El Ministerio de Sanidad ha anunciado que el tabaco calentado tendrá el mismo tratamiento que el convencional, lo que supone una buena noticia para la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), ya que considera que debe ser el punto de partida para la aplicación de todo el conjunto de medidas recogidas en el Plan Integral de Control y Prevención del Tabaquismo.

La normativa sobre el tabaco calentado regula determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y sus relacionados; y prohíbe la venta de este producto si contiene aromas. Además, obliga a que en el etiquetado figuren las advertencias de que es perjudicial para la salud.

Si bien estos productos parecen inocuos, según aseguran desde SEPAR en una nota de prensa, estudios independientes demuestran que favorecen a la inflamación de las vías aérea, el estrés oxidativo y el cáncer de pulmón, además de afectar al endotelio vascular aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Por lo tanto, no hay evidencia suficiente para afirmar que los productos de tabaco calentado sean menos nocivos para la salud que los productos de tabaco convencional, ni para aquellas personas que los consumen, ni para aquellas expuestas a sus emisiones.

SEPAR considera esta medida un paso hacia adelante necesario en la prevención del tabaquismo, una enfermedad crónica que en España causa más de 56.000 muertes cada año, más de 1.000 defunciones a la semana.

“Estos productos suponen una amenaza para el control del tabaquismo en el mundo. En primer lugar, el fumador considera que son menos nocivos y dificultan la realización de un intento serio de dejar de fumar y en segundo lugar, porque, su consumo en adolescentes como forma inicial de administración de nicotina, representa una forma de entrada en el tabaco” explica Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del Comité Ejecutivo del Área de Tabaquismo de la SEPAR.

Lucha contra el tabaquismo

Además de las acciones que se contemplan en materia de tabaco calentado, SEPAR continúa defendiendo la implementación de las medidas del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, que implicarían una nueva legislación de control del tabaquismo.

Precisamente, el Ministerio de Sanidad aseguró el pasado mes de diciembre que retomarían la Ley Antitabaco que se había quedado paralizada. “Debemos retomar la única medida que más años y calidad de vida pueden aportar a la sociedad, que es dejar de fumar”, señaló la ministra de Sanidad, Mónica García, en una rueda de prensa, en la que no se desveló si la norma incluirá la prohibición de fumar en terrazas, coches privados o playas, pero sí que pretendía ampliar los espacios sin humo.

Según SEPAR, mediante esta legislación, se conseguirá reducir el número de fumadores diarios. Por consiguiente, se reducirá de forma significativa la mortalidad atribuida al año al tabaquismo en España que es de más de 50.000 muertes al año.

El citado Plan propone la subida de los precios del tabaco, la ampliación de los espacios libres sin humo o el empaquetado genérico, medidas que buscan desnormalizar el consumo de tabaco en la población española.

Con ello, se alcanza el primer objetivo que debe tener una legislación que busque reducir la prevalencia del tabaquismo que es evitar la incorporación de nuevos fumadores.

El segundo objetivo es la protección de los no fumadores. “Una revisión reciente demuestra el riesgo para la salud de la exposición al humo del tabaco en terrazas, especialmente en la población más sensible”, aseguran desde SEPAR.

“Si bien se ha reducido la exposición pasiva, la población sigue desprotegida, con más de 450 muertes durante el 2020 en España en no fumadores atribuibles al tabaquismo pasivo”, afirman. No obstante, según esta sociedad científica, estas medidas “son insuficientes si no van acompañadas de tratamientos para dejar de fumar”.

“Es necesario entender el tabaquismo como enfermedad adictiva y crónica. Por eso el Plan también hace referencia al tratamiento farmacológico y asesoramiento para dejar de fumar, al que menos de 20 por ciento de los fumadores tienen acceso”, aseguran desde SEPAR.

“Las medidas correspondientes a este eje implican la financiación de los tratamientos farmacológicos y la asistencia cualificada al alcance de todos los fumadores por igual en dos niveles asistenciales, básico y especializado”, concluye SEPAR en su nota de prensa.


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