El aumento progresivo de la prevalencia de las enfermedades hepáticas, y su incidencia cada vez más temprana, necesitaba una respuesta por parte de la sociedad científica, fruto de ello nace el Plan Nacional de Salud Hepática: Reto 2032. En éste se prioriza la prevención y la detección precoz para el abordaje de estas patologías y más aún ante el aumento de la obesidad y el consumo de alcohol

Este documento recoge un total de quince objetivos estratégicos, clasificados en tres grandes áreas de actuación: prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento. En este sentido, la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), destaca que el establecimiento de estos desafíos permiten definir una estrategia integral destinada a abordar de manera holística las enfermedades hepáticas y mejorar su gestión en el ámbito nacional con la visión puesta en el 2032. Para ello, la AEEH ha definido hasta 80 líneas de acción específicas priorizadas por los grupos expertos de cada patología hepática, derivando en un total de 56 líneas de acción que compondrán el Plan Nacional de Salud Hepática.

En esta línea, se ha desarrollado la presentación del plan que ha contado con la presencia de Manuel Romero, presidente de la AEEH; Rocío Aller, secretaria de la AEEH; José Luis Calleja, jefe del Serivicio de Gastroenteorología y H. U. Puerta de Hierro; Javier Crespo, Jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y Eva Pérez Bech, presidenta de Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH), quienes han destacado la importancia de invertir en medidas de prevención y en la eliminación del estigma que existe en torno a la enfermedad hepática.

Atención integral

El presidente de la AEEH ha sido el encargado de inaugurar la presentación subrayando la importancia del abordaje multidisciplinar y la atención integral, ya que estas patologías están caracterizadas por una gran transversalidad, por lo que “es fundamental una actuación multidisciplinar para elevar las probabilidades de éxito en el abordaje y así contrarrestar el incremento constante que están experimentando estas enfermedades, así como la morbimortalidad que van asociadas a las mismas”. Además, ha añadido que este plan “tiene la intención de en influir en los políticos, para poder trasladarlo a la sociedad y tener un impacto real en el manejo de la enfermedad y protocolizar el abordaje de estas enfermedades”.

Manuel Romero, presidente de la AEEH

Por su parte, Javier Crespo ha destacado la importancia de la concienciación social sobre estas patologías y el enorme impacto que tiene las medidas de prevención en la evolución de la enfermedad y en la eliminación del estigma que existe en torno a estas patologías. “Es crucial invertir en medidas de concienciación social para poder luchar contra el estigma que orbita en torno a las enfermedades hepáticas”, ha aseverado Crespo. Asimismo, el especialista ha destacado el impacto que tiene la vacunación y, de hecho, lo ejemplifica con el caso de la hepatitis C en España, que está casi erradicada. “Por ello, es clave crear medidas que fomenten la universalización de las vacunas”.

En este sentido, la secretaria de la AEEH, ha recalcado que para la consecución de estos desafíos es trascendental la inversión en la educación sanitaria para que se conozca correctamente el impacto que tiene las medidas de prevención. De hecho, en los últimos años el aumento de la incidencia de la obesidad en la sociedad y el consumo de alcohol cada vez más temprano, hace fundamental la educación sanitaria en la sociedad desde el colegio. Por ello, la especialista apuesta por la implementación de hábitos de vida saludable, la homogeneización de unidades multidisciplinares y la personalización de los tratamientos. “Prevenir es invertir en salud y en calidad de vida”, ha aseverado Aller.

Romero ha remarcado la importancia de la concienciación de la transversalidad de estas enfermedades, tanto por parte de los propios especialistas, como de los políticos. Con motivo de ello, el presidente apuesta por la creación de un grupo de trabajo para sentar las bases de esta nueva “cultura”. “Es importante que los políticos vean y comprendan lo positivo que es invertir en salud, y el gran impacto que tiene el abordaje de la enfermedad más allá de la hepatología”, ha declarado.

Impacto

Por otro lado, se ha hecho hincapié en el impacto que tienes ciertas enfermedades como el hígado graso, la enfermedad hepática alcohólica o el cáncer hepático, en el sistema nacional de salud. El hígado graso afecta a diez millones de personas en España y es uno de los principales factores de riesgo para padecer una enfermedad más grave. No obstante, es una enfermedad reversible si se detecta en etapas iniciales. Por ello, la implementación de una dieta equilibrada, como puede ser la mediterránea, es trascendental en el manejo de la enfermedad, ya que, actualmente, no existe un tratamiento farmacológico aceptado.

Manuel Romero, presidente de la AEEH

La enfermedad hepática alcohólica es otra de las patologías que preocupan a los especialistas debido al escaso avance en la adicción y en el tratamiento que se ha hecho al respecto, puesto que se utiliza la Prednisona desde los años 60. En este sentido, Calleja ha enfatizado la importancia de las campañas de concienciación para poder erradicar creencias erróneas ligadas al consumo de alcohol. Además, los especialistas han reivindicado la costo-efectividad de “invertir por delante” ya sea en investigación con cribados o en prevención con campañas de sensibilización. El Plan abarca desde la base hasta las enfermedades raras, tiene un eje transversal muy grande, y es que las enfermedades hepáticas se pueden prevenir con una modificación en el estilo de vida.

Por último, han concluido ensalzando la irrupción de la medicina de precisión y de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, para poder realizar un diagnóstico precoz más eficiente. De manera, que los pacientes puedan acceder lo antes posible a las innovaciones terapéuticas. Por ello, los especialistas han recalcado la trascendencia de una fuerte inversión en los próximos 10 años para evitar el incremento de la morbimortalidad de estas enfermedades. “Hay que conseguir que las leyes regulen los aspectos beneficiosos para que en 2032 la prevalencia y la incidencia de estas patologías no sigan aumentando. Si no, será un grave problema para el sistema nacional de salud y no podrá abarcar las enormes necesidades que dejarán las enfermedades hepáticas”, ha concluido Romero.


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