Por esa razón, algunas compañías han comenzado a fabricar sus vacunas aún no aprobadas, a riesgo de perder la producción.

CEPI (Coalición para la Innovación y Preparación en Pandemias), la OMS y GAVI (Alianza para la Vacunación), se han unido para afrontar el gran reto de conocer y responder a la fabricación y suministro de las vacunas contra la Covid-19 en el mundo. La foto realizada el pasado Junio, aunque puede cambiar, indica que sólo el 20% de la población podrá ser vacunada hasta fin de 2021.

El resto del acceso a la vacuna

Sin duda, el principal reto tras la obtención de la vacuna será su producción en masa para que llegue a la mayor parte de la población mundial. CEPI ha llevado a cabo un estudio de la capacidad de producción de la potencial vacuna contra la Covid-19. Antes de la pandemia ya se había evaluado la capacidad de producción para las enfermedades consideradas “prioritarias” por CEPI, y que incluía la “enfermedad X” que ha proporcionado su nuevo candidato: la Covid-19.

El estudio: la capacidad mundial

Toda la capacidad de producción mundial ha sido medida para anticipar las dosis de las que dispondremos.

La necesidad es clara: vacunar de manera masiva a todas las personas en los lugares de más riesgo. Eso exige pensar en términos como nunca antes se ha estudiado: miles de millones de dosis. Pero cada vez son más los lugares de “alto riesgo”, y se distribuyen por todo el planeta.

Se han analizado las capacidades de producción, los potenciales cuellos de botella y cómo producir miles de millones de dosis de vacuna en un periodo de 15 meses. Entre abril y Junio de 2020 se invitó a los productores de todo el mundo a participar en el estudio indicando la capacidad de manufactura de la sustancia activa sin formular (producto inmunogénico) o la vacuna formulada a la dosis necesaria en su acondicionamiento final. Se analizó la capacidad de cada planta para producir entre el 1 de octubre de 2020 y el 31 de diciembre de 2021.

Un reto adicional es cómo conseguir elevadas cantidades de producción de vacuna anti Covid-19 sin afectar a la necesaria producción de otras vacunas importantes, a medida que las vacunas anti-Covid-19 se van autorizando y entran en la fase de producción.

113 plantas de producción en el mundo

En el estudio han participado 113 plantas de producción implantadas en 30 países. El 40% tienen las dos capacidades: fabrican la materia prima o principio inmunogénico con la que luego se fabrica el producto final dosificado (la vacuna a administrar). Por tanto, existe una fuerte dependencia de unas plantas de otras en más de la mitad de las mismas para obtener la vacuna final.

India, Europa y Estados Unidos son por este orden las zonas con más capacidad de producción de la sustancia. Para el producto terminado (vacuna final) encabeza la capacidad de producción China y le sigue Estados Unidos. Europa estaría por detrás de Asia y Oceanía.

La capacidad mundial hasta final de 2021

Se ha establecido que se pueden producir hasta final de 2021 entre 2.000 y 4.000 millones de dosis de vacuna anti-Covid-19. A través del programa COVAX, la OMS, CEPI y GAVI pretenden distribuir 2.000 millones de dosis por el mundo. Esta distribución se realizará de manera equitativa por países, priorizando a los trabajadores sanitarios, y luego expandiendo la vacunación hasta el 20% de la población de cada país. Por esta razón, algunas compañías han comenzado la producción ya, con el riesgo de que la vacuna pueda no ser aprobada.

La decisión de vacunarse: otro problema

Uno de cada cinco americanos se muestra en contra de vacunarse contra la Covid-19.

En Estados Unidos, uno de cada 5 americanos se declara antivacunas y no se van a vacunar. El mismo estudio del pasado mes de mayo identificaba que la mitad de los americanos sí se vacunarían. Si la vacuna contra la Covid-19 en España se administra al 50% de la población y consigue alcanzar un 50% de eficacia salvará muchas vidas. Pero ya sabemos que la vacunación amplia no será posible hasta entrado 2022. Y con las vacunas administradas, el virus seguirá entre la población.

En marzo pasado, la encuesta del Barómetro de Intereses Sanitarios (BIS) indicaba que al 51% de los españoles les habían recomendado que se vacunen. Aunque no se preguntó específicamente por si se vacunarían de la Covid-19, resulta relevante conocer el grado de compromiso con la vacunación de la gripe estacional y de la Covid-19. Puede ser un indicador relevante para la toma de decisiones en salud pública.

¿A cuántos podemos vacunar?

Pero no se trata sólo de vacunar a una proporción de la población, se trata de proteger a los más vulnerables; los enfermos crónicos y los mayores de 65 años. Con la producción estimada mundial hasta finales de 2021, tendremos casi 10 millones de vacunas anti-Covid-19 en España.

Con el grupo de personas vulnerables no es suficiente vacunar al 50% para protegerlos de manera adecuada (incluyendo el efecto rebaño), necesitamos alcanzar el 70-80% de cobertura anti-Covid-19 en la población de riesgo, y las CC.AA. deben llevar a la práctica.

El ministerio de sanidad se ha propuesto vacunar en 2020 de la gripe estacional al 75% de la población de riesgo. Venimos de un 55% en la temporada pasada, nos queda mucho camino por recorrer. Pero esto, junto con la posible eficacia a alcanzar y la conocida protección de rebaño, sólo son hipótesis por demostrar. Nuestra única experiencia previa es la vacuna de la gripe, y con eso estamos comparando cómo sería la vacunación y cuánto protegerá a la población.

Lo que está claro es que hasta 2022 no tendremos la oportunidad de vacunar a más de 10 millones de personas y alcanzar cifras adecuadas para conseguir el efecto rebaño, y deberemos seguir muy pendiente de los brotes y los contagios durante 2023 en adelante.