La figura de la enfermera escolar está implantada de manera muy desigual en España. Mientras que Asturias solo cuenta con una enfermera para 133.837 alumnos, Madrid suma 1.000 enfermeras escolares, con una ratio de una enfermera por cada 1.247 alumnos. Desde el Consejo General de Enfermería (CGE) y otras entidades de enfermería escolar y de pacientes vienen reiterando la necesidad de consolidar esta figura y, tras solicitar a Sanidad y Educación una Ley Nacional de Enfermería Escolar, han pedido esta semana, a través de una carta, que se aborde “lo antes posible” la obligatoriedad e implantación de la figura de la enfermera escolar en todos los centros educativos de España.

El CGE y otras 15 entidades han remitido una carta a la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, y a todos los presidentes y presidentas autonómicas, en la que han instado a los representantes a coordinarse para lograr que todos los criterios normativos que se establezcan sean homogéneos en relación a las competencias, formación, dependencia y grado de participación e integración de la enfermera escolar en la comunidad educativa. Asimismo, han pedido una reunión con todos ellos para explicar de primera mano cuál es la evidencia científica que avala el trabajo de esta figura, así como la importancia de aprobar la mencionada Ley Nacional de Enfermería escolar.

“Lo hemos dicho muchas veces y ya se hace imprescindible trabajar de manera urgente para incorporar la enfermera escolar en todo el territorio nacional. Hay que recordar que más allá de los cuidados a niños y niñas con patologías crónicas, poco frecuentes o discapacitantes, las enfermeras escolares se encargan de la promoción de la salud de los más jóvenes y de toda la comunidad educativa”, ha afirmado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Según se extrae del documento, las 16 instituciones consideran fundamental la elaboración de un plan de integración de las enfermeras a las escuelas, para su incorporación gradual e inmediata en todos los centros escolares, así como trabajar para que la enfermera escolar esté coordinada con los equipos de todos los niveles asistenciales y otros activos de salud. Entre otras medidas, consideran fundamental la creación de una bolsa de trabajo específica, donde la enfermera sea contratada garantizando la estabilidad, así como la continuidad asistencial más allá del curso académico, y que se contemple la creación de una titulación o acreditación específica para capacitar a las enfermeras en el ámbito escolar.

Cartera de servicios

Las entidades firmantes puntualizan que es necesario definir una cartera de servicios junto con las administraciones que refuerce el sistema sanitario, tanto en las áreas de atención asistencial como de educación en salud. Así, se trabajará en esta cartera donde se pondrá de manifiesto que las enfermeras escolares prestarán cuidados integrales a todos los alumnos, promoción de la salud mediante la realización de programas de educación para la salud dirigida a toda la comunidad educativa, promoción y formación de habilidades de hábitos de vida saludables, detección de riesgos e identificación precoz de los problemas de salud, así como desarrollo de estrategias que favorezcan la inclusión social, la diversidad del alumnado y la prevención de la violencia en el ámbito escolar.

“El trabajar en una cartera de servicios de enfermeras escolares tiene el objetivo de concretar y sintetizar las principales prestaciones que pueden realizar las enfermeras en los centros educativos, y que sirva de referencia para las administraciones públicas y también para los centros privados a la hora de impulsar la implantación de las enfermeras en escuelas e institutos. Las posibilidades de actuación de las enfermeras escolares es muy amplio, va desde abordar de forma sistematizada la educación sanitaria y  para la salud, con la adquisición de hábitos de vida saludables, el cuidado y seguimiento de niños y niñas con patologías crónicas que sin una enfermera tendrían complicado su escolarización, minimizando el absentismo escolar y el laboral en sus padres, la atención de episodios agudos, a ser referentes y agentes de salud dirigidos no solo a los alumnos, sino también a profesores y familias”, ha expuesto Diego Ayuso, secretario general del CGE y coordinador del Observatorio de Enfermería Escolar.


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