55º Congreso Nacional de Farmacia Hospitalaria

br

Se alega que su creación es necesaria para poner fin a la dispersión en la toma de decisiones de los servicios sanitarios de cada autonomía

El congreso centró su actividad en la innovación en tres grandes áreas: la terapéutica, la organizativa y en el desarrollo profesional

| 2010-10-22T17:03:00+02:00 h |

E. Sainz Corada

Madrid

“Es necesario elaborar un código común de criterios de evaluación para determinar la coste-efectividad de un medicamento, dada la dispersión de la toma de decisiones que suponen para España los servicios sanitarios de las diferentes comunidades autónomas”. Así lo afirmó José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), durante el acto inaugural del congreso de la especialidad que se celebró en Madrid.

Poveda hizo esta petición al secretario General de Sanidad, José Martínez Olmos, al que solicitó la creación de un comité de utilidad terapéutica a nivel nacional y ofreció “la colaboración de la SEFH para su puesta en marcha”.

Y es que la labor del farmacéutico de hospital ha encontrado en el concepto de utilidad terapéutica su gran campo de actuación en los últimos años. Las políticas de restricción del gasto sanitario han posicionado a estos profesionales como “auténticos gestores de recursos públicos que buscan la optimización de los elementos disponibles”, dijo el presidente de la SEFH.

La estructura descentralizada de prestación de servicios sanitarios en España ha hecho que cada autonomía establezca distintos sistemas de selección de medicamentos, que se caracterizan por su diversidad tanto en sus objetivos como en su metodología de trabajo. “De esta forma las carteras farmacoterapéuticas que podemos encontrar en los hospitales españoles difieren mucho de unas comunidades a otras”, dijo.

“En la práctica las CC.AA. actúan como un estado federal en la selección de medicamentos y esta descentralización es la principal variable que ha influido en la evolución y mejora de la calidad del Sistema Nacional de Salud en los últimos 25 años”, dijo a este respecto Olmos. No obstante, reconoció que esta fragmentación también plantea “un problema de equidad en el que hay que seguir trabajando”.

A pesar de ello, Teresa Requena, presidenta del Comité Científico del congreso, aclara que aunque “pueden existir diferencias de criterios de inclusión de medicamentos de hospitales y los procesos para gestionar el acceso pueden ser diferentes, el arsenal terapéutico es amplio y la cobertura terapéutica está asegurada”.

Triple gestión

Tres fueron las grandes áreas temáticas del congreso, que se centró en la innovación: la aplicada al desarrollo de la farmacoterapia, al desarrollo cualitativo de los profesionales y a la implantación de nuevos modelos organizativos en los sistemas de salud.

En este punto, Requena, que también es directora de investigación de la SEFH, afirmó que el objetivo más importante del encuentro es “deliberar si todas las novedades que se introducen en la organización, en el arsenal terapéutico y en el desarrollo profesional pueden mejorar los resultados más relevantes para los pacientes, para los profesionales y para la sociedad en general”.

Así, en opinión de Poveda, la verdadera innovación de los servicios de Farmacia hospitalaria se basa en el papel de triple gestor que desempeñan estos profesionales. “El farmacéutico de hospital es gestor de los medicamentos, un área que concentra cerca del 20 por ciento del gasto total del hospital. También es gestor de los procesos farmacoterapéuticos, con el fin de garantizar que los pacientes reciben los tratamientos adecuados, en el momento, en la dosis y en la forma adecuada, aumentando así la seguridad. Y finalmente, también desarrolla un papel como gestor clínico de la farmacoterapia, analizando los resultados de su actuación y desarrollando estrategias individualizadas para optimizar el tratamiento administrado a los pacientes”.

Por ello el presidente de la SEFH reivindicó un cambio normativo sobre la práctica asistencial de estos profesionales “que nos permita desarrollar nuestro trabajo en un marco legal adecuado a su actividad”. Así, puso como ejemplo la sustitución de tratamientos prescritos, las desincronías entre los fármacos indicados en el hospital y los de antes o después, o la modificación de las dosis “que no tiene traslación en términos legales”. “No queremos hacer prescripción pero sí indicación terapéutica”, aseveró.