Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, el 57,5 por ciento de la población española cuenta con pauta completa de vacunación contra COVID-19. Esta cifra asciende hasta el 67,8 por ciento si observamos el número de personas a los que se ha administrado al menos una dosis.

Sin embargo, si alzamos la vista a nivel mundial las cifras son heterogéneas. Según datos del portal OurWorldData, impulsado por la Universidad de Oxford y que recoge estadísticas de problemas que afectan a la población mundial, únicamente el 14,8 por ciento de la población mundial registra la pauta completa, lo que queda muy lejos de la ansiada inmunidad de rebaño, estipulada en el 70 por ciento. Los contrastes son muy marcados. Países como Siria o Guinea Bisau han administrado la pauta completa al 0,1 por ciento de su población; otros como Islandia, Emiratos Árabes Unidos, Islas Caimán o Malta que superan el 70 por ciento de ciudadanos con la vacunación completada.

Con estos índices de vacunación surge la pregunta de si será necesaria una dosis de refuerzo en el caso de las vacunas que están aprobadas. En Israel, desde hace unos días, ya se ofrece una tercera dosis de Pfizer a los mayores de 60 años. Las compañías desarrolladoras de las vacunas autorizadas y el Ministerio de Sanidad ya han emitido sus aportaciones al respecto.

Dudas sobre la tercera dosis

Desde la Organización Mundial de la Salud han expresado sus dudas sobre la idoneidad de administrar una tercera dosis en el momento actual. Y es que, según explican, esta podría ser de gran utilidad en aquellos pacientes en los cuales su sistema inmune está comprometido. Sin embargo, manifiestan la duda de si no sería más adecuado avanzar la vacunación en países con menos recursos con índices bajos en los que se registra un aumento de la incidencia.

Por tanto, aunque no se muestran en contra del refuerzo, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, declaraba recientemente que “la prioridad ahora debería ser inmunizar a aquellos ciudadanos que no hayan recibido ninguna dosis de las vacunas contra la COVID-19”.

La ministra de Sanidad de España, Carolina Darias, apuntaba a finales de mayo que estos dos puntos de vista no deberían estar enfrentados. En este sentido, recordaba el esfuerzo que está realizando el gobierno de España y otros del entorno en iniciativas como COVAX, dirigidas a aumentar los índices de vacunación global.

Desde la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ya están evaluando los primeros datos relativos a la vacuna de Pfizer y BioNTech; también los de Moderna, para decidir sobre su aplicación en la Unión Europea. Hace unos días también manifestaba en una entrevista en Onda Cero “que todo apunta a que habrá que administrar una tercera dosis” aunque no se ha determinado todavía cuándo. Asimismo, consideraba que igual que ocurre con vacunas para prevenir otras enfermedades, existe la posibilidad de que haya que aplicar dosis de recuerdo periódicamente; aun así, incidía en que en estos momentos el objetivo es alcanzar el mayor número posible de ciudadanos con “pauta completa”.


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