En una legislatura tan atípica como la que se ha tenido que afrontar desde el punto de vista sanitario, las consejerías autonómicas han tenido que tomar decisiones de gran calado. Con un ecosistema descentralizado, las iniciativas desarrolladas por los responsables del ramo en las comunidades se han vuelto más importante si cabe en clave COVID-19.

Sobre toda esta etapa, sus retos y los planes de futuro ha hecho balance José María Vergeles, vicepresidente segundo de la Junta de Extremadura y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, en una entrevista exclusiva con GACETA MÉDICA.

Pregunta. En términos de planificación de RR.HH. ¿Cómo es el futuro a medio plazo en Extremadura? ¿Se encuentra en una posición muy diferente a otras comunidades?

Respuesta. Las necesidades de especialista son en toda España y así lo dice el reciente estudio del ministerio encargado por el Consejo Interterritorial. En Extremadura la situación nos diferencia de otras comunidades por las zonas de difícil cobertura, porque tenemos una población dispersa donde siempre hemos hecho una política de desarrollo local muy importante. En cuanto a jubilaciones y pirámides de población de los trabajadores del Servicio Extremeño de Salud, fundamentalmente de médicos especialistas, la situación es muy parecida a la que ocurre en otras.

Ya tenemos un estudio de planificación y ahora hay que tomar decisiones acordes. Para paliar el déficit de especialistas en el menor tiempo posible, no solo tenemos que ir a incrementar el número de profesionales que acaban el MIR, si no que tenemos que aumentar el número de personas que acceden al grado de Medicina. Por culpa de los ‘numerus clausus’, que se da sobre todo en la universidad pública, se están perdiendo muchas vocaciones. Hay un porcentaje de población que vocacionalmente querría ser médico, pero se lo están impidiendo los ‘numerus clausus’.

“El análisis de necesidades de especialista señala que la universidad pública no ha crecido”

Tampoco cuadra bien que en el análisis de necesidades de especialistas lo que se haya visto es que el incremento de plazas de egresados de las facultades suele ser de las universidades privadas: la universidad pública no ha crecido. Tenemos que cambiar las reglas del juego en lo que respecta al acceso del grado de Medicina porque estamos perdiendo oportunidades. De hecho, hemos tenido la suerte de que hayan entendido en la Universidad de Extremadura la necesidad de ese incremento de al menos el 10 por ciento.

P. Precisamente, el SNS enfrenta problemas desde el punto de vista formativo para cubrir plazas MIR en áreas críticas como primaria…

R. Se achaca mucho a que las vacantes no se han cogido debido a las condiciones laborales, pero son las mismas que las del resto de especialidades cubiertas. La propuesta que vamos a hacer es seguir incrementando el número de aspirantes, ofertando todas las plazas de FSE que tenemos acreditadas para formar. Vamos a proponer que se elimine la nota de corte, que el MIR solo sea redistributivo; también que el cupo de extracomunitarios se lleve al 6 por ciento, que no se tengo que hacer el parche que hemos tenido que adoptar en esta última convocatoria. Además, pediremos la salida de egresados de las facultades de Medicina con el número de plazas MIR, de tal forma que todas las personas que empiecen a hacer la carrera tengan la posibilidad de especializarse.

Asimismo, hay que hacer un esfuerzo intenso en el seno de la Comisión de RR. HH. del SNS para llegar a grandes acuerdos en materia de gestión de recursos humanos. Me refiero a incentivar las zonas difícil cobertura o el reconocimiento del desarrollo de nuestros profesionales. Esto no puede ser una competición entre CC. AA. No podemos volver a perder una oportunidad que perdimos en su día como fue la carrera profesional. Tenemos que dar una respuesta desde la reflexión y desde la acción, y esa respuesta es dar una mayor oferta y mejores condiciones de trabajo de forma coordinada.

P. ¿Qué balance hace de la legislatura y la gestión COVID-19 realizada?

R. Hay que hacer un balance de agradecimiento a la sociedad y en particular a los profesionales sanitarios por el compromiso que han tenido. El SNS ha salido reforzado en el afrontamiento de la pandemia que estamos viviendo. Seguimos haciendo frente a una realidad donde tenemos que estar muy pendientes de las incidencias, de las variantes y subvariantes que van apareciendo y tenemos que estar muy pendientes de la aparición de enfermedad grave.

Esta situación inesperada ha dado al traste la puesta en marcha de algunas políticas que teníamos pensadas de transformación para el sistema. Como aspecto positivo se ha situado la respuesta que hemos tenido de la UE para dar cobertura a la situación de la fase aguda pero además hacer una transformación entre otros sectores del sistema sanitario para transformarlo y hacerlo más resistente.

P. En el último tiempo y en un contexto post-COVID han aparecido amenazas emergentes en salud. ¿Cómo trabaja su gobierno?

R. Vivimos en un mundo globalizado y quizás nos sentíamos más seguros de lo que en realidad estábamos. La realidad es que tenemos amenazas en materia de salud pública que son importantes y que lo que hay que hacer es un fortalecimiento de las estructuras de salud pública, que junto con la salud mental yo creo que han sido las hermanitas pobres de los sistemas sanitarios. Se ha tendido mucho a lo asistencial y poco al fomento de un modelo de sistema sanitario que buscase la producción de la salud y la prevención de la enfermedad, entre ellos detectar precozmente las amenazas que pudiésemos tener o las situaciones de alerta.

