La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) son la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo. Entre ellas, se encuentra el cáncer, foco de estudio de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO). En el marco de su último Congreso científico de 2023, celebrado en octubre en la capital madrileña, se hizo hincapié en la importancia de establecer estrategias ligadas a la prevención de la enfermedad. En la presentación de los “highlights” del evento, José María Martín-Moreno, presidente del Comité Científico de las sesiones de Política y Prevención del Cáncer, reivindicó en su ponencia la importancia de las políticas y estrategias preventivas.

Martín-Moreno acompañado del presidente de ESMO para 2022-2023, Andrés Cervantes

En palabras a Gaceta Médica señala que, en una presentación previa de ESMO, la representante de la OMS para enfermedades crónicas, Bente Mikkelsen, incidió en que las dos crisis globales a las que nos enfrentamos son la del clima y la de las ENT. En este aspecto, Martín-Moreno indica que las últimas “se están llevando la mayor carga de enfermedad, en concreto, el 80 por ciento en todo el mundo”. Por ello, sostiene que es clave atajar el cáncer con la implementación de estrategias de prevención. “Hace falta participar de manera activa y colaborar desde la Oncología Médica, Atención Primaria y los diferentes profesionales de la salud para afrontar estos retos. Solo lo podremos hacer juntos”, recalca.

Entre el 40 y el 50 por cierto del cáncer se puede prevenir si se implementaran todas las estrategias de prevención que se conocen en la actualidad. Eliminando el tabaco, reduciendo la polución atmosférica, mejorando la dieta, reduciendo la carne procesada, aumentando las frutas y verduras, disminuyendo las bebidas y alimentos azucarados y minimizando el alcohol, por ejemplo. En el último caso, “este produce el cuatro por ciento de los casos de cáncer, al menos en siete tipos: esófago, hígado, colon, cavidad oral, recto, laringe y mama”, afirma el ponente.

Papel del oncólogo

En el ámbito de la prevención, el papel de los especialistas en Oncología es esencial. “Los profesionales deben tener un papel activo en prevenir la enfermedad, tanto en prevención primaria como secundaria, para que los tumores no recidiven”, destaca Martín-Moreno. “La obligación de los profesionales, en general, es tratar de que no aparezcan los casos y esto solo se puede lograr a través del diagnóstico precoz y el cribado. Además, hay que concienciar y ver cómo se puede mejorar la implementación, hay muchas cosas que sabemos, pero que no se hacen. La implementación es todo un reto en la actualidad”.

Otro de los aspectos en los que insiste es en la importancia de que se eduque a la sociedad en este tipo de estrategias y de que se produzcan otros tipos de cambios. “Se necesitan medidas estructurales y conductuales, medidas tanto desde el punto de vista regulativo como del normativo, que faciliten que las opciones más saludables también sean las más factibles. Además, son imprescindibles las aproximaciones multinivel”.

Implementación de estrategias de prevención en España

El Sistema Nacional de Salud (SNS) cuenta con una estrategia en cáncer a nivel nacional. “Es una estrategia valiosa que merece la pena aplaudir”, reitera. Prevención, diagnóstico precoz, cribado, atención integral, calidad de vida e, incluso, cuidados paliativos son algunos de los aspectos que trata. No obstante, el Catedrático de Medicina Preventiva establece que el inconveniente es que no deja de ser una estrategia teórica, no un plan operativo que conlleve recursos. “La aplicación de todo esto la tienen que llevar a cabo las comunidades autónomas y está siendo heterogénea, desigual e inequitativa”, afirma.

Por ello, reivindica que debería haber un mayor protagonismo y coordinación del Estado, sobre todo teniendo en cuenta los beneficios. “Los resultados de la prevención tardan tiempo en verse”, asegura. Como consecuencia, “los políticos no quieren dar especial prioridad a intervenciones que pueden tener resultados cuando ya no estén”, añade. Para impedir que esto continúe sucediendo alega que se debe priorizar estas estrategias a nivel nacional y europeo. “Por eso mismo existe el Código Europeo Contra el Cáncer”, insiste. “Desde este punto de vista hay bastante espacio de mejora, tanto en España como en otros sitos, porque no se están implementando todas las cosas que sabemos que podrían ser útiles en cuanto a prevención”.

Los países nórdicos, toda una referencia

Si elevamos la vista a nivel global, hay países que sí que son referentes en implementar estrategias óptimas de prevención. En concreto, Martín-Moreno señala los nórdicos. “Han invertido mucho, empezando por los propios registros de cáncer y siguiendo con la promoción de elementos más estructurales ligados a los hábitos de vida como la alimentación, actividad física… Son países en los que se pueden ver modelos de intervención”, asegura.

A modo de conclusión, el presidente del Comité Científico de las sesiones de Política y Prevención del Cáncer hace hincapié en que “invertir en prevención y fomentarla no es solo añadir años a la vida si no que se añada calidad de vida a los años para que todo el mundo pueda desarrollar su proyecto vital”.

Además de la prevención en cáncer, también se repasaron otros hitos del Congreso científico de ESMO. Estos estuvieron ligados al cáncer de mama, ginecológico y genitourinario (prostático y no prostático); los tumores del sistema nervioso central; la ciencia básica e investigación traslacional; la terapia del desarrollo y la inmunoterapia en investigación.


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