Las nuevas investigaciones y la llegada de la reciente innovación en el ámbito de la oncología buscan la eficiencia. “Curar con menos” es el gran objetivo frente al cáncer de mama. Una idea que ha quedado plasmada en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología (ASCO).

Tal y como afirma José Ángel García Saenz, responsable de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Clínico de Madrid, en una entrevista con Gaceta Médica, “mejorando la medicina de precisión en cáncer de mama somos más eficientes, porque sabemos identificar a qué pacientes podemos curar”.

Innovación para la enfermedad precoz

Las novedades de la investigación en cáncer de mama presentadas en ASCO van en esta dirección. Respecto a los avances en enfermedad precoz, García Saenz destaca los inhibidores de ciclinas, los CDK, que “interfieren en la supervivencia de la célula tumoral en adyuvancia y se considera ya un estándar para el manejo de cáncer de mama inicial”.

El oncólogo hace referencia a varias comunicaciones importantes para la enfermedad precoz. Una de ellas es el ensayo Monarch-E, de fase 3, que certifica que administrar abemaciclib no interfiere en la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama HR+ HER2- en estadios iniciales y con alto riesgo de recaída, con respecto a las que no lo recibieron. El beneficio obtenido, tanto en datos de eficacia como de seguridad, es similar en mujeres mayores de 65 años y mujeres más jóvenes.

Los datos de cuatro años de seguimiento comunicados anteriormente ya demostraban que la combinación de este fármaco con una terapia endocrina permite reducir en un 34 por ciento el riesgo de recidiva y de desarrollar enfermedad metastásica a distancia. Algo que respalda el objetivo de erradicar la micrometástasis o enfermedad mínima residual con el fin de prevenir una recaída.

Tal y como defendió David Hyman, M.D, director médico de Loxo@Lilly, en ASCO, los datos maduros de abemaciclib “refuerzan su beneficio como tratamiento adyuvante en este tipo de cáncer de mama para los pacientes de cualquier edad”. “Además, los nuevos resultados revelan que la eficacia prolongada del fármaco no se ve comprometida por una reducción de la dosis, en el caso de que esta fuera necesaria”, agregó.

Por otro lado, el estudio NATALEE, donde mujeres con cáncer de mama en etapas 2 y 3 recibieron su tratamiento estándar con ribociclib durante tres años, “consolida los resultados maduros de un ensayo que se comunicó tres años antes, el estudio MonarchE, con abemaciclib, que demostró unos resultados inicialmente parecidos a NATALEE”, señala García Saenz.

Otro ensayo, PENELOPE-B, aunque fue negativo, aportó “datos moleculares muy interesantes”. Se comprobó que cuando el ctDNA basal se detectaba, todas las pacientes recaían, mientras que las mujeres con ctDNA cero tenían mejor pronóstico. “Esto nos puede servir para identificar a la población de mayor riesgo”, apunta el oncólogo.

Finalmente, menciona una investigación liderada por los doctores españoles Javier Cortés y Antonio Llombart. Se trata del estudio PHERgain, de fase 2, que busca reducir los tratamientos que curan el cáncer de mama HER2+ en etapa inicial, administrando la terapia dirigida antiHER2 sin quimioterapia. “Aunque aún es muy preliminar, fue una comunicación oral muy importante porque abre una ventana a la esperanza de poder curar sin quimio”, asegura García Saenz.

Avances en cáncer de mama metastásico

El experto también apunta a los avances producidos en cáncer de mama metastásico. Por un lado, la actualización del estudio francés PADA-1, que muestra el beneficio de cambiar la terapia endocrina, independientemente del tipo de mutación ESR1 y de la presencia o no de policlonalidad. “Con ese cambio, la posibilidad de controlar la enfermedad es más duradera”, asevera el oncólogo.

Asimismo, recalca la reciente llegada de los ADCs o anticuerpos inmunoconjugados, que buscan “la debilidad de la célula tumoral”. García Saenz los compara con las “balas mágicas” a las que ya se refería Paul Ehrlich, padre de la inmunología, que eran necesarias para atacar a las células malignas mientras respetan las células sanas.

“El reto ahora es que, con los avances que conocemos, podamos volver a controlar este cáncer cuando haya recaídas y buscar combinaciones de fármacos que vayan a una enfermedad que se ha hecho resistente y heterogénea”, concluye el oncólogo.


También te puede interesar…