El 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, una patología que se cree que aumente con el paso de los años. De hecho, en 2023, se espera que se diagnostiquen 35.000 casos nuevos y se espera que en 2050 aumenten a más de 50.000. Por ello, GM ha tenido la oportunidad de hablar con Emilio Ríos, jefe de sección de Uro-Oncología del Hospital Universitario La Paz, para ahondar la situación actual y los principales retos en el abordaje del cáncer de próstata.

Pregunta. ¿Cómo definiría el escenario del cáncer de próstata en la actualidad?

Respuesta. Hoy en día, el cáncer de próstata es el tumor que más frecuentemente se diagnostica en los varones en el mundo y en España Además, supone aproximadamente más del 20 por ciento de todos los cánceres que se diagnostican en el varón. Por lo tanto, es un problema de salud muy importante.

P. ¿Cuáles son los principales retos en el abordaje de la patología?

R. El principal reto es la detección precoz del cáncer. Probablemente, no se pueda hacer mucho para disminuir el número de casos, que se están incrementando año a año, pero sí podemos hacer es adelantar el diagnóstico, es decir diagnosticarlos precozmente de manera que podamos ofrecerles un tratamiento con intención curativa, disminuir la mortalidad de esta enfermedad que es el objetivo final.

P. ¿Que importancia tiene la detección precoz y como se lleva a cabo en la actualidad?

R. La detección precoz es la clave en el diagnóstico y en el tratamiento del cáncer de próstata. Si diagnosticamos precozmente a los pacientes podemos ofrecerles la mejor alternativa terapéutica. Para ello, lo hacemos mediante un sencillo análisis, que es la determinación de un marcador, que es el Antígeno fosfático específico (PSA), que es un sencillo análisis de sangre que nos va a permitir seleccionar aquellos pacientes que tengan una mayor sospecha de tener esta enfermedad para proceder con otros estudios para poder diagnosticarlo finalmente. Tiene un impacto total, la detección precoz nos va a permitir conocer que pacientes tienen la enfermedad en una fase que se puede curar. 

P. ¿Cuáles son las necesidades no cubiertas actualmente?

R. La principal es la concienciación de la revisión en el varón. Hay que mentalizar a los varones que necesitan acudir de forma rutinaria para una determinación periódica del PSA, y más aún, a partir de una determinada edad, que son los 50 años y 45 en el caso de que existan antecedentes familiares.

P. ¿Que objetivos hay en el abordaje de la enfermedad?

R. En primer lugar, el diagnóstico precoz; en segundo lugar, seleccionar en función de lo agresivo que sea el tumor y lo avanzado que esté, cual es el mejor tratamiento, si vigilar la enfermedad u ofrecer una terapia con intención curativa ya sea con técnicas de radioterapia o técnicas de cirugía, y en aquellos casos que se diagnostica una enfermedad metastásica, que representan un pequeño porcentaje, darles el mejor tratamiento adaptado a sus necesidades. Ahora mismo, hay combinaciones de terapias basadas en la supresión de hormonas, y nuevas dianas terapéuticas que nos van a ayudar a conseguir un mejor tratamiento de la enfermedad, seleccionando a aquellos pacientes que tengan mutaciones genéticas que de alguna manera les predispongan a tener más frecuentemente esa enfermedad.

P. En 2023 se espera que se diagnostiquen más de 30.000 nuevos casos de este tipo de cáncer, ¿cuáles son las perspectivas de futuro?

R. De alguna manera, estas cifras van a seguir incrementando, además las previsiones del Observatorio de las Asociación Española contra el cáncer sitúan, en el año 2040, más de 50.000 nuevos casos. Ahora mismo estamos en 35.000,  es decir va a seguir creciendo el número de pacientes que diagnosticamos de cáncer de próstata. Vivimos más, y la edad es también un factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad. Por lo tanto, no podremos hacer que nuestro paciente no tenga cáncer, pero si saberlo cuanto antes.


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