La Comisión de Salud del Parlamento de Navarra ha aprobado una moción por la que se insta al Gobierno a garantizar el acceso de los pacientes con fibrilación auricular no valvular a los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD) de acuerdo con las recomendaciones de las guías de práctica clínica europeas y españolas. La moción ha salido adelante con los votos a favor de PSN, Geroa Bai, EH Bildu e I-E, y la abstención de Navarra Suma.

Asimismo, el texto aprobado emplaza al Ejecutivo foral a que se flexibilice el inicio del tratamiento anticoagulante oral de acción directa en los pacientes con fibrilación auricular que presenten un riesgo elevado de padecer un ictus o sangrado mayor o tuvieran bajas posibilidades de lograr un adecuado control de la anticoagulación con AVK.

La moción también insta al gobierno de Navarra a que simplifique el visado de inspección que actualmente requieren los ACOD y pasar a un visado automático con revisión posterior.

Debate parlamentario

Patricia Fanlo Mateo, del Partido Socialista de Navarra, ha sido la encargada de defender la iniciativa, quien ha señalado que en Navarra se estima que más de 16.500 personas sufren esta arritmia que está directamente relacionada con el envejecimiento poblacional. “Por ello podemos decir que a día de hoy es un problema de salud pública importante. Y es que la agudización de esta arritmia puede producir una descompensación de insuficiencia cardiaca, un infarto, o un ictus cardioembólico”.

Cada año en Navarra se diagnostican 1.240 ictus y el 20 por ciento son secundarios a esta arritmia de fibrilación auricular. Fanlo ha apuntado que se han logrado muchos avances para lograr el tratamiento de esta patología, pero aún “quedan importantes espacios de mejora en la prevención”.

Así, defiende que existen grandes diferencias en los anticoagulantes antagonistas de la vitamina K y los de acción directa. Los primeros, tienen un efecto anticoagulante inestable y requieren monitorización con ajuste de dosis para asegurar que los pacientes se encuentran adecuadamente anticoagulados. Mientras que los ACOD proporcionan mayor estabilidad y no requieren de controles periódicos ni adaptar la dosis del fármaco a los niveles de coagulación.

“Los anticoagulantes de acción directa han demostrado reducir significativamente los ictus y las hemorragias intracraneales, tienen menos interacciones con otros medicamentos y alimentos por lo que les facilita la adherencia terapéutica a pacientes polimedicados. Además, hay estudios de que demuestran que son coste-efectivos”, ha indicado la parlamentaria socialista.

Por su parte, Ana Ansa Ascunce, del Grupo Geroa Bai ha defendido que se deben poner menos trabas administrativas para el acceso a los ACOD, ampliar el número de indicaciones y facilitar la prescripción sin visado por parte de atención primaria.

“Necesitamos asumir el consenso de las guías europeas y españolas ya que es fundamental monitorizar mejor a los pacientes, poder documentar adecuadamente las indicaciones y tener un control adecuado”, ha enfatizado.

Así, Domingo González Martínez, del grupo Bildu Nafarroa, puntualizaba que las conclusiones de los estudios demuestran un beneficio importante en la eficacia de estos anticoagulantes de acción directa. Por lo que ha señalado que les gustaría que desde el Ministerio se recogiese en la cartera de servicios comunes y que los informes y los procedimientos administrativos a los que “se ven obligados los usuarios de estos tratamientos se agilicen y se hagan más cómodos”.

Sin embargo, Cristina Ibarrola Guillén, del Grupo Navarra Suma, ha puesto de manifiesto que desde su partido creen en consensos técnicos basados en la evidencia científica y en sistemas de evaluación global de los medicamentos, con perspectiva social no solo sanitaria. “No creemos que comisiones parlamentarias que modifiquen indicaciones concretas de utilización de medicamentos”, por lo que se han abstenido en algunos puntos de la moción.


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