La confianza en las vacunas: España un modelo en occidente

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Parece una incongruencia, pero la confianza en las vacunas es un problema sanitario de primer orden en nuestro país vecino, Francia. Las dudas sobre algunas vacunas se han suscitado por la rapidez de su desarrollo y registro, con falta de transparencia en sus resultados clínicos en algunos casos.

Rusia y China son los países que ocasionan estas dudas respecto a la eficacia y seguridad de sus vacunas, y ambas han contado con el Estado respectivo como defensor de una vacuna nacional. Una vacuna que se utiliza con fines geopolíticos para ganar influencia.

“El desarrollo de las vacunas de empresas Chinas (Sinovac y Sinopharm) ha generado dudas sobre su transparencia en los datos de sus ensayos clínicos”

Vacunas chinas: dudas sobre su eficacia

El desarrollo de las vacunas de empresas Chinas (Sinovac y Sinopharm) ha generado dudas sobre su transparencia en los datos de sus ensayos clínicos. Ambas vacunas se utilizan ampliamente en países de bajos y medianos ingresos. Estas vacunas de virus inactivados han mostrado resultados dispares.

En un ensayo en Brasil con dos dosis de Sinovac se obtuvo una eficacia del 51%. Con la vacuna de Sinopharm los resultados comunicados en varios países fueron de una eficacia del 79%. La OMS decidió aprobar de emergencia la vacuna de Sinovac, a pesar de su escasa eficacia en comparación con otras vacunas. Son vacunas sin requerimientos de conservación y son útiles en países que no pueden mantener la cadena de frío más allá de un refrigerador normal.

100 países usan Sinovac

Un total de 100 países de Asia, América del Sur y África utilizan la vacuna de Sinovac. Ya han sido entregadas casi 1.000 millones de estas vacunas en todo el mundo.

Chile está entre los países con mayor ratio de vacunación de su población, que alcanza el 70% de la población. La variante delta más contagiosa se ha hecho prevalente en este país y han vuelto al toque de queda. La mayoría de los chilenos se han vacunado con Sinovac. Hay otros ejemplos de poblaciones con altos ratios de vacunación con Sinopharm (Seychelles, Mongolia, Indonesia) con un resultado de protección inmunitaria dudoso. Sin embargo, parece que podría haber otros factores responsables de la baja eficacia de estas vacunas.

Rusia: ejemplo de mala gestión

Vladimir Putin se dirigió en junio de 2020 a los asistentes al Foro Económico Mundial celebrado en San Petersburgo, el primero postpandémico, afirmando que “Rusia ahora permite este tipo de celebraciones sin riesgo de diseminar la infección”. Ni era cierto entonces ni están mejor ahora, inmersos en una nueva ola que es más mortal que ninguna otra del país, con más de 600 fallecidos al día.

“Rusia ha registrado más de 460.000 muertes adicionales, de las que sólo atribuye 85.000 a la COVID-19. La falsa sensación de seguridad ha sido una trampa mortal para los ciudadanos rusos”

La vacuna rusa bautizada como “Sputnik V” es similar a la de AstraZeneca, y aparentemente igual de efectiva. Pero en Rusia sólo han conseguido vacunarse un 20% de la población. El problema son las dudas de la población en la vacuna que tanto entusiasmo ha desatado en su Gobierno.

Mientras que Europa se sumía en distintos confinamientos y limitaciones, Rusia dio rienda suelta a comercios, cines y restaurantes. Rusia ha registrado más de 460.000 muertes adicionales, de las que sólo atribuye 85.000 a la COVID-19. La falsa sensación de seguridad ha sido una trampa mortal para los ciudadanos rusos.

“en febrero pasado un 57% de las personas en rusia no estaban preocupadas por infectarse por SARS-CoV-2”

El dato es ilustrativo: en febrero pasado un 57% de las personas en Rusia no estaban preocupadas por infectarse por SARS-CoV-2. Además dos tercios de la población rechazaba la idea de ser vacunados.

Probablemente, Sputnik V es tan efectiva como otras vacunas de adenovirus. Su aprobación antes de publicar sus resultados, y su utilización como arma geopolítica han socavado la credibilidad de la vacuna en la propia sociedad.

No ha ayudado a la confianza en las vacunas de COVOD-19 que el Kremlim ha intentado desacreditar al resto de vacunas parala COVID-19. Y ya sabemos que es la cuna mundial de las “fakenews” para desestabilizar la opinión pública.

Ahora Rusia pide certificados QR para acceder a locales…y un mercado negro de certificados comienza a florecer. Rusia comenzó mal y tiene un duro y largo periodo de pandemia por delante

Francia: dudas de los médicos

Francia es uno de los países del mundo con más escepticismo respecto a las vacunas. Eso ha facilitado la proliferación de fakenews (noticias falsas) por parte de activistas antivacunas, según informa la BBC. Existe un tipo de pensamiento que no niega la COVID-19 pero alberga dudas sobre las vacunas desarrolladas.

“La rápida investigación de las vacunas para la COVID-19, y el gran desconocimiento de los mecanismos de registro, abre la puerta a la especulación”

La rápida investigación de las vacunas para la COVID-19, y el gran desconocimiento de los mecanismos de registro, abre la puerta a la especulación. La duda en Francia anida en el movimiento antivacunas de COVID-19. Sólo la página de facebook de Gilles de Francia, un activista anti vacunas de COVID-19 y conspiraciones, cuenta con más de 4 millones de “likes“.

En este contexto, la baja vacunación de los médicos es un problema sanitario de primera magnitud. Apenas un tercio del personal médico francés se ha vacunado contra la COVID-19. El presidente francés, Emmanuel Macron anunció la obligatoriedad del personal sanitario de vacunarse contra la COVID-19.

“En España, sin embargo, no existe esta cultura de la duda y la conspiranoia. Las administraciones sanitarias, con el ministerio a la cabeza, han hecho los deberes

España: un modelo con los sanitarios a la cabeza

En España, sin embargo, no existe esta cultura de la duda y la conspiranoia. Las administraciones sanitarias, con el ministerio a la cabeza, han hecho los deberes. Los sanitarios se han vacunado y la población va a buen ritmo.

Las organizaciones de pacientes han sido informadas, la transparencia y la información, en relación a las vacunas COVID-19, ha sido siempre una prioridad. Nuestro país ha contribuido a una información de calidad sobre las vacunas de COVID-19 por su cultura vacunal, tanto pediátrica como del adulto.

La ciencia y la información han sido elementos cruciales para que el personal sanitario se vacune contra la COVID-19 en más del 90% de los casos.

Las Sociedades Científicas, los medios de comunicación y los expertos y expertas  han sido esenciales en esta tarea. Pero no hay que bajar la guardia con la desinformación, ya que ésta no descansa nunca.