Ahora nos hemos visto sorprendidos con la viruela del mono y con las hepatitis en los niños. Pero ya veníamos de una crisis de seguridad alimentaria en la carne mechada que empezó por Andalucía: en definitiva, ahora tenemos un sistema de vigilancia de la salud mucho más afinado.

“Vivimos en un mundo globalizado y quizás nos sentíamos más seguros de lo que en realidad estábamos”

En la comunidad hemos reforzado el sistema de vigilancia de las infecciones respiratorias agudas y de las infecciones respiratorias graves, estamos incorporando automatismos a los sistemas de información para poder aplicar a futuro sistemas de alerta de lo que consideramos como enfermedades de declaración obligatoria. Vamos a presentar ya la Estrategia de Salud Comunitaria, muy dirigida a potenciar el papel comunitario que tienen los equipos de atención primaria. Además, vamos a intentar crear un Observatorio de la Salud en Extremadura.

P. La salud mental también se ha visto resentida en este tiempo. ¿Cuál es la hoja de ruta de Extremadura?

R. Entre que perdía vigencia el tercer Plan de Salud Mental y se empieza a elaborar, ocurre la pandemia; ello ha hecho que nos replanteemos la planificación prevista respecto al cuarto. Tras la aprobación del Plan de Acción nacional, creemos que tenemos que ir a un proyecto integral de salud mental en cada una de las comunidades, suplementando la inversión de los 100 millones de euros iniciales que pone el gobierno de España con aquellas que teníamos previstas realizar.

También tenemos el segundo plan integral para hacer frente a la conducta suicida en la comunidad. Hay que seguir trabajando con él, ahí no nos cansaremos de seguir invirtiendo. Las personas han sufrido con la pandemia, lo que se ha traducido en una peor percepción de la salud propia, lo que ha derivado en trastornos del estado de ánimo y ansiedad.

Otro ámbito donde es muy importante invertir es en disponer mejores sociedades, por lo que una de las líneas sobre las que apostar es la salud mental infanto-juvenil. Estamos viendo que se está adelantando la edad de presentación en trastornos de conducta alimentaria o un incremento en los trastornos del espectro autista. Además, la colaboración con las familias y los afectados es de mucha ayuda por su potencia en el proceso normalizador de determinados síntomas y del abordaje en el entorno comunitario de las personas con trastornos de salud mental.

P. ¿Cómo avanza la comunidad en materia de cáncer desde el punto de vista estratégico?

R. Tenemos que seguir invirtiendo en diagnóstico, donde encontramos una demanda oculta durante la pandemia; esa parte hay que recuperarla. Una de las primeras medidas acometidas es acelerar todos los programas de diagnóstico precoz de cáncer en la comunidad. También acelerar consultas y revisiones, así como hacer frente a nuevos diagnósticos, así como la quimioterapia, inmunoterapia y radioterapia.

Con respecto a la radioterapia estamos en un proceso de renovación tecnológica importante en toda la comunidad que nos llevará a una planificación distinta. Tenemos que valorar si es necesario implantar algún acelerador lineal más, como es el área de Don Benito-Villanueva de la Serena. Estamos construyendo un hospital nuevo que viene a renovar infraestructuras muy antiguas y que probablemente veremos la necesidad de implantar un servicio de oncología radioterápica.

P. ¿Qué retos se plantea la mejora del acceso a tratamientos innovadores en patologías tan importantes como esta?

R. Lo primero que hay que hacer es tener actualizado un plan integral del cáncer, como tenemos en Extremadura. Eso permite poder desplegar dos unidades de diagnóstico genético y que en todos los servicios de oncología de la comunidad se puedan realizar biomarcadores. Si se benefician de la oncología de precisión en cualquiera de los servicios, se puedan utilizar los fármacos que sean necesarios y que hayan sido prescritos por el oncólogo.

Es necesario acelerar los procesos de autorización para la comercialización de fármacos en nuestro país. Según los datos que tenemos, existe un retraso superior a los 200 días en determinados medicamentos que en líneas generales son innovadores y pueden llevar a una disrupción en la eficiencia del sistema sanitario. En este sentido, hay que trabajar de forma muy coordinada con el gobierno de España y con las agencias de regulación para que sepamos con antelación que innovaciones vamos a tener que incorporar al arsenal de medicamentos sean para el cáncer u otras enfermedades.

“Es necesario acelerar los procesos de autorización para la comercialización de fármacos”

Vamos a seguir apostando también por medicamentos que necesitamos de la concepción de SNS. No puede haber de todo en todas las comunidades: el ejemplo de la aplicación de las terapias CAR-T lo pone de manifiesto. Nosotros no tenemos acreditado ningún centro o unidad de referencia, pero eso no significa que nuestros pacientes no tengan acceso a las mismas si así se lo han prescrito. También debemos trabajar mucho en la implantación clara de los biosimilares y aprovechar la Estrategia de Salud Digital para poder ir hacia modelos de compras basados en valor.


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