Sagrario Bustabad ha ocupado la presidencia de la Sociedad Española de Reumatología (SER) durante los dos últimos años. En el momento de su nombramiento ya adelantó que uno de sus focos sería el impulso de la formación, legado que ahora recoge Marcos Paulino, quien la releva en el cargo. Bustabad repasa este periodo al frente de la SER en Gaceta Médica.
Pregunta. ¿Qué balance hace de sus dos años de presidencia al frente de la SER?
Respuesta. Muy positivo. Entré con ilusión de poder aportar y dos años se pasan muy rápido. Me dicen a veces, que tendré ganas de dejarlo, pero no, porque me he sentido muy cómoda, no me ha dado tiempo a hacer todo lo que quería hacer, y cuando estas dos años como presidenta electa, vas conociendo un poco pero no es lo mismo que ocupar el cargo. El balance ha sido muy positivo, hemos hecho muchas cosas. El equipo de la SER es fundamental, con todas las unidades que trabajan que son muy facilitadoras. Además, en la sociedad nacional se pueden hacer más cosas que en la autonómica porque hay más recursos.
P. ¿Qué hitos destacaría de estos dos años?
R. En la parte de grupos de trabajo, nos hemos acercado mucho más a ellos, haciendo unos cambios en la normativa para tener más comunicación. Por otra parte, en cuanto a formación, hemos puesto en marcha el Máster SER en Enfermedades Autoinmunes Sistémicas o el Curso SER de Reumatología Emergente. También hemos tratado de facilitar que los profesionales jóvenes se incorporen a la sociedad a través de eventos y congresos. Además, en el marco del congreso hemos introducido actividades como el ‘Teatro de Innovación’ o ‘Reumapalabra’, y la verdad que han sido un éxito.
Cabe destacar que hemos hecho un acercamiento a las sociedades autonómicas, porque teníamos relación ya de antes pero no queremos inmiscuirnos por las transferencias en sanidad. Pero sí hemos insistido para que sepan que, ante cualquier problema, podemos apoyar a las consejerías y que sepan que nos tienen ahí si nos necesitan. Hemos mantenido reuniones con estas sociedades y el balance es positivo porque se han obtenido frutos.
«Con las sociedades autonómicas, hemos insistido para que sepan que, ante cualquier problema, podemos apoyar a las consejerías y que sepan que nos tienen ahí si nos necesitan»
P. Durante su nombramiento indicó que una de las prioridades durante el mandato sería la de impulsar la formación. ¿Cómo se ha llevado a cabo este aspecto teniendo en cuenta los últimos avances y la evolución de la reumatología?
R. Además de lo ya hecho, se pueden poner muchos retos, porque creo que, si hay algo que caracteriza a la SER es la formación. Tenemos cursos de todo tipo, con mucha frecuencia y en muchos lugares. Lo que hemos hecho también es hacer que se tome conciencia de que, en las enfermedades autoinmunes sistémicas, el reumatólogo es el especialista de referencia. Por otra parte, muchos de los cursos se han hecho en Madrid porque está céntrico y es más sencillo desplazarse, pero veíamos que en algunas regiones querían dar más visibilidad a las enfermedades autoinmunes sistémicas, por lo que queremos descentralizar la formación en enfermedad autoinmune sistémica y que llegue a aquellas comunidades en que haga falta.
P. En reumatología, en las dos últimas décadas aproximadamente se ha dado una ‘explosión’ terapéutica. ¿Cómo definiría su impacto?
R. El impacto ha sido espectacular. Hemos pasado de, antes de los 2.000 cuando prácticamente sólo había metotrexato, que ya era una opción que nos facilitaba mucho el tratamiento de enfermedades reumatológicas porque no teníamos apenas arsenal terapéutico, a este año 2.000 en el que entraron las terapias biológicas y marcaron un antes y un después. Las deformidades que veíamos antes en pacientes, por ejemplo, de artritis reumatoide, ya prácticamente no se ven. Además, no llega ni al 10 por ciento el porcentaje de pacientes que no responden a un tratamiento y en los que hay que administrar combinaciones, pero la gran mayoría responden a la terapia biológica. De hecho, yo le digo a los residentes que no saben realmente lo que es la artritis reumatoide, que antes los pacientes llegaban con deformaciones y cuando eso ocurría, no se podía revertir. Por ello, ahora que tenemos opciones terapéuticas, lo importante es la detección precoz.
