Por Ángel Cequier, Presidente de la Sociedad Española de Cardiología

Las enfermedades cardiovasculares (CV) son la primera causa de mortalidad en los países occidentales, siendo la cardiopatía isquémica la responsable de más del 40 % de dichas muertes. Cada día fallecen en España por dichas enfermedades 350 personas, lo que suponen un total de más de 125.000 muertes al año.

En las últimas décadas se ha observado una reducción relativa en las tasas de mortalidad en las diferentes cardiopatías. Sin embargo, en la contabilización en valores absolutos, las muertes atribuidas a las enfermedades CV están aumentando de forma progresiva. La razón principal es el incremento producido en la esperanza de vida ya que son los pacientes de edad más avanzada los que presentan una elevada incidencia de enfermedad CV. Se prevé que en las próximas décadas el número de pacientes ancianos con síndromes coronarios aumente de forma casi exponencial. Esta población presenta además comorbilidades importantes, requiere un mayor consumo de recursos sanitarios y tiene una elevada mortalidad. Por tanto, estos aspectos están creando un marco complejo que puede suponer un elevado riesgo para la sostenibilidad de la asistencia CV dentro del sistema sanitario actual.

La SEC

La Sociedad Española de Cardiología (SEC) es una organización científica y profesional que tiene por objetivo incrementar el estado del conocimiento sobre el sistema cardiovascular y avanzar en la prevención y el tratamiento de sus enfermedades. Su misión es reducir el impacto adverso de las enfermedades CV. El escenario comentado plantea unos retos que obligan a la SEC a ofrecer un marco posible de soluciones, principalmente en relación a la calidad asistencial.

La estrategia de mejora continua en el sistema sanitario se debería fundamentar en el registro sistemático de los aspectos más relevantes de los procesos y procedimientos asistenciales, como la base más sólida para evaluar la eficiencia, calidad y variabilidad de los mismos.

Esta necesidad ha impulsado a muchos países de la Unión Europea al desarrollo de instituciones de ámbito estatal para establecer estándares que garanticen la calidad y seguridad de dicha actividad asistencial. En España, desde la completa descentralización de las competencias de asistencia sanitaria en las Comunidades Autónomas no se han desarrollado instituciones que, analizando en conjunto el Sistema Nacional de Salud (SNS), hayan establecido acciones para la generación de este tipo de conocimiento.

En nuestro país existe una notable carencia de estos datos, con una evidencia científica insuficiente. Sin embargo, este aspecto puede ser una oportunidad coyuntural para las sociedades científicas ya que, por su propio carácter estatal, pueden adquirir un importante papel en la generación de información conjunta y relevante sobre resultados en salud, colaborando a la cohesión del SNS.

Liderar la mejora de atención cardiovascular

En la elaboración del Plan Estratégico 2009-2011 de la Sociedad Española de Cardiología se estableció que la SEC debería “liderar, desde la perspectiva profesional, la mejora de la atención cardiovascular, elaborando e impulsado estándares científicos, técnicos y de gestión clínica y desarrollar una política de colaboración con las administraciones públicas para promover la mejora continua de la calidad de la atención cardiovascular”.

En los años siguientes se pusieron en marcha los proyectos Recalcar (2011-actualidad: análisis sistemático de indicadores de estructura, procesos y resultados), Incardio (2013-2015: nuevos indicadores de calidad en la atención cardiológica) y SEC-Excelente (2015-actualidad: desarrollo de estándares de calidad de unidades, procesos y procedimientos), que ya están cumpliendo estos objetivos.

Con limitadas excepciones, en el momento actual, aún desconocemos cuales son los resultados en calidad y seguridad de los principales procesos y procedimientos de la atención cardiovascular en la mayor parte de España. Cada vez más existe una demanda importante en relación a dicha información, no solo como un ejercicio de trasparencia sino como una herramienta para optimizar procesos, incrementar la eficiencia y reducir la variabilidad asistencial. Como una continuación a los proyectos comentados, el Proyecto Avacar (Añadir VAlor en CARdiología), que va a ser desarrollado por la SEC en los próximos 2 años, tiene como principal objetivo el conocer anualmente y de forma actualizada los resultados de los principales procesos y procedimientos cardiovasculares en toda España. Ello debería permitir la identificación de escenarios de mejora, facilitar su análisis y la propuesta de soluciones y poder generar evidencia científica sobre la calidad y eficiencia de la asistencia cardiológica.

Distribución homogénea

Un elemento clave para alcanzar este objetivo es lograr el máximo grado de homogeneización de los informes de alta hospitalaria para que puedan realizarse análisis comparativos. Para ello se ha consensuado entre clínicos y responsables de los sistemas de información un documento que pueda facilitar la codificación de los procesos, procedimientos y comorbilidades más frecuentes en la patología cardiovascular. Este documento será distribuido en los diferentes servicios y unidades asistenciales para que la terminología de las altas sea homogénea, completa, fácil y refleje adecuadamente los grados de complejidad. En relación a la evaluación de los resultados, en el momento actual ya son extraídos indicadores y datos de los CMBD en el Ministerio de Sanidad, aunque el objetivo es poder obtenerlos y analizarlos con la mayor prontitud respecto al momento de su elaboración.

La SEC es consciente de que la consecución de este proyecto requiere la colaboración e implicación de instituciones o entidades externas a la misma. Sin embargo es importante destacar que su principal objetivo es alcanzar para los pacientes el máximo nivel de calidad asistencial. Este aspecto, considerando el notable impacto que tienen las enfermedades CV sobre la población, debería facilitar su consecución.