La responsabilidad de los médicos y la estricta regulación, garantía de uso de los opioides en España

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La epidemia de adicción a opioides (semisintéticos y sintéticos) de Estados Unidos y Canadá ha sido ampliamente divulgada a través de los medios de comunicación de todo el mundo. Las imágenes mostradas parecen sacadas de una película de zombies, donde personas adictas quedan sumidas en un estado de ausencia mental y pérdida de las funciones motoras. El problema viene de atrás, y desde 1999 más de 600.000 personas en Estados Unidos y Canadá han muerto de sobredosis de opioides y se prevé que 1,2 millones de personas morirán hasta 2029, según The Lancet indicó en 2022. Aclara en un editorial dicha revista que la pandemia de COVID19 contribuyó a disparar la “epidemia” de sobredosis en Norteamérica, el 70% de esta atribuida a los opioides.

España no sufre esta crisis

Pero España no sufre esta crisis, debido a distintos factores como la regulación, el sistema sanitario y sus tratamientos, el sistema judicial, la prevención y la innovación, factores que afirma The Lancet deben ser abordados.

La presidenta de la SED (Sociedad Española del Dolor), Maria Madariaga, explica a GM que España limita la prescripción de estos medicamentos que deben contar con el aval de la prescripción. Y confirma que “nuestro sistema sanitario es mucho más eficaz, ya que consigue que no se prescriban más opioides de la cuenta”.

Carlos Goicoechea, vicepresidente de la SED, destaca que “el problema no es el fármaco, sino el uso”. Lo que es evidente es que el beneficio que proporciona, por ejemplo, el fentanilo usado correctamente es extraordinario.

Porque el dolor es una enfermedad en sí misma, que puede tener una causa o puede ser idiopático, debido a desequilibrios del SNC, nutritivos, alcoholismo, cáncer o accidentes cerebrovasculares, entre otras posibles causas que la fisiopatología va descubriendo.

“las Unidades de Dolor en los hospitales en españa facilitan un uso controlado de los opioides”

Recetas y control

La trazabilidad de las recetas y la limitación de la duración de las prescripciones contribuyen a prevenir la tolerancia de los pacientes con el tratamiento. Pero las Unidades de Dolor en los hospitales en España facilitan un uso controlado de los opioides. Es el especialista quien debe manejar las dosis y no escogerlas el paciente por su cuenta, evitando interrupciones bruscas que causen el síndrome de abstinencia. Pero también es preciso educar a los pacientes por parte de los médicos en los riesgos y el uso de estos medicamentos, afirman desde la SED.

La diferencia entre España y Estados Unidos está, por tanto, en el control y la regulación. Sin duda, potenciar la Unidades de Dolor y las acreditaciones de los especialistas en este campo, sería un camino para seguir ofreciendo garantías de uso correcto en beneficio del paciente. Además, es importante que se exija una formación específica, como menciona la SED de en las acreditaciones para ejercer la medicina en una Unidad de Dolor.

Acuerdo político

En abril del año pasado, el Grupo Socialista y el Grupo Popular en el Congreso aprobaron una PNL (proposición no de ley) con abrumadora mayoría. La comisión mixta para el Estudio de los problemas de las Adicciones contó con el apoyo de los principales partidos del Congreso en la pasada legislatura. La comision tenia como objetivo prevenir el consumo inadecuado de los hipnosedantes y optimizar el uso de medicamentos opioides.

La mejor manera de prevenir un problema es precisamente anticipándose, pero sin poner en riesgo el beneficio que el buen uso de estos medicamentros hace en las personas que sufren dolor, entre ellos el dolor oncológico. Es cierto que un incremento del consumo de estas sustancias se viene detectando por parte de la Aemps desde 2019, han alertado los especialistas. La solución es una atención especifica e integral.

Recoger las recomendaciones de la SED puede ser la clave para que España siga sin sufrir azotes de salud pública que afectan a otros sistemas sanitarios, como en Norteamérica.