Pilar Rodríguez Ledo ha tomado posesión del cargo de presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) durante un simbólico acto de la Asamblea General de Socios celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina de España.

La nueva Comisión Permanente de la Sociedad fue designada el pasado 16 de junio, dentro de la Asamblea General de Socios 2023 celebrada en el marco del XXIX Congreso Nacional de Medicina General y de Familia celebrado Granada. La candidatura presentada está liderada por Ledo junto a Higinio Flores en la Vicepresidencia 1ª, Irene Arnanz (Vicepresidencia 2ª), Asunción Gracia (Vicepresidencia 3ª), María Sanz (Secretaría).

La nueva presidenta de SEMG admitió que la medicina familiar y comunitaria se enfrenta a grandes desafíos y abogó por le reconocimiento, la valoración y la mejora de las condiciones laborales de la profesión.

Pregunta. ¿Cómo se desarrolló el acto?

Respuesta. Fue un acto bonito, estuvimos muy bien acompañados con representantes de Sanidad y de comunidades autónomas como el subdirector general de Cohesión y Alta Inspección del Ministerio de Sanidad, Juan Julián García Gómez, y el consejero de Sanidad de Galicia, Julio García Comesaña. Además, estuvimos apoyados por miembros y socios de SEMG, de grupos de trabajo y representantes autonómicos de la sociedad.

P. ¿Cómo afronta el cargo? ¿Cuáles son las líneas de trabajo en las que se va a enfocar como líder de SEMG?

R. El cargo lo afronto con ilusión, compromiso y responsabilidad. Queremos enfocarnos en una línea continuista pero también añadir avances relacionados con los nuevos tiempos. Nuestra idea es combinar experiencia con juventud y nuevas caras de la junta directiva. Una mezcla de veteranía y frescura.

Planteamos mantener una visión estratégica que busque una defensa firme tanto de la profesión como de la especialidad, la cual debemos fortalecer y promover. En un modelo como el español aspiramos a ser el pilar fundamental de Sistema Nacional de Salud. Queremos seguir fomentando la formación continuada y de calidad con una gestión rigurosa y relevante y en colaboración con todas las otras sociedades, organizaciones de salud, colectivos de pacientes y la administración. En definitiva, trabajar para la población

P. ¿Cree que su trayectoria como vicepresidenta durante estos últimos cuatro años le ha aportado experiencia para asumir el cargo?

R. Creo que te lo hace más fácil, en efecto, conozco lo suficiente el funcionamiento de la sociedad por el conocimiento previo que he adquirido. Estoy muy agradecida al anterior presidente, Antonio Fernández-Pro Ledesma por su colaboración y sus enseñanzas.

P. Durante el acto de toma de posesión de la presidencia de SEMG, comentó que había cada vez más envejecimiento en la población, y, por consiguiente, mayor cronicidad y multimorbilidad. ¿Cómo se puede hacer frente a estos problemas desde la consulta de AP? ¿Cómo puede el aumento de estos problemas afectar a nivel asistencial?

R. Desde luego es un cambio de paradigma que debemos afrontar. Durante la pandemia nos hemos orientado a procesos agudos y todo este tiempo el sistema y la atención primaria se han dirigido a dar respuesta a estos problemas. Lo que necesitamos ahora para enfrentar el envejecimiento, la cronicidad y la multimorbilidad es reorientarnos y dotar de recursos, tanto económicos como humanos, al sistema y a la AP. Esto es fundamental para hacer frente al aumento de estos problemas que hemos ido dejando atrás. Son una parte importante de nuestra salud y la morbilidad puede darse incluso en etapas muy tempranas de la vida.

«Si las nuevas tecnologías nos ayudan a homogeneizar la atención, quien saldrá reforzado es el paciente, que será tratado con mayor equidad»

Asimismo, debemos promover una buena educación para la salud, para conseguir que a los centros, hospitales y servicios de urgencias acudan los pacientes que lo necesitan en cada momento. Para eso es importante la coordinación, la organización y sobre todo la educación en salud. Las demandas de los ciudadanos tienen que ser atendidas lo mejor posible y para ello debemos intentar dar respuesta a cada necesidad desde los distintos niveles asistenciales, para ello debemos coordinarnos y colaborar con otras sociedades, asociaciones, pacientes y administraciones.

P. ¿Cómo se puede hacer frente a corto-medio plazo a los graves problemas de recursos humanos que sufre el primer nivel asistencial?

R. Con organización e imaginación. No hay que perder el tiempo en medidas que no aporten valor. Hemos realizado documentos de todo tipo, por lo que como dijo el consejero Julio García Comesaña durante mi toma de posesión “hay que implementar las propuestas”, por lo que en cada lugar debemos aportar valor (mediante una buena organización) para beneficiar al paciente. Queremos colaborar con los profesionales, apoyarles e invitarles a participar de esta nueva organización porque no hay nada que lastre más que unos profesionales quemados, agotados para encontrar alternativas. Estamos aquí con ellos para que participen en la mejora de la profesión.

P. Además de los recursos humanos, existe una inequidad entre centros a la hora de disponer de recursos materiales, como pueden ser las pruebas diagnósticas. ¿Cómo pueden equipararse los centros y la CC.AA? ¿Se tiene que centrar la administración este punto?

