El cáncer supone el 26 por ciento de todas las muertes, siendo la segunda causa de muerte en Europa, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares. Caroline Berchet, economista experta en Salud de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha presentado durante su intervención en la mesa redonda ‘Reduciendo inequidades en cáncer’, en el marco de la ‘Reunión de Alto Nivel: Desafíos en la Atención del Cáncer’, los principales resultados del Registro Europeo de Desigualdades en Cáncer.

Berchet ha reiterado que la carga del cáncer en Europa es “devastadora y que supone muchas disparidades”. “Más allá de las desigualdades entre países, también vemos que hay unas desigualdades muy grandes en los resultados oncológicos dentro de los propios países en función de los grupos poblacionales”, ha añadido. Para contextualizarlo, ha utilizado las diferencias existentes en la mortalidad en función del género, siendo un 75 por ciento superior en hombres que en mujeres en la media de los países de la Unión Europea.

La investigación también muestra diferencias en la mortalidad en función del estatus socioeconómico o grupo educativo. “Especialmente en la población masculina, el índice de mortalidad es superior en aquellos que tienen menor educación que en los grupos con mayor educación”, ha matizado Berchet. “Por lo tanto, los decisores políticos deberían centrarse en estos grupos más vulnerables desde el punto de vista económico si quieren estar a la misma altura de los países que tienen un mejor rendimiento”, ha añadido.

La coordinadora de investigación en la Fundació Fisabio, Ana Molina, ha sostenido que las desigualdades en esta enfermedad tienen un impacto en la exposición a los factores de riesgo, en el acceso a los programas de detección precoz, al diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y supervivencia. “La incidencia en cáncer es mayor en los países del Norte y Oeste de Europa, mientras que la mortalidad por cáncer es mayor en los países del Este de Europa”, ha mencionado.

A continuación, ha hecho un repaso de las acciones conjuntas en las que la Comisión Europea lleva años trabajando y cuyo objetivo es visibilizar y reducir las desigualdades. La última es OriOn, que dará comienzos a finales de este año y estará vigente hasta 2025. Se trata de una acción conjunta coordinada por el instituto de Salud Pública de Eslovenia que tiene como primer objetivo monitorizar la implementación del Plan Europeo de Lucha Contra el Cáncer en los Estados miembro de la UE. Para ello, se va a diseñar y validar un marco de evaluación que incluirá criterios de equidad. En segundo lugar, se va a mapear la situación de los Planes Nacionales de Cáncer prestando especial atención a las desigualdades.

La equidad en cáncer en Europa debe seguir siendo una prioridad y debemos seguir trabajando de forma cooperativa para reducir las desigualdades. Para ello, nuestras políticas y programas deben de adaptarse a las necesidades específicas de cada colectivo, de manera que toda la población tenga las mismas oportunidades de alcanzar su máximo potencial de salud”, ha señalado Molina.

Retos para acabar con las desigualdades

En la misma línea ha querido centrar su discurso Ramón Reyes, presidente de la Asociación Española contra el cáncer (AECC). “El cáncer es igual para todos, pero no todos somos iguales frente al cáncer”, ha dicho. Reyes también ha mencionado los retos ante las inequidades existentes, a la vez que ha puesto sobre la mesa las principales desigualdades en esta materia. La primera de ellas estaría relacionada con el acceso a las mismas opciones terapéuticas por parte de todas las personas y en todos los territorios. El siguiente bloque de inequidades está relacionado con la atención integral a los enfermos de cáncer una vez que ya se ha empezado el tratamiento. “El cáncer produce un impacto emocional y social que hay que abordar. La forma de hacerlo es que se midan los niveles de distrés tanto psicológico como sociológico en los hospitales y se tengan unos protocolos de derivación a unos psicooncólogos y a unos trabajadores sociales”, ha dicho.

El tercer punto estaría relacionado con el abordaje de los cánceres con una supervivencia por debajo del 30 por ciento, para lo que ha incidido que la investigación es clave. En España tenemos cada año 100.000 personas que son diagnosticados con canceres con una supervivencia por debajo del 30 por ciento. El siguiente reto es el de los largos supervivientes. Reyes ha señalado que aún quedan muchos aspectos en los que trabajar, ya que el 21 por ciento de las personas diagnosticadas con cancer pierden su trabajo y hasta un 14 por ciento tienen que cambiar de puesto. “Tenemos que abordar este colectivo y apoyarlo en su reintegración en esa vida después del cáncer”, ha afirmado. El último desafío que ha citado ha sido el de los cuidados paliativos, donde ha insistido que existe un gran problema. “Sabemos que en España, de las 180.000 personas que fallecen cada año y necesitan cuidados paliativos, solamente el 49 por ciento los tienen. Esto quiere decir que hay unas 90.000 personas en el país, de los cuales un 70 por ciento son enfermos de cáncer, que mueren sin recibir cuidados paliativos”, ha afirmado.

Importancia de trabajar de forma cojunta

La reunión ha sido clausurada por Stella Kyriakides, comisaria europea de Sanidad y Seguridad Alimentaria; Manel Balcells, Conseller de Salut de Cataluña; y José Manuel Miñones, ministro de Sanidad. Kyriakides ha hecho hincapié en la importancia de trabajar de forma conjunta, a la vez que ha mencionado que la primera red de centros oncológicos integrales estará lista en 2025. “Este principio de colaboración es la base de nuestro trabajo desde la prevención, la detección precoz, el tratamiento y la calidad de vida. Es así como podemos solucionar los grandes retos que tienen los pacientes oncológicos y sus familias en la UE”, ha matizado.

José Miñones ha defendido la necesidad de impulsar una respuesta coordinada y justa frente al cáncer en el contexto la UE. El ministro ha destacado la importancia de abordar el cáncer desde una perspectiva amplia que combine la prevención, el diagnóstico, las terapias, la investigación y la respuesta asistencial y que permita alcanzar en 2030 una tasa de supervivencia del 70 por ciento, como plantea la AECC.

En este sentido, ha valorado la relevancia del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, aprobado en 2021, documento con el que se encuentra alineada la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS), y que, además, permitió la creación de nuevos programas como ‘Misión Cáncer’, con más financiación y un nuevo marco de actuación común.

La quinta Presidencia española del Consejo de la UE sitúa a España en una posición estratégica que permite marcar el rumbo comunitario y que, en el ámbito sanitario, pasa por construir una nueva UE de la salud. Necesitamos una Europa que priorice la salud y que asegure una respuesta coordinada y justa con las necesidades sanitarias de la ciudadanía europea. No cabe duda de que el cáncer es una de esas necesidades y, por tanto, una prioridad para nuestra Presidencia”, ha sentenciado Miñones.

Por su parte, Balcells ha insistido en que “en un problema tan complejo como es el cáncer, no hay soluciones ni fáciles ni sencillas”. “Por tanto, cualquier esfuerzo y mejora necesita un trabajo continuado y coordinado entre todos los agentes que se traducen en los planes del cáncer que hay que seguir aplicando y evaluando. En Cataluña, la atención oncológica la basamos en un trabajo multidisciplinar, con calidad asistencial y competitividad en excelencia en un entorno europeo. Esta visión coordinada a nivel europeo nos da acceso a conocimiento y a tratamientos apropiados con equipos multidisciplinares del conjunto de Europa”, ha concluido.


También te puede interesar…