Un año más, y van cinco en los últimos siete, el Servizo de Atención Primaria da Estrada, de la Xerencia de Xestión Integrada de Santiago de Compostela, se consolida como el mejor centro de atención primaria en los Premios BiC. Este año, además, la noticia de este galardón les llega preparando la mudanza a sus nuevas instalaciones.
Juan José Sánchez Castro, jefe de este Servicio, es ya un “histórico” en los Best in Class. “El arquitecto definía el nuevo centro de salud de A Estrada como intuitivo, funcional, estético y sociable y me parece que sí cumple esas cualidades. Todos sabemos que la calidad tiene dos componentes, la calidad técnica y la calidad percibida. En la percepción influyen mucho los aspectos tangibles, las instalaciones, en ese sentido, las excelentes instalaciones del nuevo centro mejorarán la calidad global de atención percibida por los ciudadanos”, subraya.
La ilusión por el nuevo centro compensa el esfuerzo titánico realizado a lo largo de estos últimos meses de pandemia, que no han hecho mella en su apuesta por la calidad.
Consulta presencial a petición del paciente
“En A Estrada, a diferencia de otros servicios hemos decidido mantener la accesibilidad a la consulta presencial a petición telefónica del paciente sin necesidad de autorización del profesional. Entendíamos que con ello aportábamos equidad y evitábamos lista de espera que siempre la sufren más los más enfermos. Como en otros servicios, nos hemos apoyado muy mucho en la consulta telefónica y la telemedicina, que estaba ahí y tiene, bien desarrollada, potencial adicional, porque es obvio que puede hacer nuestros procesos más eficientes, menos disruptivos y más respetuosos con el medio ambiente, detalla.
Por otra parte, destaca que para ellos “la crisis ha sido una oportunidad para, a través de una cultura inclusiva de colaboración en el ámbito local, hacer del servicio de atención primaria un actor principal en la contención y mitigación de la pandemia”.
En síntesis, “para mantener la calidad asistencial, nos ha ayudado contar con un sistema de salud sólido, un servicio de AP potente, bien dotado, con recursos humanos preparados y una buena conexión y coordinación entre ciudadanía, ayuntamiento, organizaciones comunitarias y la propia atención primaria”, indica.
En cualquier caso, en esta crisis sanitaria, la atención primaria se ha visto en el reto de conjugar, seguridad, accesibilidad y calidad, algo difícil, advierte.
“La crisis ha sido una oportunidad para, a través de una cultura inclusiva de colaboración en el ámbito local, hacer del servicio de atención primaria un actor principal en la contención y mitigación de la pandemia”
Juan José Sánchez Castro
“En A Estrada nos hemos apoyado en protocolos de trabajo colaborativo, adecuando consultas, reordenando flujos y asumiendo nuevas funciones en el seguimiento de pacientes covid- 19, intentando adoptar un papel activo, más central a nivel local en la gestión de la crisis. Contamos para ello, con correctas infraestructuras, unos recursos humanos suficientes y bien formados y trabajo en equipo”, explica el portavoz.
Su experiencia es que los resultados demuestran que, en líneas generales han respondido muy bien y además han aprovechado “para revisar algunas prácticas que aportan poco valor, creando así las condiciones para incorporar nuevas prácticas más coste-efectivas”. En este aspecto, destaca que la consulta telefonica y la telemedicina ha desempeñado un papel importante, “sin por ello olvidar que la atención debe estar centrada en los pacientes y no en las herramientas”.
Trabajo armónico y liderazgo
Después de este esfuerzo añadido, recibir por quinto año el Best in Class es una buena recompensa. “En mi opinión, este premio supone un reconocimiento al liderazgo en el servicio y al trabajo armónico y continuado de todo un equipo de profesionales y nos aporta un caudal de energía adicional para intentar alcanzar las importantes metas que nos marcamos para el futuro”, destaca.
Sánchez admite que repetir como ganador es algo inhabitual en otros premios, “pero los Best in Class son especiales, por utilizar un indicador (ICAP), que dota de objetividad”. “Si a ello le añadimos la continuidad en el tiempo, continúa, los premios BiC tienen dos cualidades: son un buen indicador del trayecto recorrido y a recorrer hacia la excelencia y detectan organizaciones con capacidad de obtener y mantener en el tiempo niveles sobresalientes”, asegura.
Plan de Salud 2020-2024
Dentro de su apuesta por la calidad, el servicio gallego cuenta con un plan estratégico vigente, un Plan de Salud 2020-2024, que ofrece dos dimensiones (una comunitaria y una sanitaria) y una doble agenda (de corto plazo y una de más largo plazo).
“En ese plan, apostamos por una atención primaria, transformada y potenciada para que ofrezca muchos y variados servicios en el mismo momento de la atención para lo que se precisa más profesionales formados en atención familiar y comunitaria, más trabajo multidisciplinar, más tecnología diagnóstica y de comunicación a distancia y más y mejor conexión y coordinación con los servicios hospitalarios y sociales e incluso competencias en salud pública”, subraya.
Según explica el portavoz, el plan se ha visto paralizado en su dimensión comunitaria, y algo ralentizado en su vertiente asistencial.
