La ONG Solidaridad Enfermera crece en número de voluntarios un 27 por ciento en 2023 respecto al año anterior y cuenta ya con más de 20 acuerdos de colaboración con entidades locales en el ámbito nacional, con proyectos dirigidos a población migrante, ancianos en situación de soledad no deseada, mujeres, adolescentes y niños vulnerables y barrios y zonas de escasos recursos. Todo, para “dar soporte a iniciativas solidarias enfermeras y canalizar su compromiso social”, explica la enfermera responsable de la ONG, Isabel Abero.

Solidaridad Enfermera ha participado este martes en el webinar ‘Compromiso social más allá de lo asistencial’, organizado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (Isfos) del Consejo General de Enfermería con motivo del Día Internacional del Voluntariado, que se celebra cada 5 de diciembre. Durante el seminario, expertos en la materia han analizado la situación actual y han destacado el papel del voluntariado enfermero en la mejora de la salud de los colectivos vulnerables.

En España, según los últimos datos del Informe AROPE, más de 12 millones de personas están en riesgo de pobreza o exclusión social, y se estima que 4,2 millones viven en pobreza extrema. Al respecto, la directora de ISFOS, Pilar Fernández, ha precisado que “todavía la ayuda de las administraciones resulta insuficiente y la labor de las enfermeras voluntarias es aún más importante en el día a día de estas personas”.

La ONG Solidaridad Enfermera se ha sumado al plan de acción marcado por la Agenda 2030, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este caso, la red ha centrado sus acciones especialmente en el bienestar de las personas, “teniendo en cuenta los determinantes sociales y los recursos sociosanitarios del entorno, priorizando actualmente el ámbito nacional”, según han destacado desde el CGE.

Compromiso social

En este contexto, las enfermeras y enfermeros tienen un “enorme potencial como agentes de cambio y trasformación social”, así como un papel fundamental en la mejora de salud y de la calidad de vida de los colectivos más vulnerables, en opinión de la responsable de la ONG: “La profesión enfermera cuenta con un enfoque global de salud, con conocimientos y herramientas propios que sirven para identificar las necesidades sociosanitarias del entorno y diseñar acciones que contribuyan a mejorar la situación de vulnerabilidad a la que se enfrentan muchas personas a lo largo de su vida”.

Inmaculada Martínez, Manuel Trabado y Natalia Rodríguez; y Isabel Abero, Pilar Fernández y David Ruipérez.

Por su parte, Natalia Rodríguez, presidenta del Colegio de Enfermería de Santa Cruz de Tenerife y delegada de Solidaridad Enfermera Tenerife, ha subrayado el “importante capital humano y compromiso social” de la profesión para con las personas más vulnerables. “Hay que tener tiempo, pero también compromiso, porque esto va más allá de la función asistencial, el sentir que su acción puede hacer cambiar algo y tener ganas de formar parte de ese cambio”, ha destacado.

En esa línea, Inmaculada Martínez, vicepresidenta del Colegio de Enfermería de Almería, ha defendido que el colectivo tiene que “ser sensible” porque, entre aspectos, “explorar otros cambios aparte de lo asistencial también nos aporta muchos beneficios”. Mientras que Manuel Trabado, delegado de Solidaridad Enfermera Granada, ha señalado que para ser enfermera voluntaria “tiene que nacer de dentro”. En la ONG enfermera, según ha mencionado, “todos los voluntarios son maestros en la materia y hay que dejar que ellos manifiesten sus potencialidades”.


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