Con la vista puesta en 2022, durante las primeras semanas del año vamos a ver los comienzos y las tendencias de un año con dosis iguales de esperanza e incertidumbre. Un análisis del equipo de redacción de GACETA MÉDICA y EL GLOBAL nos permite concretar algunos aspectos que consideramos cruciales para el año recién empezado.
Tendencias sanitarias en 2022
- Paso de pandemia a endemia. El mundo occidental se enfrenta a la realidad de un virus que se incorporará a la lista de los que son habituales en nuestra sociedad. El impacto de esta transición no solo afectará a la economía, el trabajo o al turismo, sino a la asistencia sanitaria. Esta transición llevará al sistema sanitario a aceptar que contagios y enfermos seguirán siendo una constante, como cualquier otra infección. Al mismo tiempo, la atención a los enfermos crónicos deberá preservarse para evitar daños irreparables en las personas con patologías que requieren atención y seguimiento, y que la pandemia sigue dificultando en plena 6ª ola de Ómicron.
- Nuevos tratamientos y vacunas para la COVID-19. Las compañías innovadoras trabajan ya en nuevas vacunas, mixtas, activas frente a posibles variantes (incluyendo Ómicron), como también anticuerpos monoclonales y antivirales contra el SARS-CoV-2. Todo el arsenal será necesario para que la sociedad avance y el sistema sanitario se recupere y vuelva a una relativa normalidad asistencial. Pero las personas que ingresen en los hospitales necesitarán reducir su estancia hospitalaria y evitar riesgos de una mayor mortalidad. Todo esto lo proporciona el arsenal terapéutico y de prevención contra la COVID-19.
- El refuerzo de la atención primaria. Cualquier normalización de la asistencia sanitaria pasa por el apoyo, refuerzo si es necesario y rediseño de la atención primaria. Pero los picos de actividad no reflejan sino demandas puntuales que serán cada vez más ocasionales, como la demanda de test de antígenos y PCRs. También vendrán brotes puntuales de COVID-19 que incrementarán la IA y, a medida que avance el año, localizados. Para que las urgencias de los hospitales y la atención especializada (incluyendo las intervenciones quirúrgicas habituales) puedan ejercer su labor, es preciso que la puerta de entrada al sistema sanitario sea, de nuevo y con relativa normalidad, la atención primaria. La teleasistencia impulsada por la atención primaria se ha utilizado como única opción en un momento de altos contagios, pero no puede ser la herramienta habitual. La teleasistencia no soluciona en desbordamiento ni los retrasos derivados de la suspensión de las visitas en consultas. Siendo una herramienta a incluir de manera rutinaria, no puede ser la opción preferente, ya que muchas personas muy mayores (enfermos crónicos) no pueden beneficiarse de ella, corriendo el riesgo de su exclusión del sistema asistencial de manera temporal.
- Impacto del COVID persistente. Hasta un 15% de las personas que contraen COVID-19 hasta ahora mantienen, durante muchas semanas y hasta 6 meses después del fin de la infección, distintos síntomas. Se han identificado, con las cepas previas a Ómicron, hasta 200, siendo los más frecuentes fatiga, cefalea, dolor neuromuscular y la llamada “niebla mental” que modifica la capacidad de ejecutar tareas con la agilidad previa a la infección. El sistema sanitario deberá lidiar tanto con la futura endemia de COVID-19 como con sus secuelas. Ante la avalancha de contagios con la que terminamos 2021, aún es difícil saber la incidencia de la COVID persistente por causa de Ómicron. Desde la Medicina de familia y Comunitaria ya avisan de que será preciso tener presente el rastro crónico que deja la infección aguda. En especial, se ha detectado una mayor frecuencia en mujeres y en edades comprendidas entre 36 y 50 años.
- Los fondos europeos para sanidad. Dos objetivos anunció el presidente del Gobierno Pedro Sánchez como cruciales: la incorporación de terapias avanzadas y la medicina de precisión. Dos “patas del proyecto”, como afirmó el presidente del Gobierno en la presentación del “PERTE para la salud de vanguardia“. Movilizará hasta 1.469 millones de euros hasta 2023 de los Fondos europeos NextGeneration. El sector público proporcionará un 65% de estos fondos, mientras que el sector privado aportará el restante 35%.
