Cada vez está más cerca la salida a la luz del reparto ministerial emanado del acuerdo de gobierno entre PSOE y SUMAR que, tal como pudo confirmar Gaceta Médica, parece nombrar titular de la cartera sanitaria a los de Yolanda Díaz bajo petición propia, colocando así a uno de sus miembros al frente del Ministerio cuyo nombre no ha sido todavía revelado de manera oficial.

Que los magentas lideren el Ministerio de Sanidad no cuenta con precedentes gubernamentales asentados ya que, hasta la fecha, la titularidad ha recaído bien del lado socialista o, por el contrario, del lado popular. Pero lo cierto es que los últimos movimientos de los de Díaz dan cancha a la especulación sobre que esta legislatura supusiera una primera vez.

Así, Rafael Cofiño, actual portavoz de Sanidad de SUMAR, ha participado recientemente y por vez primera en un evento que congregó la semana pasada en la sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados a gran parte de la industria farmacéutica, una puesta de largo ante un sector que interviene de manera decisiva en la gestión sanitaria del país. 

Acabar con las listas de espera

¿Cuáles son las medidas estrella que proponen para Sanidad? La formación ha prometido “eliminar” las listas de espera a través del impulso de una nueva ley. Es el propio Cofiño quien ha elaborado unas líneas estratégicas para llevarlo a cabo, esbozando la metodología de lo que previsiblemente se acabará por transformar en hoja de ruta para la dirección del nuevo Ministerio. 

Según el diputado y portavoz, todos los procesos para enfrentar la tarea radican en la “reflexión colectiva, colaborativa, sumativa y no confrontativa”, un punto de partida para “comenzar a abordar este problema de una forma sistémica y global”, de acuerdo a la literalidad de sus observaciones. Algo que, en relación con el ámbito competencial –reducido para el Ministerio, extenso para las Comunidades Autónomas– dibuja un horizonte que pasa casi obligatoriamente por el diálogo entre gobiernos de distintos colores: 11 de 17 autonomías recaen en manos del Partido Popular, la catalana dirigida por Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la vasca encabezada por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), todas con trayectorias gubernamentales en lo competente a materia sanitaria ya asentadas y altamente definidas.

Medidas “etiológicas”, no “sintomáticas” (solamente)

Esta premisa le sirve al parlamentario para observar, a propósito de la actual planificación sanitaria de las administraciones públicas, que en la tipología de gestión escogida por cada una de ellas se encuentran las causas que originan las listas de espera. “Desde nuestra perspectiva, las listas de espera son un síntoma de un organismo –el sistema sanitario y el sistema social– que tiene un problema de salud”, afirma Cofiño, quien apunta las soluciones que su formación considera adecuadas. 

“No puede ser sólo un alivio parcial”, resuelve, “aunque consideramos que es necesario proponer medidas sintomáticas, tenemos claro que es mucho más importante realizar medidas etiológicas que actúen de lleno en la raíz del problema”. 

¿El método para la nueva ley?

Es aquí donde propone un “método más ordenado”, aunque evita concretarlo para enfatizar en la necesidad de realizar “un análisis de la situación” en el que se esclarezcan “las causas de las causas” de las listas de espera. 

Cuatro ejes de investigación son los que rigen su criterio analítico: el estudio de las “listas de espera por especialidades”; por “procedimientos quirúrgicos o por acceso a pruebas diagnósticas” –teniendo en cuenta aquí otras como las de “rehabilitación, atención social o dependencia”–; las “estratificadas por ejes de equidad” en función de diferentes variables como “el género” o “la edad” entre otras y la observación de la existencia (o no) de “tendencias” según los ejes anteriores.

Aunque aquí no refiere la ley que su grupo ya ha anunciado y que previsiblemente impondrá unos tiempos de espera máximos, sí que apunta en una dirección: Cofiño llama a la “aplicación de medidas distales” –próximas e inmediatas–, como pueden ser, según indica, “el fortalecimiento de la Atención Primaria o la desmedicalización”, pero incide en la necesidad de establecer “medidas proximales” –causales y profundas–.

“Trabajar en el fortalecimiento de la Atención Primaria o en la desmedicalización puede afectar a las listas de espera, pero tendrá consecuencias indudables sobre otros problemas de salud y sobre un impacto en salud global poblacional”, explica el diputado, que deja abierta una reveladora pregunta: “en base a dicho análisis se pueden plantear medidas de actuación que requerirían una posterior fase de priorización y de un detallado qué, quién, cuándo y cómo”.

Sin embargo, aunque sí se hallan pespuntes de respuesta sobre algunas cuestiones fundamentales para el sector –el mantenimiento con “retorno social” de las colaboraciones público-privadas, la escucha y colaboración con los expertos en la cadena de custodia del medicamento o el papel de las farmacias en la distribución del medicamento–, para otras todavía hay que esperar nuevas noticias. 


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