Presión semanal para salvar los avances del SNS

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Cada día se sienten más fuertes y más apoyados para seguir reivindicando lo que es “de justicia” y evitar así que los avances conseguidos para poder disfrutar de un sistema sanitario universal, gratuito y de calidad, no se tiren por la borda “de un plumazo”. Por ello, los sindicatos sanitarios han acordado, durante su última reunión con el resto de organizaciones que forman parte de la Plataforma Sindical y de Asociaciones Profesionales de Empleadas y Empleados Públicos, la convocatoria de movilizaciones a nivel nacional todos los martes —cada día de la semanal lo hará un sector— durante las próximas semanas, en contra de unos recortes que afectan a su trabajo y a la atención a los ciudadanos.

Ante la “nula” intención por parte del Gobierno central de negociar con ellos propuestas alternativas que reduzcan el gasto sin perjudicar su trabajo, durante este encuentro también han pactado denunciar ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) —y ante otras instituciones europeas y nacionales— la vulneración del convenio de negociación colectiva y pedir una reunión con la actual Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, para instarle a que recurra ante el Tribunal Constitucional el decreto de recortes.

Además, continuarán con las acciones informativas en los centros de trabajo de cada sector para escuchar sus demandas y propuestas al respecto y, tras la concentración celebrada el pasado 12 de septiembre a las puertas del Ministerio de Hacienda en Madrid —a la que existieron unos 500 empleados públicos—, celebrarán otra conjunta el 28 de este mes, coincidiendo con la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año, ya que dan por seguro que estos incluirán nuevos recortes que afectarán a los empleados públicos, lo que, de confirmarse, podría derivar en una convocatoria de huelga general.

Sin embargo, lo que todavía es sólo una amenaza a nivel estatal, hace tiempo que se ha materializado en algunas autonomías como Aragón, donde la plataforma sindical de médicos y enfermeros Cemsatse ha ampliado la convocatoria de paros de día completo de los médicos de hospitales —prevista entre el 24 al 30 de septiembre— a los de atención primaria y a los enfermeros —del 1 al 5 de octubre— aunque ésta se ha reducido a sólo media hora diaria.

Así, las propuestas de ahorro planteadas por el gerente del servicio regional de Salud, Tomás Tenza, en la última mesa sectorial no hicieron posible el acuerdo ya que, según los profesionales, no se han negociado y supondrán una pérdida salarial de un 30 por ciento que se sumará a otros recortes retributivos derivados de la eliminación de las horas extraordinarias o la supresión de complementos específicos. También la “imposición” de unas medidas aprobadas “con nocturnidad” y “sin diálogo” han causado tal malestar en el Sindicato Médico Asturiano (Simpa) que, mientras esperan a que la Administración sanitaria decida quién les recibe —han pedido una reunión con el consejero del ramo, Faustino Blanco, pero ésta ha sido trasladada a la Gerencia del Servicio de Salud del Principado (Sespa)—, continúan con sus asambleas informativas en los centros de trabajo para decidir si convocan una “muy probable “huelga.

Los profesionales están “tremendamente ofendidos” ante lo que consideran una “declaración de guerra” pues, entre otras medidas, la aplicación de las 37,5 horas semanales contempla la eliminación del descanso tras la guardia, cruzando así una “línea roja” que el Simpa está dispuesto a impedir.

Las negociaciones de la aplicación del aumento de jornada tampoco están siendo muy fructíferas en Extremadura, donde los dos colegios y el sindicato de médicos las han dado por “rotas” pese que el servicio regional de salud haya asegurado, tras la última reunión contar con un cuerdo del 99 por ciento. Por el contrario, los facultativos lo han negado informando de que tampoco han llegado a ningún pacto sobre las medidas de sostenibilidad del sistema sanitario autonómico, aunque sí han mostrado su disposición a seguir “acercando posturas”.

La forma en que la consejería andaluza de Salud está imponiendo los nuevos horarios laborales, según 11 modelos diferentes, también ha sido denunciada por el sindicato médico de la comunidad (SMA-CESM), ya que no se han consensuado con los trabajadores y ni siquiera se les ha comunicado por escrito.

Según esta central, el único criterio que está manejando la Junta es el económico, sin tener en cuenta ni la calidad asistencial ni favorecer “en absoluto” la conciliación de la vida familiar y laboral de los trabajadores. Desde el SMA siguen defendiendo como única forma “razonable” de aplicar este aumento de jornada es la media hora diaria, como al resto de funcionarios, de forma “homogénea y equitativa”.