Gaceta Médica Barcelona | martes, 17 de marzo de 2015 h |

La Unidad de Endoscopia y Pruebas Funcionales Digestivas de Hospital Quirón Teknon de Barcelona está empleando el Método Aspire, un tratamiento endoscópico que se basa en que el paciente puede eliminar cerca del 30 por ciento de los alimentos que ha ingerido antes de que las calorías sean absorbidas por el cuerpo. Este sistema solo se había implementado en Europa en países como República Checa y Suecia.

La técnica consiste en la colocación mediante endoscopia de un tubo de silicona en el estómago. Este tubo se conecta con el exterior a través de un puerto de acceso que se sitúa en el abdomen. Desde este puerto de acceso se controla el contenido del estómago de modo que el paciente puede vaciar una parte de este contenido a través del dispositivo conectado al estómago. De este modo, el paciente puede eliminar alrededor del 30 por ciento de los alimentos del estómago antes de que las calorías sean absorbidas por el cuerpo, lo que facilita la pérdida de peso.

La incisión que se realiza en el abdomen para conectar la sonda es de 1 cm. El puerto de acceso que conecta el estómago con el exterior tiene un tamaño de unos 2 cm y se coloca a ras de piel. El proceso de colocación del dispositivo dura aproximadamente unos veinte minutos.

El tratamiento se complementa con un programa de modificación de conducta alimentaria y requiere supervisión médica. Este tratamiento se plantea a largo plazo, de mínimo un año y medio de duración, a pesar de que se trata de una técnica reversible que pude retirarse en cualquier momento. El tratamiento finaliza una vez que se hayan conseguido los resultados de pérdida de peso y el paciente haya interiorizado y consolidado el cambio de hábitos alimenticios necesario para el mantenimiento de un peso saludable.

El sistema sólo permite extraer un 30 por ciento de lo que ingiere el paciente, garantizando así que el organismo recibe las calorías suficientes para la actividad diaria. Se trata de una extracción controlada dado que el paciente no puede extraer más comida que la que el sistema le permita. Adicionalmente incorpora un mecanismo de seguridad, un contador que limita el número de aspiraciones que puede hacer el paciente. De este modo, aproximadamente cada cinco semanas, éste debe ir a revisión médica para que el equipo médico realice un control de su evolución y puedan poner en marcha de nuevo el contador.

Este tratamiento se presenta como una opción eficaz para pacientes con un IMC superior a 40. Se trata de una opción válida para pacientes mórbidos y supermórbidos que renuncien a la intervención quirúrgica así como para aquellos que no pueden ser operados debido a las comorbilidades que presentan. Asimismo está indicado para pacientes con obesidad que se encuentren en lista de espera para otros tipos de intervención, ya que en casos de obesidad grave la pérdida de peso disminuye considerablemente los riesgos operatorios de prácticamente cualquier tipo de intervención.