La lucha contra las resistencias antimicrobianas se libra en todos los niveles asistenciales. La necesidad de reforzar las actuaciones en la atención primaria fue uno de los mensajes que se escucharon de forma reiterada recientemente en la jornada ‘La lucha contra la resistencia antibiótica. El papel de la innovación’, organizada por Fundamed con la colaboración de Shionogi.

Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), los profesionales coinciden en que el camino emprendido es el adecuado, aunque identifican, al igual que en el resto de los espacios, que existen áreas de mejora.

Maite Jorge Bravo, responsable del Grupo de Trabajo de Infecciosas de SEMG, explica a GACETA MÉDICA que “en el ámbito comunitario se progresa lentamente”. La especialista destaca, como logros, “la disminución en el consumo de antibióticos desde el comienzo del primer PRAN (2014-2018) y la implementación de los Programas de Optimización del uso de Antibióticos (PROA)”.

Según los últimos datos, correspondientes a 2021, obtenidos de los mapas de consumo, la media en España es de 18,49 dosis diarias definidas por 1000 habitantes y Día (DHD), superior a la media de la Unión europea, con un leve repunte con respecto a 2020, cuando se situó en 18,2, explica la experta.

La responsable de Infecciosas de la SEMG remarca así que, “aunque estamos en la senda correcta, es necesario más esfuerzo para llegar a la meta”.

Por su parte Concepción Sánchez Pina y Rosa Albañil, presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) y miembro del Grupo de Infecciosas de esta asociación, respectivamente, coinciden en que en los últimos años se han puesto en marcha medidas desde el ámbito institucional y las sociedades científicas que han aumentado la concienciación en los profesionales y en la población.

Existe una mayor conciencia sobre la necesidad de realizar un uso adecuado de los antibióticos y se ha dotado a los profesionales de herramientas para mejorar la prescripción, además de trabajar de manera continuada en la formación de los mismos, así como en la información a la población, subrayan.

Según su análisis, “en pediatría existen datos parciales que apuntan a que en los últimos años se ha reducido el consumo de antibióticos y ha mejorado el perfil de prescripción, es decir, se prescribe menos y mejor. También existen datos locales que indican una mejora de las tasas de sensibilidad de algún microorganismo concreto”.

Sin embargo, destacan que “aún existe margen de mejora tanto en la implantación de medidas, como en las condiciones para su aplicación o en los objetivos a conseguir”.

“Como representantes de Aepap, a nivel institucional estamos integrados en el PRAN y en los PROA en varias comunidades autónomas, y colaboramos activamente en la elaboración, implementación y desarrollo de documentos y actividades desde estas instituciones”, indican.

Las portavoces de esta asociación también destacan que la formación realizada por la entidad se dirige a mejorar la prescripción de antibióticos más allá de los cursos, congresos y jornadas. Se lleva a cabo de manera continua a través de las actividades del Grupo de Trabajo de Patología Infecciosa y de la Guía ABE, que es un referente, de acceso abierto, en la prescripción antibiótica en pediatría. Además, Aepap mantiene una línea específica para educación a padres y pacientes a través de la web Familia y Salud.

Áreas de mejora en AP

Desde ambas entidades repasan las áreas de mejora para luchar contra las resistencias antimicrobianas desde el primer nivel asistencial.

La portavoz de SEMG diferencia tres áreas de actuación. En primer lugar, Maite Jorge aboga por aumentar el conocimiento de los profesionales sanitarios de AP sobre las líneas estratégicas del PRAN y las recomendaciones PROA del Área de Salud correspondiente. “En una encuesta realizada en 2022 por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas de SEMG, respondida por 400 profesionales sanitarios, un 64 por ciento desconocía el PRAN, un 52 por ciento el PROA y un 80 por ciento las actividades de la Aemps en relación con las Resistencia de Antibióticos”, repasa la especialista.

