Tras los velos del optimismo: la realidad del cáncer de mama metastásico

En colaboración con Gilead

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El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a cientos de miles de personas en todo el mundo, con un impacto devastador tanto en términos de mortalidad como de calidad de vida. En España, según datos recientes de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se espera que esta enfermedad sea responsable de más de 160.000 defunciones para el año 2040. Este aumento en la incidencia del cáncer de mama refleja una tendencia preocupante en todo el mundo.

Actualmente, se estima que en 2024 alrededor de 286.664 personas en España recibirán el diagnóstico de cáncer de mama, convirtiéndolo en uno de los tipos de cáncer más comunes en el país. Dentro de este panorama, el cáncer de mama metastásico (CMm) emerge como una realidad que a menudo se pasa por alto. Aproximadamente, el 30 por ciento de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama en etapas tempranas, eventualmente desarrollarán metástasis a lo largo de sus vidas.

La visibilidad del cáncer de mama metastásico es significativamente menor en comparación con el de mama en etapas tempranas. Mientras que el de mama ha sido objeto de campañas de concientización y apoyo, simbolizado por el lazo rosa y los mensajes de esperanza, el CMm enfrenta una realidad más sombría. Las pacientes con CMm no pueden simplemente “superar” o “curar” su enfermedad; es un compañero de por vida que requiere una atención continua y, en muchos casos, paliativa.

Históricamente, las pacientes con cáncer de mama metastásico han sido invisibilizadas detrás del predominio del lazo rosa. Esta falta de atención se extiende también al ámbito médico, donde los avances en el tratamiento del cáncer de mama metastásico han sido limitados en comparación con las formas más tempranas de la enfermedad. La falta de opciones terapéuticas efectivas y los escasos resultados de supervivencia hacen que las pacientes con CMm enfrenten enormes desafíos, tanto físicos como emocionales.

Las necesidades de las pacientes con cáncer de mama metastásico son urgentes y complejas. Estas mujeres, en su mayoría activas en sus vidas familiares y laborales, necesitan acceso rápido a tratamientos que puedan mejorar su calidad de vida y prolongar su supervivencia. Las demandas de estas pacientes van más allá de lo puramente médico, abarcando también aspectos sociales y emocionales que impactan profundamente en su bienestar general.

Es fundamental que se reconozca y aborde la realidad del cáncer de mama metastásico de manera integral. Esto implica no solo una mayor atención a nivel social y médico, sino también una inversión en investigación para desarrollar tratamientos más efectivos y mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan esta enfermedad. La lucha contra el cáncer de mama metastásico requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad, los profesionales de la salud y los responsables políticos para garantizar que todas las pacientes reciban el apoyo y los recursos que merecen en su batalla contra esta enfermedad implacable.