R. Lo que debe marcar la disponibilidad de las pruebas diagnósticas o terapéuticas no es dónde es atendido el paciente, sino las necesidades del mismo. Debemos unificar y poner en marcha una cartera de servicios abierta y disponible para el paciente. Las administraciones tienen que coordinarse y organizarse a través del Consejo Interterritorial para tomar decisiones claras en relación a la cartera de servicios. Los profesionales, por nuestra parte, tenemos que ser conscientes de la limitación de los recursos, de que no son infinitos y que debemos usarlos de forma eficiente y aplicando el razonamiento crítico. A grandes rasgos: fomentar la equidad.

P. Sin contar los problemas en recursos, ¿ve salidas a la precariedad que sufren los profesionales de la atención primaria?

R. Salidas hay muchas y las hemos explicado con los distintos documentos que hemos elaborado, lo que no hay es tiempo para seguir demorando su implementación. Una idea por magnifica que sea, de nada sirve si no se implementa. No podemos perder el tiempo, hay que tomar decisiones encaminadas a mejorar la situación.

P. También es presidenta de la Red Española de Investigación en COVID Persistente (REiCOP). ¿Cómo está funcionando la app? ¿Sigue siendo la COVID-19 un problema? ¿Cómo abordan esta enfermedad?

R. La COVID-19 sigue siendo un problema aunque poco a poco se haya normalizado. Debemos estar atentos a los contagios que pasan desapercibidos y que evolucionan en COVID persistente, tomando medidas de una forma asistencial, eficiente y razonada.

«Hay que aumentar la plazas MIR, pero también hay que poner en valor la especialidad y realizar cambios»

La App funciona pero tiene que llevar implícito un seguimiento a cada uno de los pacientes en su entorno. Necesitamos que se mire al frente y se reconozca a los pacientes, como se hace con cualquier otra enfermedad. Este seguimiento tiene no tiene la intención de aplicar un tratamiento curativo, puesto que de momento la cura no existe, pero sí tenemos que enfocarnos en tratamientos dirigidos en controlar los síntomas para mejorar la vida de las personas además de centrarnos en la investigación para algún día llegar hasta la cura.

P. ¿Cree que en los últimos años y gracias a los avances tecnológicos ha mejorado la coordinación entre los diferentes ámbitos asistenciales?

R. Algunos avances han conseguido igualarnos y hacer que tengamos protocolos homogéneos. La tecnología es una herramienta al servicio del profesional para mejorar la asistencia. Si las nuevas tecnologías nos ayudan a homogeneizar la atención, quien saldrá reforzado es el paciente, que será tratado con mayor equidad.

P. ¿Qué conclusiones sacaron de su Congreso Nacional de Granada en el ámbito tecnológico? ¿Cree que las novedades que allí se mostraron pronto se implementarán en la consulta?

R. Siempre hay un tiempo, un lapsus, entre que la tecnología aparece y más adelante se implementa. La tecnología es una herramienta necesaria cuando dirige tanto a la asistencia como a la formación, y es en este ultimo punto donde quiero centrarme. En España se aprende desde el punto de vista teórico y conceptual y también en la práctica (atención al paciente, aprender trabajando y con desempeño). Sin embargo, la simulación hace que tengamos un entrenamiento previo cuando atendemos a los pacientes, lo que redunda en una mejor atención y en mayor seguridad para el paciente. También pasa con otras profesiones como la de piloto, tras muchas horas de simulación y vuelos sin pasajeros por seguridad, el aprendiz finalmente viaja con los mismos. En medicina se debe de apostarse porque esto sea igual, ya que nos importa, y mucho, la seguridad de quienes atendemos.

P. ¿Cuál es su opinión de medidas como la digitalización para disminuir la burocracia o el aumento de plazas MIR y de la financiación para AP, que han propuesto algunos partidos en sus programas durante la campaña electoral del 23-J?

R. Está bien que los políticos quieran llevar la AP en sus programas electorales, significa que se han dado cuenta, al fin, del problema que tenemos y la necesidad que hay de tomar medidas. Esperamos que esa atención no desaparezca tras el proceso electoral. A los profesionales no nos gusta que se acuerden de nosotros solo en estos momentos.

En cuanto a la disminución de la burocracia, es algo que venimos pidiendo hace años, ya que puede disminuirse con la digitalización y también con una buena definición de los roles y una buena organización. Todo lo que sea reducir la burocracia y dedicarse a hacer lo que aporta valor para la atención del paciente es uno de nuestros principales objetivos.

En cuanto a la falta de recursos humanos y económicos son algo que falta, y ambos van de la mano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que del presupuesto dirigido a sanidad, un 25 por ciento recaiga en el primer nivel asistencial. Nuestro país no lo cumple. Aumentar esa financiación es indispensable para poder realizar cambios. Sobre las plazas MIR, de nada sirve aumentarlas si no se tienen en cuenta otras medidas que pongan en valor la AP. El desprestigio de nuestra especialidad y el hecho de que haya tantas plazas libras radica en las condiciones laborales, no en la especialidad como tal. Es razonable que la gente joven decida irse a otras áreas en las que valoren una mejor conciliación familiar o la posibilidad de desarrollo en unas condiciones mejores. Hay que aumentar la plazas MIR, pero hay que poner en valor la especialidad y realizar cambios. Se trata de hacer atractivo el desempeño de la medicina de familiar, para quien tenga vocación en la parte más general de nuestra profesión pueda ejercer la medicina, en el sentido más puro, en el sentido más global de la palabra.


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