El pasado mes de agosto la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó una nueva variante del virus SARS-CoV-2 como “bajo vigilancia”. Ahora ha pasado a ser una “variante de interés” debido a su evolución. BA.2.86, conocida coloquialmente como pirola, ha ido cogiendo fuerza en las últimas semanas y, de acuerdo con los datos del informe de vigilancia centinela de infecciones respiratorias por gripe, covid y virus respiratorio sincitial (VRS), esta nueva variante es una de las más predominantes en España, representando un 41,79 por ciento de todas las muestras secuenciadas durante la semana del 4 al 10 de diciembre.

Aunque su incidencia está en auge, la OMS considera que el riesgo que supone para la salud pública mundial es “bajo”. Aun así, subrayan que con la llegada del invierno al hemisferio norte es posible que aumente la carga de infecciones respiratorias en muchos países. No obstante, el organismo internacional asegura que las vacunas actuales siguen protegiendo contra la enfermedad grave y la muerte por esta y otras variantes circulantes de SARS-CoV-2.

Características de BA.2.86

Esta nueva variante ya ha destacado por su enorme capacidad de escape inmunitario, como relevan varias publicaciones. Y es que BA.2.86 representa un salto evolutivo importante respecto a variantes anteriores. En total, ha introducido 32 mutaciones en la secuencia de aminoácidos de la espícula frente a su antecesor BA.2 y 35 mutaciones respecto a la variante XBB.1.5.

Los expertos señalan que hasta ahora la aparición de mutaciones ha supuesto una mayor capacidad de evasión a la respuesta protectora de los anticuerpos como primera línea de defensa. Sin embargo, se espera que las sucesivas dosis vacunales y la eficacia de los fármacos disponibles eviten que esta variante provoque un incremento de los ingresos hospitalarios, las secuelas y los fallecimientos. Asimismo, la OMS, en su documento de evaluación de riesgos, señala que varios estudios han mostrado que pacientes infectados con ómicron ofrecieron una actividad neutralizante sólida  contra BA.2.86, lo que podría sugerir que las últimas vacunas adaptadas a ómicron, que son las que se están administrando en la campaña de vacunación actual, podrían ofrecer protección adicional.

Por otra parte, el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha destacado que la variante BA.2.86 también se incluyó como de “de interés” por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) el pasado 24 de noviembre. Del mismo modo, instó a monitorizarla junto a otras tres: BA.275, XBB.1.5-like yXBB.1.5-like +F456L.

Una subvariante más nueva

En este sentido, la OMS también ha señalado que están monitorizando a la subvariante JN.1, cuya prevalencia durante los meses de noviembre y diciembre ha sido reseñable en Estados Unidos. Además también tiene presencia en otros países como Dinamarca, Francia, Bélgica o México.

Ambos patógenos presentan los síntomas habituales de la enfermedad: tos, fiebre, congestión nasal, dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares y molestias en la garganta. Y, del mismo modo que cepas anteriores, la enfermedad puede presentarse asintomática o grave.


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