Poder diagnosticar y tratar de forma remota la patología o dolencia de un astronauta que está a miles de kilómetros es el objetivo del proyecto ALISSE, iniciativa que ha llevado a cabo el Hospital Universitario La Paz de Madrid, y que lo mantiene a la vanguardia de la innovación sanitaria. ALISSE, ha permitido desde su inicio el etiquetado de más de 50.000 imágenes de los más de 70.000 estudios ecográficos que se hacen en el hospital cada año. Además, en un futuro, esta tecnología podría aplicarse en la Atención Primaria para mejorar y agilizar la asistencia a los pacientes.

La consolidación de este proyecto, que arrancó hace dos años y medio, se ha presentado durante la III Jornada Healthtech Observer: la Inteligencia Artificial aplicada al diagnóstico radiológico, celebrada en el hospital y cuya inauguración ha corrido a cargo de la consejera de Sanidad de Madrid, Fátima Matute. La consejera durante su discurso ha destacado que este proyecto “se trata de un desafío para la obtención médica de un ultrasonido de alta calidad diagnóstica, en el que La Paz ha desempeñado una labor fundamental con su trabajo”. De hecho, el papel de los investigadores de la Sección de Radiología de Urgencias de la Paz, ha sido clave en el proyecto, ya que ellos han llevado a cabo la sistematización y etiquetado de las pruebas para que la IA aprenda y diferencie las distintas patologías en dos órganos diana, el riñón y la vejiga. En el proyecto han participado además la Agencia Espacial Europea (ESA), investigadores del Grupo Física Nuclear de la Universidad Complutense de Madrid y la multinacional GMV.

La consejera ha destacado durante su comparecencia, la importancia de aplicar la IA a la sanidad, pero solo “porque detrás de la inteligencia artificial, hay inteligencia natural, la que de los profesionales que nos dicen como debemos usar esa tecnología”. Pero, ha dicho la consejera, “la IA no hay que tomársela como una amenaza, de que vayan a desaparecer puestos o algo así, hay que tratarla como un reto que hará más eficiente nuestro trabajo”, ha dicho.

El proyecto ALISSE

Por lo pronto el proyecto ALISSE podría en el caso del estudio de cálculos renales ayudar a un astronauta a colocarse la sonda de manera adecuada para constatar, en tiempo real, si la imagen tomada por el equipo de ultrasonidos se corresponde con el diagnóstico. La IA en este caso ayudaría a comparar esas imágenes tomadas por el astronauta dentro de su propio cuerpo con las ya preexistentes y analizarlas.

El siguiente paso sería que personal médico en remoto desde la Tierra pudiera recibir esas imágenes y guiar a los astronautas con pasos sencillos a seguir pautas que pudieran ayudarles y evitar así el progreso de la enfermedad.

En este punto, Arnau Runge, ingeniero médico de la ESA, ha destacado que “el espacio es un gran lugar para estudiar la salud humana y con este procedimiento se podría hacer una exploración medica en las mejores condiciones, ya que al usar ultrasonidos se evitarían problemas como la ionización o el gasto excesivo de energía”. Además, ha dicho, “ los ultrasonidos no son invasivos, acceden a todas las áreas anatómicas y se pueden usar mediante equipos compactos y operativamente independientes”.

Por su parte, y en cuanto a la parte del proyecto elaborada por este servicio del hospital, la jefa de Sección Radiología de Urgencias de La Paz, Milagros Martí de Gracia ha destacado en su intervención que “hay que tener en cuenta que el espacio es un entorno hostil que provoca cambios fisiológicos masivos, pero traer a casa a un astronauta enfermo es del todo inviable, por eso estos avances son importantes, porque cada vez tienen allá arriba más recursos para auto tratarse y auto diagnosticarse, gracias a la IA”.

La IA en la AP

El proyecto pionero en el mundo, ha puesto en valor la importancia que la IA tiene en la salud y en la sanidad, porque además como ha destacado el gerente del Hospital La Paz, Rafael Pérez-Santamarina, “este recurso tecnológico abre un campo de aplicación en otros escenarios y circunstancias. E incentivará a otros hospitales a que asuman y pongan en marcha otras medidas de vanguardia como hacemos nosotros en La Paz”.

En la misma línea, la consejera Fátima Matute ha destacado tras el acto, ante varios medios de comunicación que es “viable que esta tecnología pueda usarse en AP, en zonas de difícil cobertura e incluso en zonas de selva, pero siempre con profesionales formados detrás, porque como ya he dicho, la inteligencia artificial tiene que tener detrás una base de inteligencia natural, porque no viene a sustituir a las batas blancas, sino a ayudarnos a trabajar más eficazmente para dar al paciente mejores diagnósticos y tratamientos”.


También te puede interesar…