Que la salud mental no sea algo pasajero. Esta ha sido una de las consignas de la Reunión de Alto Nivel sobre Salud Mental, celebrada en el marco de la Presidencia Española de la UE, que se ha celebrado este martes en el centro Niemeyer de Asturias. Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública en funciones del Ministerio de Sanidad, ha destacado el buen funcionamiento del teléfono de prevención del suicidio 024 que, desde su puesta en marcha a mediados de 2022, ha atendido más 178.000 llamadas.
Este teléfono es una de las herramientas que se utilizan en España para prevenir casos de suicidio y para reducir el sufrimiento emocional, romper el silencio y fomentar la escucha activa. El teléfono también tiene por objetivo visibilizar el suicidio, mejorar la información de las personas con alto sufrimiento emocional, orientar y dar acompañamiento psicosocial, y generar un cambio positivo en las personas con riesgo de conducta suicida que les permita aceptar su situación y enfrentarse, con herramientas adecuadas, a su situación vital.
Aparicio ha explicado que las líneas a seguir de la estrategia española de Salud mental tienen que ver con la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida y que, el Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024 basa su acción en el refuerzo de los recursos humanos, en la optimización de la atención integral en todos los ámbitos del Sistema Nacional de Salud, en la lucha contra la estigmatización de las personas con problemas de salud mental, en la prevención precoz y la atención a la conducta suicida, en el abordaje de la salud mental en contextos de mayor vulnerabilidad y en la prevención a conductas adictivas.
Hasta el momento, el servicio ha atendido 178.122 llamadas y ha derivado 7.555 a los servicios regionales del 112. Cabe destacar que alrededor del 37,7% de las intervenciones se han realizado con mujeres, un 32,8% con hombres y el resto no ha especificado su edad. El grupo de edad de entre los 50 y 54 años son los que más han usado el servicio de forma telefónica y el chat online lo han utilizado, sobre todo, los jóvenes de entre 15 y 19 años.
“Alguien que escuche al otro lado”
Para poner en marcha esta iniciativa, ha explicado Aparicio durante su presentación, se han establecido mecanismos y circuitos ágiles para mejorar el acceso; se han desarrollado herramientas que posibiliten la identificación de posibles pensamientos suicidas; se lleca a cabo formación continuada y se desarrollan registros que permitan conocer las tentativas de suicidios.
“Es una posibilidad de respuesta hacia una persona que tiene una angustia vital, pero no solo para esa persona, también para su entorno y familiares”
Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública en funciones del Ministerio de Sanidad
La creación del teléfono para prevenir el suicidio es esencial, ha recalcado Aparicio. “La comunicación es muy importante, el tener alguien que te escuche al otro lado”, ha incidido. “Es una posibilidad de respuesta hacia una persona que tiene una angustia vital, pero no solo para esa persona, también para su entorno y familiares”.
De cara a los profesionales que trabajan en este servicio, cuentan con “unos protocolos y una formación continuada para poder clasificar a personas en riesgo de suicidio”, ha especificado la directora general, que también ha confirmado que este teléfono sirve como medida para saber cómo funcionan otros filtros como pueden ser el sanitario, el laboral o el educativo.
“Los datos nos muestran que queda mucho por hacer. Tenemos que actuar en todos los entornos donde estamos las personas y uno de ellos es global: los medios de comunicación y las redes sociales. Hablar del suicidio como un tema que no tienes por qué esconder es fundamental”, ha señalado y ha recordado que en los entornos rurales hay que redoblar esfuerzos puesto que en ese ámbito, la fuerza del estigma es mucho mayor.
Salud mental en niños y adolescentes
En la segunda parte de la sesión dedicada a la prevención del suicidio se ha hablado de la salud mental en niños y adolescentes, y se ha recordado cómo la COVID-19 afectó de lleno a la salud mental de los menores. Con todo, se ha recordado que las cifras de afectación ya venían creciendo desde antes de la pandemia.
María Luisa Lázaro, jefa de servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Hospital Clínic de Barcelona, ha sido la encargada de explicar el apartado de la salud mental en la infancia y la adolescencia, dentro de la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud.
Como recomendaciones generales, Lázaro ha destacado la formación adecuada desde la Atención Primaria para detectar a niños, niñas y adolescentes con riesgo de depresión, así como aproximar el gasto sanitario en salud mental a la media española en aquellas ccaa que no sea así y, finalmente, desarrollar unidades específicas de salud mental.
La investigadora ha alabado la labor del grupo de trabajo de salud mental de la infancia y la adolescencia, qe se encarga de incorporar procedimientos de cribado que permitan una mayor identificación y elabora programas de formación continuada.
“En los últimos años, todos hemos oído hablar del deterioro de la salud mental de los niños y los adolescentes. Lo que está claro es que después de la COVID-19 se vieron afectados de forma negativo a los adolescentes más mayores o a las mujeres, entre otros”, ha explicado. “Pero no nos podemos quedar solo con la COVID, sino que también debemos tener en cuenta la adversidad psicosocial a la que se enfrentan los menores”, ha alertado.
Un bajo nivel socioeconómico, ha recordado Lázaro, “favorece la presencia de patología mental, afecta al rendimiento académico y a la salud física”. Finalmente, también ha alertado del efecto negativo de las nuevas tecnologías y de las redes sociales en el funcionamiento cognitivo de la gente joven.
“No nos podemos quedar solo en la prevención, hay que optimizar al máximo el trabajo con las personas que ya tienen la patología. Se necesita colaboración intensa con otros ámbitos como educativo y la justicia. La salud mental y trabajar por la salud mental de los niños y tratar trastornos mentales en los niños es lo que tenemos que aportar para intentar hacer una sociedad un poco más justa”, ha concluido.