Hasta ahora, la industria estaba más detrás de la artritis reumatoide, la artritis psoriásica o la espondiloartritis, porque eran algo más prevalentes. Pero ahora también se están volcando mucho en las enfermedades autoinmunes sistémicas inmunomediadas, como el lupus, y están apareciendo muchos tratamientos nuevos. Espero y deseo, que parece que así será, que tengan tanto éxito como en las inflamatorias.
«Las terapias biológicas marcaron un antes y un después en el tratamiento de las enfermedades en reumatología»
P. La medicina personalizada es una realidad cada vez en más disciplinas. ¿Cómo ha impactado y cuáles han sido sus principales repercusiones en las enfermedades reumatológicas?
R. Sí, es una realidad. La tendencia es a hacer una medicina más personalizada según las características del paciente. En la SER, desde el Observatorio de Igualdad, estamos trabajando en el manejo de los pacientes también; en un estudio o ensayo clínico se registra el número de mujeres y de hombres, pero hay que ver cómo se comporta el tratamiento en cada uno de ellos. Por ejemplo, en espondilitis anquilosante, que es de predominio en hombres, en mujeres se comporta totalmente diferente. Y hay que ver si estas diferencias se extrapolan al comportamiento de los tratamientos, ya que quizá estamos aplicando los mismos tratamientos a hombres y mujeres y hay diferencia en cómo funcionan. Hay que identificar las diferencias para avanzar en la personalización en este sentido y cómo puede mejorar un paciente con uno u otro tratamiento.
Aquí, también es muy importante la colaboración de los pacientes y es fundamental la información que tengan. Antes les informabas del tratamiento que les obas a administrar; ahora, les decimos cuál es el más aconsejable y que, sabiendo las opciones, sea partícipe de la toma de decisiones.
«La espondilitis anquilosante, que es de predominio en hombres, en mujeres se comporta totalmente diferente; hay que ver si estas diferencias se extrapolan al comportamiento de los tratamientos»
P. Hace casi un año que la SER impulsó el Observatorio de Igualdad. ¿Qué destacaría del mismo y en qué líneas se está avanzando?
R. No llevamos ni un año con este Observatorio. Formamos el Comité de Igualdad y en nuestra especialidad no se ha detectado un gran sesgo profesional; está subiendo cada vez más el número de mujeres en Medicina y esta tendencia se extrapola a la Reumatología. Pero la parte de investigación y manejo de los pacientes, investigando si hay diferencias entre hombres y mujeres, es donde queremos avanzar.
P. Recientemente ha finalizado la elección MIR. ¿Qué consejos o recomendaciones daría a los nuevos residentes de cara a desarrollar su trayectoria de la mejor manera posible dentro de la especialidad?
R. Siempre digo que, cuando te gusta la medicina, primero tienes que pensar si te gusta la clínica o la quirúrgica. En el caso de la Reumatología, tiene una parte más médica pero también un poco intervencionista. Es una especialidad muy completa e integral de todo el paciente, porque no sólo vemos articulaciones, ligamentos… sino que tenemos la parte sistémica. Esto sin dejar de lado lo más importante, que es la relación médico-paciente.
P. Durante este congreso finaliza su mandato en la SER. ¿Qué desafíos cree que deberá abordar la nueva presidencia prioritariamente?
R. El nuevo presidente tiene su programa y hemos trabajado conjuntamente, sobre todo el último año, en la toma de decisiones, porque no voy a tomar yo una decisión que repercuta en él y no esté completamente de acuerdo. He trabajado muy bien este tiempo con Marcos Paulino, y hemos trabajado para mantener una continuidad, aunque él haga algún cambio o impulse proyectos en base a su programa.
P. Para finalizar, con todos los avances en investigación y a nivel asistencial, ¿Cuáles diría que son los principales retos de la reumatología a corto, medio y largo plazo?
R. Las enfermedades reumatológicas son crónicas, no se curan, pero el reto es conseguir la remisión o bajar la actividad lo máximo posible. Se está consiguiendo en enfermedades inflamatorias, y queremos lograrlo en autoinmunes sistémicas inmunomediadas, que es el nuevo reto que perseguimos con los nuevos tratamientos que están saliendo.
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