La OMS alerta sobre el bajo nivel de preparación ante pandemias extremas

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En todos los ámbitos sanitarios y políticos, nacionales e internacionales, se reconoce que hemos aprendido, avanzado y explorado nuevas formas de luchar contra una pandemia como la de COVID19.  La pandemia, como han afirmado líderes desde el Parlamento Europeo (PE), ha provocado una transformación en Europa a favor de la salud en un tiempo récord.

Informes sobre la pandemia

Dos informes sobre la pandemia de COVID19 han aparecido en los últimos meses , primero del Parlamento Europeo el pasado septiembre y luego por parte del ministerio de sanidad a finales de año.

El informe europeo reunió a expertos de distintos ámbitos, incluyó 3.300 enmiendas, 350 transaccionales y fue aprobado por una amplia mayoría del PE. Europa se preocupaba especialmente de abordar cuatro pilares fundamentales: la salud, la coordinación entre derechos y libertades, el impacto socioeconómico y el papel de la UE en el mundo.

Derivados de estos aspectos mencionados, el informe analiza las cadenas de suministro globales, la producción de vacunas, el almacenamiento estratégico, la inversión en el sector farmacéutico o el enfoque One Health, entre otros asuntos.

Por su lado, el informe del ministerio de sanidad se presentó unos meses después, el pasado diciembre. En dicho informe, presentado por la ministra Mónica García, se destaca que una “nueva pandemia no sólo es posible sino que es probable”. De la misma forma, desde el ministerio de sanidad se recuerda la necesidad de la Agencia Estatal de Salud Pública, la misma cuya recomendación urgente se acordó en 2020 en el marco de la subcomisión para la reconstrucción y resiliencia del SNS.

Más allá del informe

El informe sobre la “evaluación del desempeño del SNS español frente a la pandemia de COVID-19” es un informe necesario que debe ser completado. Con un contenido descriptivo del entorno y los primeros meses de máxima tensión sanitaria y social, el informe menciona el liderazgo y cohesión que llevó a cabo el ministerio de sanidad, aspecto que merece más desarrollo y algo de autocrítica.

Para evaluar la actuación de los ministros Salvador Illa (2020) y Carolina Darias (2021 a marzo de 2023) es preciso preguntar a las CC.AA. que trabajaron con ellos, y a las sociedades científicas que se destacaron con sus especialistas y su capacidad de reacción en primera línea, puesta a prueba.

La tensión política dificulta realizar una crítica constructiva y es preciso ser menos complaciente con hechos constatados en relación a la falta de rapidez en la toma de decisiones. Los errores de cálculo y la supuesta coordinación ministerial llevaba a actuar de distinta manera a determinadas CC.AA. con propuestas que no contaban con la evaluación oportuna. Un ejemplo es la primera reacción del ministerio a disponer de test diagnósticos en las farmacias, como ofrecía la profesion farmacéutica y algunas CC.AA. La respuesta del ministerio fue que “es muy complicado”, como afirmó Fernando Simon, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

No estamos preparados

La OMS acaba de anunciar que no estamos preparados para una pandemia extrema como la vivida de COVID-19 en estos momentos. España ha aprendido mucho, sus profesionales, las CC.AA., el Gobierno…pero ¿estamos haciendo los deberes? ¿estamos realmente preparados? Ya no es sólo la creación de la Agencia Estatal con años de retraso, sino asegurarse de que tenemos los protocolos, las guías de actuación o, por qué no, una Ley de Pandemias. Tan sólo una CC.AA. aprobó una ley en 2020 para hacer acopio de material sanitario esencial, lo que muestra que la coordinación autonómica saltó por los aires.

Con un nuevo equipo ministerial en 2024 es preciso retomar los deberes dejados de lado por anteriores titulares de sanidad en relación a la preparación, la reserva estratégica y la capacidad de avanzar en asuntos atascados políticamente durante años.