- El plan de cancer europeo avanza. La UE sigue avanzando en su lucha contra el cáncer con el BEAT Cancer Plan. En 2022 los planes nacionales y regionales de los Estados miembro serán también objeto de apoyo por la UE. El pasado noviembre tuvo lugar una reunión entre parlamentarios de distintos países de la UE para debatir cómo apoyar la lucha contra el cáncer a nivel regional y nacional. Conscientes del impacto negativo de la pandemia, los 4.000 millones de euros del Plan europeo contra el cáncer son una oportunidad para retomar con eficacia la investigacion y la asistencia sanitaria. De esta partida presupuestaria, 2.000 millones se destinarán a la investigación. Prevención, investigación y acceso siguen siendo los pilares del plan europeo, que se complementa con la Estrategia Farmacéutica para el impulso de un sector europeo competitivo y líder a nivel mundial.
- El impacto de la salud mental. La salud mental impacta directamente en la sociedad, en la economía y altera los planes de vida de las personas que padecen este tipo de patologías. La recuperación de las personas que sufren trastornos de salud mental impacta positivamente en el empleo, pero es preciso trabajar en su incorporación al mercado laboral. La pandemia no ha hecho más que aflorar un problema en el que ya trabajan con planes concretos las CC.AA. y el ministerio, adaptados a las necesidades cada vez más acuciantes que identifican los especialistas en psiquiatría y las familias de afectados. El Consejo de ministros dio luz verde el pasado diciembre a la Estrategia de Salud mental que deberá desarrollarse en este año y venideros.
- Las especialidades de urgencias y enfermedades infecciosas serán aprobadas. Si no lo fueran, sería una torpeza e injusticia de tal magnitud que dejaría marcado el año 2022 en términos de logros sanitarios. Entraríamos en la presidencia española de julio de 2023 siendo el único país de la UE sin estas especialidades. El RD de especialidades que la ministra ha anunciado para el primer trimestre de 2022 debería ser la llave que abra la puerta a las especializades más demandadas en estos momentos por las propias sociedades científicas para el caso de urgencias y emergencias. En el caso de la especialidad en enfermedades infecciosas, España destaca por ser el único país de la UE sin dicha especialidad.
- ¿Recuperará España posiciones en incorporación de la innovación? Es la única tendencia de 2022 que planteo con un interrogante, puesto que no es posible aventurarse mucho más. Desde el ministerio se hacen esfuerzos relevantes en tratar de ordenar, priorizar y seleccionar los tratamientos innovadores al mejor precio. Eso debe ser compatible con el acceso de los pacientes a dichos tratamientos. Los indicadores muestran que España se queda atrás con frecuencia, y es preciso que los programas y planes puestos en marcha (Valtermed, IPTs) y la propia negociación de la financiación sea ágil, coherente con los países de nuestro entorno económico y no sitúe a España en posiciones de retraso de la cola de Europa.
- Volverán los congresos científicos a medida que avance el año. La virtualidad es un recurso que ha permitido evitar viajes y no interrumpir la necesaria formación, investigación y Networking entre profesionales y especialistas que proporcionan los congresos científicos. La presencialidad se irá recuperando como signo de que convivimos con una nueva infección respiratoria, la COVID-19, con una estacionalidad aún incierta.
- Cambio climático. El sector salud ha llegado con fuerza a la imparable acción sobre el cambio climático. Es una prioridad de la Unión Europea, de la ONU (agenda 2030), del Gobierno de España, de las compañías farmacéuticas y de las sociedades científicas, enre otras. El abordaje del cambio climático se ha convertido ya en un compromiso de la sociedad en su conjunto, y el sector sanitario juega un papel relevante en su abordaje, que se consolidará en este año que empieza. La Convención Marco de la ONU sobre el cambio climático (COP26) pretendía proporcionar más voz a los profesionales sanitarios, dándoles más voz en la búsqueda de mayor ambición en los objetivos. El enfoque de la salud en el cambio climático resulta vital.
