Los tumores digestivos son la primera causa de cáncer en España, con una estimación de 71.557 personas diagnosticadas en 2021. En concreto el cáncer colorrectal es el primero con mayor incidencia con un total de 43.581. Por detrás se sitúan el resto de los tumores digestivos (esófago, estómago, hígado, páncreas y vía biliar). Además, suponen la primera causa de mortalidad por cáncer, con 34.889 fallecimientos estimados en 2020.

A pesar de los grandes avances que se han hecho en este área oncológica, los expertos señalan dos necesidades todavía presentes. Según Alfredo Carrato, ex jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, una de ellas es que todos los pacientes puedan tener acceso al estudio molecular de sus tumores para que se puedan beneficiar, si lo hay, de algún fármaco o diana específica.

“Por desgracia, sólo sucede en los grades hospitales que cuentan con recursos propios y no hay un sistema nacional, como en Francia, con el que puedas enviar las muestras y que te hagan una secuenciación de los tumores”, indica Carrato.

Otro aspecto a mejorar, detalla el experto, es el tiempo de la autorización definitiva para la utilización de los medicamentos en los hospitales. Es decir, que existe una demora de un fármaco de hasta 2 años, en muchas ocasiones, aún habiendo demostrado una clara eficacia.

“Una vez que son aprobados por la Agencia Europea del Medicamento, tienen que pasar las cribas de los comités regionales, luego de las comisiones de farmacia de cada hospital…etcétera, etcétera. Y llevando, a veces, dos años de demora. Esto debería agilizarse por el bien de los pacientes. Sé que es un gasto farmacéutico, pero yo le llamo una inversión en salud, porque eso cura vidas“.

Responsabilidad del Ministerio de Sanidad

Existen trabajos recientes que refieren que una vida sedentaria, el sobrepeso, el consumo de bebidas alcohólicas, la ingesta de carnes procesadas, la esteatosis hepática y la baja ingesta de vegetales están correlacionados con el incremento en el cáncer colorrectal y, sobre todo, en menores de 50 años.

Tal y como explica Carrato, el sobrepeso, por ejemplo, nos hace estar en un estado de inflamación crónica, que atrae muchas citoquinas y células que promueven la cancerización de los órganos afectados por la inflamación.

Una situación agravada por la conocida ‘western diet‘, una dieta basada en hamburguesas, batidos, etc. que se ha visto asociada a un incremento de adenomas avanzados. 

“La gente toma bebidas azucaradas diciendo que está muy bueno, pero luego verán los pólipos que van a sacar en el colon, la diabetes, el páncreas…”, lamenta el experto.

Ante una población cada vez más obesa, Carrato añaden otro reto a la lista: la necesidad de que el Ministerio de Sanidad adquiera la responsabilidad de concienciar a la población sobre la importancia de llevar unos hábitos saludables. Entre ellos, el ejercicio físico.

El ejercicio físico previene el cáncer y ayuda a que, una vez diagnosticado el cáncer, los tratamientos tengan más eficacia. Está demostrado“, argumenta el experto a la vez que señala que esta es la información que debería hacer llegar a la población el Ministerio de Sanidad.

Por si no fuera poco, los pacientes obsesos responden peor a los tratamientos, según Enrique Aranda, jefe de Servicio de Oncología Médica Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y presidente del Grupo de Tratamiento de los Tumores Digestivos (TTD).

Enrique Aranda y Alfredo Carreto durante una rueda de prensa.

Por ello, ambos expertos coinciden en que, al igual que se hizo una dura campaña contra el tabaco, también debería hacerse otra, pero, esta vez, concienciando a la población de la importancia del ejercicio físico, de una buena alimentación y de la adherencia al cribado.

En esta misma línea, Aranda reclama la presencia de preparadores físicos y fisioterapeutas en cada hospital de España para mejorar esta situación, como hacen en otros países.

Un perfil cada vez más joven

Para avanzar en el abordaje de esta enfermedad, el Grupo de TTD, formado por los principales referentes de estas patologías de España, celebra el 29 Simposio Internacional TTD Avances en el Tratamiento de Tumores Digestivos. En él participan más de 500 expertos nacionales e internacionales y cuenta con los ponentes más relevantes nacionales e internacionales de cada patología.  

