Todos los profesionales sanitarios coinciden: “Se esperaba el temporal, pero no la dimensión del mismo”. La situación meteorológica que azota a España desde hace una semana ha influido en los planes de contingencia ante emergencias de la mayoría de centros sanitarios de la capital. Lo que, quizá, no estaba previsto es la solidaridad y profesionalidad que, una vez más, caracteriza a los trabajadores del sector sanitario, que se alzan imparables ante un contexto pandémico agravado con el temporal Filomena.

Gaceta Médica entrevista a profesionales sanitarios de distintos hospitales madrileños para repasar los retos principales de esta semana.

Hospital Clínico San Carlos ante la borrasca Filomena. Fuente: Julio Mayol

Relevos de personal

La principal complicación ante el temporal de nieve ha sido la imposibilidad de circulación en las calles. Esta situación ha repercutido directamente en la asistencia hospitalaria, en las altas de pacientes y en los ingresos, así como en Urgencias y la disponibilidad de trabajadores para acudir a su puesto de trabajo.

El servicio de ambulancias no ha podido realizar sus labores debido a la cantidad de nieve acumulada en las calles madrileñas. En este punto han destacado iniciativas como los voluntarios de ‘SOS 4X4’, que con vehículos propios han ayudado al traslado de pacientes y profesionales en la comunidad, organizados por grupo de ‘Telegram‘.

La solución: un “trueque laboral”. Doblar turnos y pasar varias jornadas en el hospital son algunas de las imágenes que el temporal Filomena ha dejado en los últimos días.

Sergio Serrano llega al Ramón y Cajal tras 3 horas de travesía con esquís por Madrid

Compromiso y esfuerzo

Una de las imágenes viralizadas durante el fin de semana fue la historia de Sergio Serrano, médico especialista de Enfermedades Infecciosas del Ramón y Cajal que llevo a cabo una travesía de 3 horas para poder hacer el relevo a sus compañeros.

“Llegué cansado pero los que ya estaban seguro que lo agradecieron”

Sergio Serrano, médico especialista de Enfermedades Infecciosas del Ramón y Cajal

La historia de Serrano se volvió bastante popular durante el pasado fin de semana en las plataformas de redes sociales, quien asegura que, a pesar de avisar a sus compañeros, “hubo muchas caras de sorpresa ante mi llegada al hospital”. A pesar de este esfuerzo, Serrano señala que los profesionales sanitarios “están curtidos” en este tipo de situaciones.

“Por desgracia, estamos bastante entrenados, es tener una maquinaria engrasada e ir respondiendo”, ha destacado el especialista de infecciosas.

Profesionalidad, compromiso, humanidad y esfuerzo son los pilares en los que se ha mantenido la asistencia según el director médico del Hospital Fundación Jiménez Díaz, Javier Arcos. El responsable ha explicado que Filomena ha coincidido con la recepción de las primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19.

Filomena y recepción de vacunas

Ante esta situación “debíamos dispensar todas ellas antes de cumplir el plazo para no desperdiciar ni una sola dosis”, indica. En este contexto, el Jiménez Díaz ha logrado administrar todas las dosis recibidas en el tiempo marcado: “hemos vacunado de la primera dosis frente al coronavirus a un total de  2.875 profesionales de la Fundación Jiménez Díaz, lo que supone un 73,7% de nuestra plantilla”, señala el director médico.

Arcos ha explicado a Gaceta Médica que se realizaron previamente todas las acciones necesarias para garantizar “en la medida de lo posible” la disponibilidad de los tres tipos de recursos imprescindibles para el funcionamiento de un hospital: los recursos humanos, los logísticos (electricidad, el agua y las telecomunicaciones) y los asistenciales (fármacos, gases medicinales y productos hemoderivados). En este contexto, han seguido las instrucciones dirigidas por un comité de crisis, con participación de los responsables de las diferentes áreas, tanto asistenciales como no asistenciales.

“El comité de crisis fue necesario para detectar en tiempo real las necesidades, gestionar los recursos internos y coordinar las actuaciones con los mecanismos de coordinación externos”

Director médico del Hospital Fundación Jiménez Díaz, Javier Arcos

Especialidades más afectadas

Desde el Clínico San Carlos comparten estos valores, ya que han logrado tener los recursos materiales y técnicos, así como los suministros adecuados para poder afrontar el temporal. En este contexto, la comunicación externa e interna ha sido fundamental para poder coordinar a los efectivos.

El director médico del Hospital Clínico San Carlos, Julio Mayol, ha explicado que uno de los servicios más afectados ha sido la asistencia a pacientes con insuficiencia renal crónica. El traslado de pacientes para diálisis ha salido adelante “gracias al apoyo de voluntarios y la disponibilidad de algún transporte sanitario”, ha agradecido el responsable.

Por otro lado, desde el Hospital La Paz, Alejandro Martín, adjunto de Urgencias, ha indicado que esta especialidad y traumatología han sufrido el golpe más fuerte de Filomena.

A pesar de que el número de urgencias durante el 9 de enero disminuyó de forma significativa, los pacientes atendidos en traumatología alcanzaron el 50 por ciento de los pacientes atendidos.

Además, los pacientes que acudían a Urgencias y requerían hospitalización, no podían ser dados de alta, al no poder salir de las instalaciones. En La Paz, las instalaciones que más sufrieron el temporal fueron las de CantoBlanco, que quedó incomunicado durante todo el fin de semana.

“Los profesionales atendieron hasta 70 fracturas de muñeca, lo que supone 140 radiografías que llegaron a plantear un tiempo de espera de 4 horas”

Alejandro Martín Quirós, adjunto de Urgencias en La Paz
Equipo habilitado en el Hospital Universitario Niño Jesús. Fuente: Gabinete de comunicación del hospital.

Por otro lado, una de las “ventajas” de la Paz, ante el temporal, es el hecho de contar con la boca de metro en la puerta del hospital, lo que facilitó la llegada de algunos profesionales.

Orgullo de la profesión

A pesar de ello, Martín destaca la situación de un compañero que tuvo que quedarse en el hospital el sábado, ya que su domicilio, situado en Valdebebas, estaba incomunicado. “Nos sentimos orgullosos de todas las personas que trabajan en el hospital porque siempre hubo buen ambiente y teníamos asumida la situación”, ha subrayado.

En el Hospital Universitario Niño Jesús, la jefa de la sección de Pediatría y responsable de la Unidad de Hospitalización domiciliaria, Raquel Jiménez, ha explicado que pudieron adaptarse gracias a la anticipación.

“El viernes se preparó la medicación para 3 días y se llevó a los domicilios”

Jefa de Pediatría y responsable de la Unidad de Hospitalización domiciliaria del Niño Jesús, Raquel Jiménez

Además de la previsión, los responsables del hospital llevaron a cabo un seguimiento telefónico “estrecho, sin que se produjeran incidencias relevantes”, ha indicado Jiménez.

El lunes pudo reanudarse la actividad a domicilio mediante un taxi con ruedas adaptadas que estaba reservado. Una labora que, Jiménez destaca, no hubiera sido posible sin las familias “que se han mostrado muy colaboradoras y entendieron la situación”.

Equipo de Pediatría del Hospital Niño Jesús. Fuente: gabinete de comunicación del hospital

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