El Hospital Clínic de Barcelona conmemora este año el 25ª aniversario del Programa de Neurocirugía Funcional, el primero de estas características en implantarse en un hospital público en Cataluña y que ha intervenido cerca de 1.000 pacientes.

La neurocirugía funcional es la rama de la neurocirugía que busca corregir lo que funciona de forma anómala en el cerebro. Engloba, entre otros, la cirugía de la epilepsia y la de los Trastornos del Movimiento, del dolor neuropático y de algunas enfermedades psiquiátricas. Se aplica en aquellos casos en los que los pacientes no responden al tratamiento con medicamentos.

En estos casos, el hospital explica que las personas son muy dependientes, sufren los síntomas a pesar dosis elevadas de medicamentos, y corren un riesgo físico elevado además de exclusión social y laboral.

Las unidades de referencia de Neurología y Psiquiatría atienden a los pacientes con enfermedades Neurológicas o psiquiátricas en esta situación. En las Unidades mencionadas, los pacientes son evaluados por equipos multidisciplinares para comprobar si se pueden beneficiar del tratamiento neuroquirúrgico.

Según el Clínic es fundamental detectar lo antes posible los potenciales candidatos quirúrgicos. Esto se debe a que, si el paciente se puede operar, es posible mejorar de la calidad de vida y evitar las alteraciones cerebrales, familiares y sociales de una situación mantenida de enfermedad no controlada.

Cirugía de la epilepsia y los trastornos del movimiento

Un tercio de los pacientes con epilepsia, que afecta a unas 400.000 personas en España y 60.000 en Cataluña, no responden a los tratamientos farmacológicos.

La enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento en su progresión, los medicamentos pierden eficacia y causan efectos adversos. Cuando esto sucede, se deben considerar otras opciones terapéuticas, la principal de las cuales es la neurocirugía funcional.

Los pacientes que no responden a los fármacos se pueden beneficiar de una intervención para extirpar o desconectar el tejido cerebral donde se causa el problema neurológico, o bien de la neuroestimulación cerebral para controlar los síntomas. Todavía, sin embargo, se conocen poco los beneficios que estas opciones terapéuticas pueden suponer para los enfermos neurológicos y psiquiátricos que no responden a otros tratamientos.

La tecnología ha evolucionado, tanto con respecto a las herramientas de planificación y orientación informáticas, como la posibilidad de obtener imágenes del paciente durante la cirugía. Las nuevas técnicas ofrecen la posibilidad de tratar pacientes que antes no tenían esta opción y aumentan la eficacia y la seguridad en este tipo de intervenciones.

El Clínic asegura que “gracias a estas intervenciones, mejora de forma muy significativa la calidad de vida de los pacientes”. El beneficio no sólo es a nivel individual y familiar, sino para toda la comunidad: en muchos casos se reduce el gasto sanitario y social asociada a la discapacidad crónica, e incluso es posible la reinserción laboral.

La presentación ha sido llevada a cabo Fina Castro, Directora del Instituto de Neurociencias, Mar Carreño, Jefe de la Unidad de Epilepsia, Francisco Valldeoriola, neurólogo y Jordi Rumià, neurocirujano y responsable del programa de neurocirugía funcional del Clínic.


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