Uno de los temas que centra el Simposio es el paulatino aumento de la incidencia del cáncer  colorrectal en menores de 50 años. Estudios recientes de grandes Registros Europeos indican que las tasas de cáncer colorrectal se han incrementado significativamente en pacientes de 20 a 49 años durante los últimos 25 años, principalmente por un aumento del cáncer de colon distal y de recto. En particular, el incremento de las tasas de cáncer de recto ha sido de un 1,8 por ciento por año desde 1990 hasta 2016.

En base a los datos actuales, se estima que las tasas de incidencia de cáncer de colon y recto aumentarán en la próxima década en un 90 y 124 por ciento, respectivamente, entre personas de entre 20 y 34 años, y el 27 y el 46 por ciento, respectivamente, para los que tienen entre 35 y 49 años.

De esta forma para 2030, uno de cada diez cánceres de colon se diagnosticará en menores de 50 años, y 1 de cada 4 cánceres de recto

Enrique Aranda destaca que uno de los objetivos del Simposio Internacional es el de profundizar en el porqué de este aumento de la incidencia en el cáncer de colon precoz y abordar el perfil clínico y molecular del cáncer colorrectal en jóvenes, en una conferencia magistral impartida por Kimmie Ng.  

Se trata de un colectivo que, a pesar de ser más joven, requieren de un tratamiento más prolongado (se pasa de 3 a 6 meses) y, además, tienen un peor pronóstico. En otras palabras, la supervivencia a largo plazo es peor para este colectivo.

“Esto nos abre una puerta para ver cuáles son las causas, que parecen estar relacionadas con el componente intestinal y, a su vez, con los patrones dietéticos y patrones de vida. Hay que abundar más en el detalle para identificar las causas y corregirlas”, detalla Alfredo Carrato, miembro del comité organizador del congreso.

Como el cribado se basa en edades de entre 50 y más años, el cáncer colorrectal en menores de 50 años se suele diagnosticar en etapas avanzadas por baja sospecha clínica. Y en su abordaje terapéutico hay que tener en cuenta aspectos derivados de la salud emocional, sexual y fertilidad de estos pacientes, según los oncólogos de TTD.

Ante esto, los profesionales esperan que, al igual que ya se ha hecho en Norteamérica, se baje la edad de cribado hasta los 40 años.

De nuevo, en la casilla de salida

Durante este encuentro científico, uno de los más relevantes de Europa, acudirán ponentes clínicos e investigadores de renombre internacional, expertos en las diferentes patologías digestivas y presentará diferentes innovaciones, nuevos biomarcadores, nuevas indicaciones de inmunoterapia y de terapia personalizada y la utilización de la biopsia líquida como factor determinante en la elección del tratamiento, entre otras.

Sin duda, para los expertos, la inmunoterapia es la terapia de elección, tanto en primera, como en segunda y tercera línea. Un tema que ha puesto a los oncólogos en el casilla de salida, otra vez.

Nosotros habíamos trazado una línea con unos fármacos y, de repente, aparece otro régimen muchísimo mejor. Pero no hay experiencias en segundas líneas porque acaba de llegar. Y estamos en ese proceso”, señala Carrato.

En este momento, la inmunoterapia presenta otro nuevo reto a los oncólogos, puesto que no todos los pacientes son sensibles a ella, necesitan averiguar de qué manera pueden hacer que sí lo sean.

El reto que tenemos es ver de qué manera hacemos que esos pacientes sean sensibles a la inmunoterapia. Bien con combinaciones o bien con tratamiento humanizado. La mayoría se nos escapan”, expone Enrique Aranda.

Además de tratar el cáncer colorrectal, se abordarán nuevos enfoques de avances en el diagnóstico y tratamiento en otros tumores digestivos. Durante el Congreso “presentaremos  las principales innovaciones como la potencial manipulación de la microbiota y el desarrollo de la radiómica para el diagnóstico precoz y la evaluación temprana de la respuesta al tratamiento”, concluye el presidente del Grupo de TTD. 


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