Mónica García ha aprovechado su primer acto público al frente de la cartera de Sanidad para pedir a los gobernantes “altura de miras” para anteponer el bienestar a las “batallas cortoplacistas de los partidos”. La nueva ministra ha inaugurado la 32 reunión de los Consejos Nacionales de Ética, en la que se ha comprometido a llevar a cabo su mandato en los próximos años “desde la ética”.
De este modo, García ha llamado a todos los actores a “tender puentes” para afrontar los retos presentes y futuro. “No podemos afrontar retos como el del crecimiento de los problemas de salud mental cavando trincheras, sino tendiendo puentes, construyendo herramientas de deliberación para tomar medidas que mejoren las vidas de la gente, que las doten de unas condiciones de vida que las mejoren y que les resten dolor y sufrimiento”, ha subrayado.
En su discurso inaugural, la ministra ha afeado algunas de las políticas sanitarias adoptadas en legislaturas pasadas, como los copagos de medicamentos en población pensionista. En opinión Mónica García, se ha “amputado” la universalidad del sistema sanitario y “se han deteriorado los servicios sanitarios incrementando las listas de espera”. Todo ello, según ha lamentado, “a sabiendas de que supondría infligir un daño en la salud de muchas personas”.
En esa línea, la dirigente ha abogado por reconocer la dignidad en todos los seres humanos “para mejorar nuestras sociedades y, más concretamente, la salud de nuestra gente”. Ha recordado, además, que la política debe caracterizarse por la “necesidad de guiarse por un fuerte principio de justicia”. Por eso, ha señalado que los sistemas sanitarios, especialmente los sistemas sanitarios públicos, han de ser garantes de la igualdad de oportunidades y de la capacidad de los individuos de poder tener varias oportunidades si las necesitan.
Por último, García ha incidido que es labor de los gobernantes, de los profesionales sanitarios y de los expertos en ética clínica identificar las situaciones de enfermedad y muerte, y no huir de esa realidad: “Es una enorme responsabilidad, a la par que una gran oportunidad para dejar en el mundo una huella imborrable”.
