euskadi/ Rafael Bengoa aboga por reconectar con los sanitarios y codirigir con ellos
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El consejero de Sanidad vasco reformará el sistema para enfocarlo a los crónicos
El paciente debe ser identificado y biomonitorizado para hacerle un seguimiento
mónica raspal
Madrid
“Habrá que ser más humildes y también más valientes para reconocer que el 80 por ciento de las grandes ideas no surgen en lo alto de la pirámide, sino en la misma base, donde están los profesionales”. Con esta premisa defendió el consejero de Sanidad vasco, Rafael Bengoa —durante una conferencia organizada por PricewaterhouseCoopers— la “profunda” reforma del sistema de salud que quiere acometer en Euskadi y que, en su opinión, se debería extrapolar al SNS, pues considera que éste debe reorientarse hacia una atención centrada en las enfermedades crónicas, una “auténtica epidemia” en el momento actual —suponen el 80 por ciento de las consultas de primaria y el 60 por ciento de los ingresos hospitalarios—, incompatible con un modelo enfocado en los agudos.
No sería la primera vez que Bengoa impulsa una reforma de gran calado, pues participó desde la Dirección de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria del Gobierno Vasco en la que estableció las bases de la actual Osakidetza y fue uno de los técnicos que elaboraron el informe Abril sobre la reforma del sistema sanitario español en 1990.
Para el consejero vasco ha llegado la hora de hacer algo diferente, de un cambio de segundo orden, más rupturista y con visión de futuro, algo especialmente complicado en un contexto de crisis económica, pero imprescindible para no quedar “atrapados en el presente”, lo que no significa otra cosa que “ir hacia atrás”. Así, Bengoa apostó por un nuevo modelo asistencial que permita el seguimiento de los pacientes, adaptado al perfil de cada uno de ellos y que les confiera más protagonismo en el control de su enfermedad. Para conseguir esto considera “básico” llevar a cabo una estratificación del riesgo que ya ha emprendido en su comunidad.
“Que el paciente no sólo aparezca, sino que sea identificado, tratado, dado de alta con un plan preventivo y biomonitorizado, es decir, que se mantenga en la pantalla de radar del sistema para poder conectar con él continuamente y hacer un seguimiento exhaustivo de su evolución. Ahora mis mo no estamos siendo proactivos”, explicó. El consejero vasco cree que avanzar hacia este modelo preventivo, ya que España ha invertido en sistemas de información, sería parte de la solución a la sostenibilidad del SNS, pues actuar sobre los que más lo necesitan, no sobre todos los ciudadanos, requiere de menos recursos y personal.
Mirar hacia los profesionales
Pero, ¿cómo avanzar hacia este cambio? Bengoa destaca como fundamental mirar hacia los profesionales y dar voz a los ciudadanos. “La gestión centralizada ha mejorado el sistema público pero tiene limitaciones como la pérdida de la innovación y la creatividad de los sanitarios que son quienes tienen el conocimiento y la experiencia. Debemos reconectar y codirigir con ellos”, aseveró.
En este nuevo modelo estructural, el nivel central ha de transformarse en una entidad menos gestora y más estratégica, que permita que los profesionales construyan desde abajo para que el sistema se apoye en ellos, creando capacidad de liderazgo local. Para el consejero, el actual sistema de dirección de arriba a abajo de la pirámide ha generado cierto nivel de conformismo en los sanitarios, por lo que se trata de invertir el proceso.
Bengoa insistió en que esta necesidad de cambio no es inesperada, pues basta con mirar a una sociedad que va a vivir hasta los 95 años con un 70 por ciento de enfermos crónicos —un cuarto de ellos con cuatro o cinco patologías de este tipo— pero también tiene claro que tardará años en producirse, pues no puede imponerse por decreto. “Hay herramientas y apoyo para crear un nuevo contexto pero primero tiene que calar esa nueva mentalidad en los profesionales y en los pacientes”, apuntó.