A día de hoy, el servicio está pilotando un plan de atención a la cronicidad compleja y avanzada, que permita una medicina centrada en la persona prestada por equipos multidisciplinares, liderados por enfermeras especialistas en enfermeria familiar y comunitaria. “En este pilotaje, se potencia la atención domiciliaria, para ello contamos con nuevas herramientas, vehículo propio y sistemas interoperables de diagnóstico en el domicilio conectados con la historia clínica y tabletas para acceso a la historia clínica en movilidad”, detalla.
Además, en el inicio de este nuevo año, coincidiendo con el cambio de centro, tienen previsto impulsar otras líneas clave.
En el área administrativa pretenden evolucionar el área de citación a un área de atención al usuario con competencias en gestión de flujos por motivos de atención lo que es clave, en su opinión, para solucionar la demanda bloqueante.
También pretenden potenciar una línea prioritaria de coordinación con el Servicio de Cardiología de Santiago, un servicio BiC, desarrollando 3 líneas de trabajo. La rehabilitación cardiaca en atención primaria, en la que son pioneros; la ecocardiografía con una e-consulta con Cardiología con ECO incorporada; y el seguimiento compartido de pacientes con insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, cardiopatía isquémica y valvulopatías.
Otra prioridad, añade, será incorporar la fisioterapia respiratoria.
Una vez que se supere la pandemia, Sánchez explica que se pondrá en marcha la agenda comunitaria: “Se iniciará con la creación de estructuras para la participación ciudadana y el mapeo de activos, y posteriormente en las acciones a llevar a cabo basadas en esos activos para empapar poco a poco a los ciudadanos en el aprendizaje de unos comportamientos más saludables y una actitud más resiliente”.
El valor del equipo
En atención primaria, como en el pleno del sistema sanitario, la implicación de los trabajadores ha sido fundamental para sortear en envite de la COVID-19. El responsable de A Estrada explica que en su servicio “los profesionales han mostrado una gran capacidad de resiliencia y de trabajo en equipo basado en liderazgos compartidos”.
En cualquier caso, reconoce que ”la pandemia ha supuesto una prueba de stress para el sistema sanitario y especialmente para la AP, en la medida que ha puesto de manifiesto las carencias de muchos servicios tanto de atención primaria como hospitalaria como de salud pública, porque ya se sabe que cuando las cosas se ponen serias salen a la luz todas las miserias”.
“La pandemia ha supuesto una prueba de stress para el sistema sanitario y especialmente para la AP, en la medida que ha puesto de manifiesto las carencias de muchos servicios tanto de atención primaria como hospitalaria como de salud pública”
Juan José Sánchez Castro
“Por ello, en todas partes los profesionales nos vemos obligados a un doble esfuerzo para dar respuesta a la demanda asistencial, tanto aguda como crónica, tanto derivada de la pandemia como la habitual, hacerlo de forma resolutiva y al mismo tiempo, conservar nuestra propia salud, añade.
¿Una atención primaria en crisis?
La situación sanitaria ha golpeado duro en un nivel asistencial que arrastraba déficits importantes. En cualquier caso, Sánchez Castro remarca que la atención primaria está en crisis, “pero el riesgo para la AP no está en el futuro, el mayor riesgo es no centrarse en el futuro”, advierte.
“Si la AP sólo se centra en lo que está pasando hoy, en la sobrecarga actual, acabará enredada, como hasta ahora, en una maraña de peticiones que no implican un replanteamiento sustancial del modelo actual, sino más inversión para más de lo mismo, más gestión centralizada, más profesionales, más visión corporativa, más fragmentación, más iatrogenia, más pasividad en los pacientes”, advierte
Según su análisis, el sistema sanitario y muy especialmente la atención primaria se enfrenta a complejos retos (sociales, asistenciales, demográficos, epidemiológicos, y tecnológicos…) que no resulta efectivo abordar con esquemas simples. “La complejidad requiere de cambios de gran calado que actúen sobre la centralidad del sistema para lo que se requiere de un Plan Estratégico”, añade.
“Esta crisis puede ser una oportunidad para salir con mayor vínculo entre niveles y más capacidad de cooperación entre profesionales y para sentar las bases de un sistema sanitario más integral, más social y preventivo centrado en la persona y vertebrado por la atención primaria”
Juan José Sánchez Castro
“En Galicia ese plan estratégico ya está definido y apuesta por una visión de atención primaria vertebradora de microsistemas locales de salud. Nosotros, apostamos decididamente por esa visión y hemos sido los primeros en dar los primeros pasos tras presentar el plan local de salud”, insiste.
El portavoz confía en que, a nivel autonómico, “se apueste decididamente por ese cambio que, en el contexto de cronicidad actual, es la mejor garantía para el fortalecimiento del primer nivel asistencial, algo imprescindible para alcanzar la cuádruple meta: mejorar la experiencia del paciente, la satisfacción del profesional, la salud poblacional y hacerlo todo ello de forma coste efectiva”.
En su opinión, “esta crisis puede ser una oportunidad para salir con mayor vínculo entre niveles y más capacidad de cooperación entre profesionales y para sentar las bases de un sistema sanitario más integral, más social y preventivo centrado en la persona y vertebrado por la atención primaria”.
