Especial 31º Congreso Nacional Semergen/ Entrevista

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| domingo, 18 de octubre de 2009 h |

josé garcía

Madrid

Julio Zarco, presidente de Semergen, analiza para GACETA MÉDICA las novedades del congreso de Zaragoza, además de hacer una revisión de la situación del primer nivel asistencial.

Pregunta. Este congreso se plantea como un espacio de intercambio de experiencias entre los médicos de primaria, ¿cómo se plasmará esto en Zaragoza?

Respuesta. Un congreso que se precie de ser un marco de referencia de profesionales, en este caso de médicos de familia, no puede serlo si no tiene zonas de encuentro donde los profesionales de diferentes CC.AA. y con más o menos años de ejercicio intercambien experiencias y debatan sobre temas de interés, como la financiación sanitaria, si los protocolos de una patología son iguales en todas las regiones, si hay patologías con distintas características en función de la autonomía o si el abordaje y la prestación de servicios es igual o no. Estas zonas de meeting suelen estar muy concurridas y están dirigidas por un profesional de la organización.

P. Reivindican también la interlocución directa con las administraciones central y autonómicas. Ahora bien, ¿goza de buena de salud esa interlocución?

R. En general, la interlocución directa con las administraciones goza siempre de un pronóstico reservado. Las organizaciones echamos en falta que las administraciones se dirijan a nosotros para asesorarles en la forma de organizar y planificar los dispositivos sanitarios, cómo abordar una patología o los problemas sociodemográficos que existen en las distintas autonomías. Aunque siempre hay diálogo, detectamos que tanto las comunidades autónomas como el Ministerio de Sanidad recurren a las sociedades científicas cuando las cosas están gestadas. Se debería invertir este proceso, y los profesionales, como técnicos, deberíamos marcar los indicadores y estándares de los procesos que los políticos tienen que implementar.

P. ¿Y por qué el proceso se hace a la inversa?

R. Los políticos manejan tiempos y objetivos diferentes a los profesionales. El político está marcado por cuatro años y eso condiciona su planificación. El profesional no tiene más horizonte profesional que su vida laboral y nuestros objetivos no son electorales sino en materia de salud. Nos interesa ejercer bien nuestra profesión, con calidad, excelencia y dando el mejor servicio al ciudadano.

P. La formación será prioritaria en el congreso, con el proyecto DPC como piedra angular, ¿qué valoración se puede hacer de este proyecto tras un año de andadura?

R. Hoy por hoy, el proyecto DPC-AP, que vio la luz hace un año en el congreso de Valencia, es pionero en España. Ya son 1.200 médicos de todas las sociedades los que se han introducido de forma voluntaria y con coste cero. A un año vista, el proyecto, que está resultando todo un éxito, aporta una recertificación de las competencias clínicas y no clínicas del profesional, además de ser evaluativo para detectar áreas de mejora. Administraciones como Galicia, Madrid, La Rioja o Extremadura ya se han interesado por él, así como colegios de médicos, como el de Córdoba. Esta nueva fase que cerramos ahora implica la consolidación del proyecto. Además, por primera vez, un congreso médico es proveedor del DPC. Es decir, todo el tema formativo del congreso está estructurado en las áreas competenciales del DPC.

P. ¿Qué otras novedades destacaría del congreso?

R. Sin duda, la Fiesta de la Salud. El hecho de que por primera vez una sociedad científica celebre en paralelo sin interferencia absoluta un acto de prevención, promoción y educación para la salud con los ciudadanos en la misma ciudad del congreso es novedoso. Consiste en la vertebración de una serie de actividades en el lugar más emblemático, la plaza del Pilar, con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza para tratar que los ciudadanos se acerquen al médico de familia, lo conozcan de primera mano, y para que los propios profesionales, que durante la celebración del congreso están ayudando a la mejora de las competencias de sus compañeros, también hagan prevención, promoción y educación para la salud para tratar de conseguir un nivel alto de cultura de la salud, concepto que en España hay que tratar de desarrollar. Ésta es una primera acción, pero desde Semergen habrá acciones continuadas para que el ciudadano tenga una cultura de la salud adecuada. También destacaría que es el primer congreso médico con actividades acreditadas para los estudiantes de Medicina.

P. Durante el congreso se reflexionará sobre los objetivos y planteamientos de los congresos científicos médicos, ¿en qué dirección?

R. Semergen está haciendo una continua reflexión sobre si lo que hacemos es correcto o no, o si es práctico para cualquier médico de familia. Entendemos que los congresos deben cargarse de herramientas, como el DPC, que puedan hacer que el profesional entre en un nivel de competencia profesional lícito y deseable. Además, tenemos que hacer que los profesionales que tienen esa motivación se introduzcan en procesos que le sirvan en su día a día, con formación práctica, individualizada y a la carta. Todo ello nos lleva a reflexionar sobre el formato de congreso. Habría que dar una formación más práctica, on line, prolongada en el tiempo y que el congreso fuera el punto final para el intercambio de experiencias. En vez de charlas teóricas y magistrales, el congreso debe de ser algo más práctico, un lugar para compartir experiencias. El formato de congreso al uso tiene que variar y ese cambio ha empezado en Zaragoza con las áreas competenciales. En el futuro, habrá más mejoras.

P. ¿Cómo refleja el lema, Atención primaria, prioridad y compromiso, la situación del primer nivel asistencial?

R. Por parte del médico, hay una prioridad y compromiso con la AP. Somos fervientes convencidos de que una sociedad y un SNS que esté vertebrado en una AP sólida resuelve muchos más problemas, de forma más eficaz y eficiente y con una mayor calidad y satisfacción del ciudadano. Desde el punto de vista de la Administración, el tema va variando. Queremos que el político haga de la AP una prioridad y cambie la tendencia hacia el ‘hospitalocentrismo’.