Un 28 por ciento de los profesionales no disponen de ninguna prueba de diagnóstico rápido ‘a pie de usuario’, según una encuesta realizada por SEMG

Otro punto importante, en su opinión, pasa por “implementar las Guías terapéuticas Antimicrobianas (GTA) en las consultas de AP, favorecer el acceso a las mismas en tiempo real y fomentar su uso”. “En la encuesta referida (de SEMG), un 18 por ciento no usaba ninguna GTA y 23 por ciento alguna vez”, añade Jorgen.

Para finalizar, la portavoz de SEMG señala que es necesario “disponer de pruebas de diagnóstico rápido (PDR) en los distintos ámbitos donde se desarrolla la AP (rural, urbano, consultorios, SUAP etc) así como tener disponible la información sobre el mapa de resistencias del hospital de referencia (HR).

“La información proporcionada por la encuesta refleja que un 28 por ciento de los profesionales no disponen de ninguna PDR a “pie del usuario”, solo el 60 por ciento pueden realizar PDR del estreptococo y un 37 por ciento no recibe información sobre el mapa de resistencias del HR”, advierte la médico de familia.

En esta línea, recuerda que desde SEMG se trabaja desde 2018 en estas tres áreas: formación en las Jornadas de médicos internos residentes y en los Congresos nacionales anuales, colaboración con AEMPS en el PRAN, PROA, Normas de Certificación PROA junto a otras Sociedades Científicas (SSCC) así como en la actualización de la GTA del PRAN o elaboración de otras GTA con otras sociedades científicas.

Antibióticos en la población infantil

Por parte de las portavoces de Aepap, una de las prioridades tiene que ver con los datos específicos sobre población pediátrica. “Necesitamos la publicación de datos oficiales, periódicos y actualizados sobre consumo de antibióticos a nivel nacional, autonómico, local y del prescriptor, referidos a población pediátrica”, recuerdan Rosa Albañil y Concepción Sánchez Pina.

En la misma línea, insisten en que estos profesionales necesitan “la publicación de datos oficiales, periódicos y actualizados sobre tasas de resistencias de los patógenos responsables de los procesos infecciosos más frecuentes en población pediátrica a nivel nacional, autonómico y local”.

En este aspecto, consideran que “por el número de pacientes atendidos en atención primaria, existe un potencial investigador en este nivel asistencial, que debería ser aprovechado por las autoridades sanitarias, impulsando y facilitando la realización de proyectos de investigación multicéntricos”.

“Las condiciones laborales influyen sobre la calidad de la prescripción”, remarcan desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria

Por otra parte, las portavoces de Aepap también ponen el acento en la importancia de las condiciones laborales sobre la calidad de la prescripción. “Disminuir la demanda y conseguir aumentar el tiempo que el profesional dedica a cada paciente mejora la calidad y la seguridad de la atención y de la prescripción realizada. También permite explicar al paciente las decisiones terapéuticas y mejorar así su educación sanitaria”, recuerdan.

Por todo ello, la mejora de las condiciones en que se presta la asistencia, la dotación de pruebas complementarias orientadas, la disponibilidad de test de diagnóstico rápido, el acceso rápido a resultados, el acceso a formación y la información sobre datos de resistencia y de prescripción individual, son necesarios para disminuir los datos de consumo, realizar un uso adecuado de antibióticos y disminuir las cifras de resistencia, en opinión de las pediatras de atención primaria.

De igual modo, subrayan que cumplir los calendarios vacunales también contribuye a disminuir el consumo antibiótico.

Para finalizar, y especialmente importante en estos momentos en que existen desabastecimientos de algunos fármacos, hacen hincapié en que “es imprescindible asegurar la disponibilidad de los antibióticos de primera elección. La industria y las instituciones deben responsabilizarse de ello”.

Así como “implicar a todos los estamentos relacionados con la asistencia sanitaria y a otros agentes sociales”, finalizan las portavoces de Aepap.


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