Estrategia/ Los médicos se preparan para las políticas restrictivas que vaticinan tras el 20-N en todas las regiones siguiendo los pasos de Metges

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Exigen a las administraciones que adelgacen la “hiperatrofiada” estructura administrativa del SNS y reduzcan cargos políticos y asesores

CESM asegura que no permitirá una “pseudo privatización” que ponga en riesgo el sistema por lo que no descartan la huelga si es necesario

| 2011-10-07T17:03:00+02:00 h |

M. RASPAL

Madrid

Lo que hasta ahora manifestaban como un temor ha pasado a convertirse en casi una certeza. Los médicos tienen claro que en los próximos meses —especialmente durante el tiempo entre las elecciones generales del 20-N y la toma de posesión del nuevo Gobierno— todas las autonomías seguirán los pasos de Cataluña anunciando restricciones que afectarán a las prestaciones sanitarias y a su situación laboral.

Queriendo adelantarse a este anuncio, el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Patricio Martínez, ha explicado que ya están preparando una estrategia “firme, común y preventiva” —que se inspirará en la adoptada por Metges de Cataluña— para dar una respuesta coordinada a unas políticas restrictivas que pretenden “estrangular” aún más los servicios de salud, exigiendo a las administraciones que adelgacen la “hiperatrofiada” estructura administrativa del SNS y reduzcan la cohorte de cargos políticos, asesores y puestos administrativos sin otra justificación aparente que la de “cuidarse entre los amigos”.

“No vamos a prestarnos ni a consentir una pseudo privatización de la sanidad que ponga en riesgo uno de los mejores sistemas del mundo. Hay un círculo rojo que no vamos a permitir que se traspase”, asegura Martínez sin descartar la opción de convocar una huelga que por ahora no se ha anunciado de forma oficial en Cataluña aunque ha insistido en que las medidas de protesta que allí se adopten serán su ejemplo a seguir en el resto de regiones. Y es que, según el secretario general de CESM, todas las comunidades se están viendo afectadas aunque aún no sea de forma tan escandalosa como la catalana pues sería “políticamente incorrecto” de cara a las elecciones.

Sin embargo, en la mayoría están reduciendo el número de guardias, los puestos de atención continuada y las sustituciones en época estival, cerrando quirófanos por la mañana o por la tarde y eliminando tanto el pago de la productividad variable como el cobro por objetivos, lo que se suma al hecho de que la carrera profesional está congelada en todas ellas. Además, Martínez recuerda que ya en 2010 los médicos vieron rebajadas sus retribuciones entre un 8 y un 12 por ciento —pues fue uno de los colectivos que más afectado se vio por el recorte salarial a los funcionarios— y la congelación presupuestaria también afectará a la paga extra del próximo diciembre, algo que han aceptado con “generosidad y responsabilidad” pero también con preocupación pues, en su opinión, habría que tener en cuenta que España dedica a Sanidad dos puntos menos de PIB que la media de la UE y, sin embargo, nuestro sistema público está entre los mejor valorados del mundo, lo que quiere decir que no sólo es eficaz sino también eficiente. Por lo tanto, ¿qué es lo que falla?

Para CESM hay muchos campos sobre los que actuar para paliar la deuda sin perjudicar al bienestar general, por ejemplo, dejando en manos del médico la gestión. Por ello han enviado a todas las regiones el “Decálogo para la buena praxis en tiempos de recortes” elaborado por Metges, que tiene como líneas fundamentales anteponer el criterio clínico sobre el económico y la asistencia sobre la burocracia y rechazar intromisiones y dedicar al paciente el tiempo necesario, evitando las consultas simultáneas pues la presión lleva a error.

Asimismo, han vuelto a reclamar su capacidad para negociar aquello que les afecte en un espacio propio, aunque por ahora sólo se ha constituido la mesa sectorial de Sanidad a la que los sindicatos —CC.OO., UGT, CSIF, CIG y Cemsatse— han enviado su propuesta conjunta de reglamento que recoge su carácter estatal y que ministerio y autonomías tengan derecho de veto para intentar así eliminar las reticencias de las últimas hacia un órgano que, piensan, puede interferir en sus competencias.