Al hablar de la mejora del pronóstico en enfermedades oncológicas, el diagnóstico precoz y los tratamientos han revertido las cifras. Pero, si hay un desafío pendiente en el que los especialistas creen que hay que trabajar con urgencia es la prevención.

En determinados tipos de cáncer como el de pulmón, hígado o piel, por mencionar algunos, hay un alto porcentaje de casos evitables; además, aplicar las medidas preventivas que cuentan con alta evidencia científica es relativamente sencillo. Eliminar hábitos como el tabaquismo, el consumo de alcohol o alimentos ultraprocesados, o utilizar una adecuada fotoprotección, tienen un impacto directo en el desarrollo de determinadas neoplasias. Por ello, teniendo en cuenta la relación tan directa entre estas prácticas y el cáncer, urge impulsar campañas o acciones que consigan que este tipo de mensajes siga calando en la sociedad.

Durante estas semanas se han organizado varios foros en los que se ha hablado de cáncer. Uno de ellos, impulsado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), contó con su directora, la oncóloga María Blasco, quien puso de relieve la importancia de reducir las cifras a través de la prevención. También intervino la epidemióloga y directora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) Marina Pollán, quien puso sobre la mesa mucha de la evidencia disponible, por ejemplo, sobre cómo la adherencia a la dieta mediterránea puede contribuir a prevenir el cáncer de mama. En este encuentro también participó Elisabete Weiderpass, directora de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), llamando la atención sobre que la prevención es el arma más eficiente en la lucha contra el cáncer. “La respuesta es la prevención; sin ella, veremos un tsunami de nuevos pacientes por estas enfermedades, con los problemas sociales y económicos que conllevan”, aseveró. También Enriqueta Felip, ya expresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), ha expuesto en el marco de su congreso anual que tiene lugar estos días que más allá de poner el foco en lo que está por llegar, como las nuevas técnicas diagnósticas, terapias innovadoras o el uso de la inteligencia artificial, para mejorar el escenario en oncología, la prevención es una opción de la que ya disponemos y sobre la que hay que insistir.

Con todo esto, queda patente que hay consenso entre investigadores y profesionales relacionados con la oncología. Anticiparse al desarrollo de enfermedades como el cáncer, es posible. Lo respaldan numerosos estudios. Ahora es momento de encontrar la fórmula para que el mensaje cale entre la sociedad.