La cumbre enfermera cierra con importantes acuerdos que definen la hoja de ruta de la profesión para los próximos años en el terreno político, legislativo y competencial. El trabajo entre el Consejo General de Enfermería (CGE), Consejos Autonómicos y las Presidencias y Juntas de Gobierno de los Colegios Oficiales de Enfermería ha definido las líneas que marcarán el desarrollo profesional de los 330.000 profesionales de enfermería de nuestro país. Todo con el objetivo de que puedan dar respuesta a las necesidades de un sistema sanitario amenazado por el envejecimiento y la cronicidad.
La reunión ha centrado el debate en temas de actualidad como la recién estrenada prescripción enfermera, las especialidades de enfermería y las nuevas herramientas tecnológicas que el CGE pone al servicio de los colegios provinciales.
De acuerdo con Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “esta cumbre ha permitido poner en común la situación dispar de los distintos territorios y unificar los criterios para que las enfermeras alcancen su máximo desarrollo profesional. Es fundamental consolidar normativas que hemos sacado adelante en los últimos años, como la prescripción de medicamentos y productos sanitarios, y desbloquear o modificar el modelo de especialización. Los máximos representantes de los colegios de enfermería y nuestra propia Comisión Ejecutiva hemos desarrollado un trabajo conjunto para que la enfermería española siga siendo una referencia global”.
Prescripción enfermera
Uno de los puntos fundamentales del consenso alcanzado se ciñe a la prescripción. La agenda para el próximo ejercicio pasa por organizar reuniones con todos los grupos parlamentarios y solicitar la modificación urgente de dos leyes: la Ley del Medicamento y la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS). Con el fin de que reconozcan la capacidad prescriptora autónoma de las enfermeras y enfermeros de nuestro país. De forma paralela, siguen aprobándose guías que marcan los medicamentos sujetos a prescripción médica que pueden indicar las enfermeras. También se ha acordado trasladar información a la sociedad sobre este cambio en el sistema sanitario y formar a las enfermeras para que conozcan con precisión sus nuevas competencias.
Asimismo, se ha puesto de relevancia los problemas de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, cuya Sanidad depende todavía del Ministerio de Sanidad a través del Ingesa, y sin un panorama claro en el desarrollo de la prescripción.
Las especialidades enfermeras han sido analizadas en otro de los grupos de trabajo. Su grado de implantación es muy desigual en las distintas comunidades autónomas y se debate la creación o no de nuevas especialidades. Junto con diplomas de acreditación y acreditación avanzada para cubrir otros ámbitos que en estos momentos no están contemplados dentro de especialidad.
Academia Nacional de Enfermería
Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta I del CGE, ha detallado los pasos que se han dado para que la nueva Academia Nacional de Enfermería de España sea una realidad pronto. Esta iniciativa se encuentra actualmente en fase de tramitación ministerial, por lo que se espera que sea una realidad en 2024. “Esta Academia concentrará todo el saber y toda la sabiduría de la disciplina enfermera. Tenemos fines y proyectos específicos que parten de la investigación y el conocimiento científico y supondrá un servicio a la sociedad en general, por eso es tan importante”, añade Pérez Raya.
El presidente del CGE también se ha reunido con los representantes de las cuatro academias de enfermería que existen en nuestro país (Bizkaia, Galicia, Comunidad Valenciana y Extremadura) para analizar la situación actual de la profesión en España y los retos de futuro.
Finalmente, se han definido nuevas herramientas de coordinación para frenar el intrusismo profesional y desarrollos tecnológicos que agilizan el día a día de los colegios profesionales, como la ventanilla única o la plataforma eColegios.
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