estudio WOMEDS no están del todo completos porque hay comunidades que no han aportado datos o lo han hecho, pero no están desagregados. ¿Cómo se podría impulsar el compromiso de facilitar la información necesaria?

R. Es cierto que cuando coleccionas los datos por primera vez, no los tienes completos. Si la iniciativa es buena y lo planteas por segunda vez, quizás se sumen más. Veremos si es así cuando pidamos una segunda oleada. No hemos compartido demasiados datos porque estamos pendientes de que se publique el paper, porque queremos hacer un documento científico para tener una fuente a la que acceder. Lo que prepararemos este año es la carta de invitación a las comunidades para que sean conscientes del valor añadido de compartir los datos desagregados y esperamos tener más éxito. También hablamos con el Ministerio, la responsable de Mujer y Ciencia, Zulema Altamirano, o con Raquel Yotti cuando era directora del ISCIII, y están muy comprometidos. De hecho, estos datos van a poder enriquecer el documento ‘Científicas en cifras’ en su nueva edición.

“Los datos del estudio WOMEDS van a poder enriquecer la nueva edición de ‘Científicas en cifras'”

P. ¿Qué otros objetivos se marcan para la próxima edición de WOMEDS?

Santiago de Quiroga, Pilar Garrido y Mónica Gail.

R. Un ámbito que no tocamos y queremos hacerlo este año es el relacionado con la industria farmacéutica, con quiénes son los investigadores principales que tenemos de los proyectos del ISCIII y de los ensayos clínicos, si son hombres y mujeres, quién los decide… Es decir, si llega un ensayo clínico a España y se va a hacer en cinco centros, ¿quién decide en esos centros si el investigador principal es un médico asistencial varón o mujer? En definitiva, coger datos de perspectiva de género es muy ambicioso y tiene muchas vertientes. Nuestro objetivo es mantener lo que tenemos y enriquecerlo un poco más.

P. Y hacer visible esta situación…

R. Exacto. Que todo el mundo sea consciente de que hay una brecha de género todavía. Esto está reconocido internacionalmente, pero para buscar soluciones, lo primero es tener datos fiables. Sabemos que hay una brecha de género en medicina que, además, es diferente según la especialidad, pero me gustaría profundizar en lo que hay detrás de eso. Me gustaría tener una foto de cada una de las especialidades, de cada una de las comunidades autónomas, de cada una de las universidades… Y WOMEDS, lo que tiene de innovador respecto a otros es que no es la visión de una sola especialidad. Eso es lo bonito de este proyecto, que es muy 360.

“Sabemos que hay una brecha de género en medicina, diferente según la especialidad, pero me gustaría profundizar en lo que hay detrás de eso”

P. ¿Cómo impulsar el liderazgo femenino en la profesión médica?

R. No hay que perder talento y es fundamental visualizar el talento que ya hay. Lo referente al impulso de políticas es a nivel de comunidades y ministerios, y el ámbito de la mujer es transversal: está igualdad, ciencia y sanidad. Por tanto, espero un compromiso de los tres ministerios para impulsar políticas, pero el aterrizaje está en las comunidades autónomas. Hay muchos actores. Nosotros desde Facme podemos demostrar fehacientemente que estos son los datos y pedir que las Administraciones impulsen las medidas necesarias. No se puede legislar de espaldas a la profesión. Es necesario escuchar a la profesión y, para eso, está el Foro de la Profesión.

“Desde Facme podemos demostrar los datos y pedir a las Administraciones que impulsen medidas; no se puede legislar de espaldas a la profesión”

P. ¿Cómo es la situación actual en oncología?

R. Creo que la oncología, tanto a nivel nacional como internacional, tiene claramente una mirada de género, que quiere decir simplemente que no se escapen mujeres del radar porque no hayan tenido una oportunidad de visibilidad, y muchas veces hay que darles esa primera oportunidad.

P. ¿Existe un déficit de especialistas teniendo en cuenta el rumbo que está tomando la enfermedad y el aumento de pacientes oncológicos?

R. Eso seguro. El cáncer es la primera causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres. Y se espera que con el envejecimiento de la población cada vez haya más pacientes oncológicos. Lo que ha cambiado en los últimos años es que antes no era tan infrecuente que un diagnóstico de cáncer fuera asociado a un mal pronóstico y ahora eso no es así. En los próximos años habrá cada vez más necesidad de oncólogos porque vamos a tener más pacientes y porque los largos supervivientes a veces arrastran algunas secuelas o problemas que también requieren la visión del oncólogo. Por tanto, sí creo que debe aumentar el número de especialistas. 

P. ¿Cómo motivar a las jóvenes oncólogas?

R. Estamos viviendo épocas difíciles, con una complejidad para los contratos… Vemos todos los días las dificultades del sistema y es complicado motivar e incentivar la ilusión de las nuevas generaciones, tanto hombres y mujeres. Pero en el caso de las mujeres, creo que es importante que tengan modelos, mujeres en posiciones de liderazgo, y puedan decir: ‘Si quiero, yo también puedo’.


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