Más de 30.000 aspirantes a las plazas de Formación Sanitaria Especializada se enfrentaron el sábado 20 de enero a sus respectivos exámenes MIR, EIR, FIR, PIR, QIR, BIR y RFIR. El grupo más numeroso, el de los estudiantes de Medicina, con 13.990 aspirantes a las 8.772 plazas que oferta el Ministerio de Sanidad, tuvo ante sí una prueba “continuista”, mientras que los 9.010 aspirantes de Enfermería, que optan a 2.108 plazas, afrontaron el examen “más complicado de los últimos años”, según las primeras valoraciones de las academias.

Tras el análisis de las preguntas, los cursos han compartido sus respectivas impresiones de lo que han sido los exámenes MIR y EIR. Para la academia CTO, una de las más elegidas por los alumnos, la dificultad del examen MIR fue “media-alta” y “algo más difícil que el de la convocatoria anterior de 2023”. En cualquier caso, el director del claustro de profesores ha concretado que, a grandes rasgos, la prueba ha sido “continuista, con pequeñas variaciones en la dificultad de las preguntas de algunas asignaturas como Digestivo o Intensivo, y con un aumento de preguntas en asignaturas como Dermatología o Cirugía General”.

Por su parte, desde MIR Asturias, otro de los más prestigiosos cursos de preparación del MIR, han catalogado el examen de “asequible”, con un nivel de dificultad “parecido al del año pasado”. Sin embargo, su director general, Alberto García Herrero, ha precisado a Gaceta Médica que “hay que seguir obteniendo resultados” para comprobar si realmente se ajusta a las primeras impresiones, al tiempo que ha calmado a sus alumnos: “Hay que tener en cuenta que hay mucho sesgo. Cuando te enfrentas a algo desconocido, siempre te resultará más difícil”.

En cuanto a la composición del examen, desde CTO han visto “pequeñas variaciones” en la estructuración de las preguntas de las especialidades. “La principal diferencia es que los bloques de especialidades médicas, como pueden ser Neurología, Cardiología, Neumología, Nefrología, Traumatología o Reumatología, son algo más extensos que los de 2023”, ha subrayado Fernando de Teresa, director académico de la academia, quien ha aclarado que, por otra parte, “se ha reducido la extensión de los bloques que vienen después, al final del examen, como Bioética”.

Según el desglose realizado por CTO, las asignaturas más preguntadas han sido Cardiología, con 16, Cirugía General (14), Ginecología (12), Neurología (11) y Traumatología (11). Aunque en comparación con ediciones pasadas, tal y como ha señalado García Herrero, de MIR Asturias, “ha destacado Geriatría, con ocho preguntas cuando habitualmente solía haber dos o tres; o Dermatología, que también ha tenido muchas preguntas”.

Pregunta polémica

Otra de las asignaturas más preguntadas ha sido Psiquiatría, con diez, según el calculo de CTO. Una de ellas, en concreto, ha provocado reacciones de todo tipo puesto que “responsabiliza a los médicos de los problemas del Sistema Nacional de Salud”. Esa ha sido la valoración de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que ha mostrado su malestar ante la “desafortunada pregunta” del examen MIR que, según han considerado, supone una “lamentable falta de respeto hacia los profesionales”.

La mencionada pregunta presenta una cuestión sobre la orientación diagnóstica de un caso concreto: “Médico de 50 años que con frecuencia acumula retraso de 2 horas en la consulta, creando algún conflicto, aunque es el que tiene menor cupo de pacientes. Empieza su jornada laboral antes de la hora para planificar y adelantar su trabajo, pero siempre es el último en salir. Explica: ‘no soporto dejar algo a medias, soy muy perfeccionista, tengo muchas cosas que hacer además de las visitas (burocracia, papeleos) y no tengo tiempo para nada más. No sé cómo lo hacen mis compañeros que tienen familia, aficiones… Yo no tengo tiempo ni para ir al gimnasio. Los fines de semana me quedo en casa, descansando. No tengo vida social’. A la exploración se aprecia una preocupación por los detalles, el orden y las normas, una incapacidad para discernir lo que es urgente y prioritario de lo que no lo es, una conducta inflexible y una incapacidad para delegar”.

Ante esto, SEMERGEN ha emitido un comunicado en el que lamenta esta “desafortunada” situación. “Es intolerable responsabilizar al médico de la gran carga que sufre tanto a nivel burocrático como en la consulta. Actualmente la Atención Primaria sufre una profunda crisis y desde SEMERGEN llevamos años denunciando la falta de inversión, la menor dotación de recursos humanos, la precariedad laboral y la excesiva burocracia que soportan los médicos de familia. Preguntas como esta, en el propio examen MIR, desincentivan que las nuevas generaciones quieran dedicarse a la medicina familiar y lo que consiguen es generar un gran malestar en la profesión”, ha criticado la sociedad.

Examen EIR

En cuanto al examen EIR, las academias han destacado su alta dificultad. “El aumento de dificultad ha sido notorio sobre todo en asignaturas como Obstetricia, Farmacología o Fundamentos”, ha explicado la coordinadora del EIR de CTO, Thais Valle. Además de un cambio de tendencia en su dificultad, el equipo docente de la academia también ha destacado variaciones en la composición del examen, con un aumento de preguntas de Fundamentos, mientras que Salud Pública se lleva la palma, siendo la asignatura más preguntada.

La academia PlanEIR, por su parte, ha confirmado la preocupación de los alumnos: “Ha sido el examen más complicado de los últimos años”. Según han expuesto tras el análisis de su plataforma de corrección, con más de 2.100 exámenes introducidos, las notas “serán bajitas”. Tanto es así que desde la academia han adelantado que “la mayor parte de opositores están suspensos”, es decir, no alcanzan lo que sería un 5 en un examen sobre 10. En concreto, solo nueve personas habrían aprobado el examen según los resultados provisionales con la corrección de PlanEIR. “Es posible que sean los resultados más bajos en la historia EIR”, han lamentado.


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