Las cartas están sobre la mesa. Los profesionales de medicina y enfermería ya han elegido la especialidad en la que se formarán en los próximos años y, por tanto, una parte muy importante de su trayectoria profesional. Y este proceso de selección deja pocas sorpresas respecto a ediciones anteriores.
En medicina, los aspirantes MIR han agotado las plazas de Dermatología y Cirugía Estética en primer y segundo lugar respectivamente. En la otra cara de la moneda, la convocatoria ha dejado más de 200 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria sin cubrir, y tanto Medicina Preventiva y Salud Pública como Medicina del Trabajo agotaron plazas en la ‘repesca’ extraordinaria que impulsó el Ministerio de Sanidad para tratar de cubrir en un mayor porcentaje el resto de especialidades.
Tampoco las elecciones de enfermería han variado mucho respecto a años anteriores. La especialidad de Ginecológico-Obstetra, conocida comúnmente como ‘matrona’, sigue siendo la estrella y la que antes ha cubierto todas sus plazas. Sí que hay una tendencia contraria a la de la medicina, puesto que la Enfermería Familiar y Comunitaria ha cubierto todas sus plazas, y en este caso es la Geriatría la última en cerrarlas.
En ambos casos, las sociedades científicas y colegios profesionales, como recogen estas páginas, las causas identificadas son similares. Las condiciones laborales de los médicos de atención primaria y la excesiva carga de trabajo, están entre los frenos para decantarse por esta especialidad; en el caso de la enfermería, aunque también haya problemas como que esta especialidad no cuenta con categoría profesional reconocida en todas las comunidades autónomas, las funciones a desempeñar siguen impulsando la motivación de los profesionales de la enfermería en este área. Es la geriatría la que menos interés genera dentro de la profesión enfermera actualmente; como indica Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería (CGE), esto puede deberse a que los especialistas en este campo no pueden ejercer labores como la dirección de residencias de mayores.
Pero, las especialidades consideradas menos atractivas en el MIR y EIR en las últimas ediciones tienen un denominador común: son esenciales en un contexto de envejecimiento de la población. Con cada vez más personas de edad avanzada, es necesario contar con profesionales formados en esta área para dar respuesta a los retos que vayan surgiendo. Por ello, los decisores han de hallar fórmulas y mejorar las condiciones laborales para revertir la situación y ámbitos susciten el interés de los nuevos profesionales que se incorporen al sistema sanitario.
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