El sello distintivo del Servicio de Aparato Digestivo del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHUP), según explica Juan Turnes, jefe del Servicio, es la implantación de estrategias de diagnóstico y la utilización intensiva de tecnologías de información e inteligencia artificial para automatizar todo lo posible el proceso y garantizar la trazabilidad de todas las iniciativas.
La labor de la Unidad de Hepatitis C ha sido reconocida con el Premio BiC homónimo. Patrocinado por Gilead, este premio ha supuesto, según explica Turnes, “un reconocimiento extraordinario y motivador para un equipo de profesionales completamente comprometidos con la curación de la hepatitis C”. Además de este galardón, el equipo ha conseguido la distinción 5 estrellas.
Desde Gilead aseguran que la investigación y formación en el área de las enfermedades hepáticas y el apoyo a la excelencia en el desarrollo de proyectos “es clave para mejorar el diagnóstico y tratamiento de este virus”.
“Es una gran noticia conocer que el Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra ha sido reconocido, siendo este premio un estímulo para seguir en esta línea de esfuerzo y dedicación”, explica la compañía.
“Siempre hemos tenido a la hepatitis C como prioridad, de hecho, es una de las líneas principales de nuestra Oficina de Proyectos e Investigación desde su creación en el año 2012. Este tercer premio pone el broche de oro a una década de investigación e innovación en la lucha contra esta enfermedad”, señala el jefe de servicio del CHUP.
“Este premio es un reconocimiento extraordinario y motivador“
Juan Turnes, jefe del Servicio de Aparato Digestivo.
El equipo cuenta con una unidad de hepatología con cinco hepatólogos y uno enfermera de práctica avanzada. Además, en el año 2012 desde el servicio se creó el Grupo de Investigación de Hepatología y Enfermedades Inflamatorias Intestinales, centrado desde sus inicios en las hepatitis virales y, especialmente, en la hepatitis C.
Mantener la calidad
En un contexto de “recuperación” de la normalización asistencial tras la fase más dura de la COVID-19, Turnes destaca dos objetivos alcanzados: la colaboración con el Ayuntamiento de Pontevedra para lograr que sea una ciudad libre de hepatitis C antes de 2024 y la participación en el desarrollo de la Estrategia de Eliminación de la Hepatitis C como Problema de Salud Pública en Galicia de la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia.
“Además, desde el inicio de la pandemia, apostamos por acercarnos más a la población desarrollando una estrategia de comunicación propia dirigida a informar sobre la hepatitis C, quién puede estar contagiado y qué debe hacer para curarse, así como contribuir a desestigmatizar la enfermedad”, explica Turnes.
Respecto a mantener la calidad en la asistencia, el jefe de digestivo señala que la clave está en “encontrar ese difícil equilibrio entre satisfacción/insatisfacción en lo que hacemos, que nos lleva a preguntarnos periódicamente cómo podemos mejorar lo que no está funcionando como esperábamos o cómo podemos mejorar lo que creemos que ya funciona”.
Durante el año 2021, el equipo modificó el proceso asistencial de diagnóstico y tratamiento de hepatitis C, manteniendo experiencias de éxito de años anteriores como la automatización de la evaluación no invasiva de la fibrosis hepática mediante índices analíticos indirectos en el momento del diagnóstico.
Planes de futuro
Los principales proyectos a corto plazo están alineados con la Estrategia de Eliminación de la Hepatitis C, que engloba acciones de micro y de macroeliminación.
“Desarrollar la iniciativa de Ciudades libres de hepatitis C con el Ayuntamiento de Pontevedra completa el círculo permitiendo acceder a personas en riesgo de padecer esta enfermedad a los que no podemos llegar desde el sistema de salud”, destaca Turnes.
Por último, el equipo tiene la ilusión de “alcanzar los objetivos de eliminación de la hepatitis C de la OMS en los próximos dos años, o incluso antes”, concluye.
