La Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO) ha emitido una nueva guía clínica para tratar mejor a los pacientes con cáncer gastrointestinal (GI) en medio de una situación de escasez nacional de carboplatino y cisplatino. Los dos agentes quimioterapéuticos son extremadamente escasos y resultan esenciales para tratar una variedad de cánceres gastrointestinales, incluidos el cáncer de esófago, páncreas y colon.

La guía proporciona principios generales que describen sustitutos de medicamentos y cómo priorizar las necesidades del paciente, y se centra en neoplasias malignas gastrointestinales superiores, neoplasias malignas pancreatobiliares, neoplasias malignas del intestino delgado, cáncer colonrectal y cáncer anal.

Además, ASCO emitirá en las próximas fechas una guía para el tratamiento de los cánceres de mama, genitourinario y de pulmón, y otra para el tratamiento de los cánceres ginecológicos, incluidos los de cuello uterino y de ovario.

La Sociedad ya cuenta con una guía general para todos los cánceres que pueden verse afectados por la escasez de medicamentos. “Esta escasez es una de las más graves que hemos visto en mucho tiempo y sus efectos dominó se sienten en todo el país”, afirma Julie R. Gralow, directora médica y vicepresidenta ejecutiva de ASCO.

“Las pautas clínicas son esenciales para ayudar a los médicos a brindar la mejor atención posible para obtener los mejores resultados para los pacientes a pesar de esta grave escasez”, señala Gralow.

Previsiones

La Asociación de Oncología Clínica, una organización profesional afiliada a la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, está trabajando con los legisladores para ayudar a mitigar la escasez y evitar que ocurran situaciones similares en el futuro.

Desde la Asociación, se alienta a los médicos a informar sobre la escasez a la Administración de Alimentos y Medicamentos para dejar en claro la necesidad urgente de actuar.

Entre las políticas a corto plazo que apoya ASCO se encuentra que la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) continúe importando medicamentos de otros países según sea necesario y exija a los fabricantes que notifiquen a la FDA si notan un aumento en la demanda de cualquiera de sus productos.

A largo plazo, los reguladores de EE. UU. deben crear una lista completa de medicamentos críticos necesarios para responder a emergencias y salvar vidas, y cada medicamento de la lista debe evaluarse en cuanto a disponibilidad, calidad, confiabilidad del fabricante y posibles debilidades en la cadena de suministro. Además, los legisladores deben desarrollar incentivos para que los fabricantes de medicamentos se aseguren de que los productos críticos permanezcan disponibles.

“No existe una solución única para este grave problema, pero no hacer nada no es una opción”, asegura Gralow, y añade que se necesita “que el gobierno y los fabricantes se unan para hacer el trabajo duro necesario para prevenir estas crisis”.


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