En España más de 11 millones de personas sufren enfermedades reumáticas de las cuales más de 100.000 padecen lupus eritematoso sistémico (LES). Según el estudio EPISER, la prevalencia del LES en España asciende a 210 casos por 100.000 habitantes y su incidencia se sitúa en 9 casos por cada 10.000 habitantes. Siendo la mujer joven el perfil del paciente más habitual.

El lupus es una enfermedad crónica en la que el sistema inmunitario del paciente ataca a diferentes órganos y tejidos provocando daño e inflamación. Además, es muy heterogénea, ya que los síntomas varían mucho de un paciente a otro. No obstante, la afectación de esta enfermedad puede llegar a dañar órganos vitales como pulmones, corazón, riñones u otras partes como la piel o las articulaciones. De hecho, se estima que el 90 por ciento de los pacientes con LES experimentan inflamación y dolor en las articulaciones. Del mismo modo, los pacientes pueden padecer síntomas de carácter más general como la pérdida de peso, el cansancio o la fiebre prolongada.

Diagnóstico precoz

Por ello, el diagnóstico precoz juega un papel esencial dado que mejora la calidad de vida drásticamente. Antonio Egües, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Donostia-San Sebastián destaca la importancia de lograr un diagnóstico precoz, ya que al tratarse de una enfermedad autoinmune sistémica, se evitarían complicaciones que pueden llegar a ser irreversibles, como manifestaciones muscoesqueléticas permanentes o afectación renal (nefritis lúpica), entre otras. “Es importante recordar que el lupus es un trastorno heterogéneo. Para ello es imprescindible la derivación precoz desde Atención Primaria y otros especialistas clínicos a Reumatología” y además recalca la importancia de la educación en salud para que la población conozca esta patología.

Sagrario Bustabad, presidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER)

Por su parte, José María Pego, portavoz de la SER y reumatólogo en el Hospital Universitario de Vigo se muestra optimista con la situación actual de la enfermedad, puesto que se ha mejorado mucho en términos de diagnóstico más temprano y manejo multidisciplinar, “con el reumatólogo cómo núcleo coordinador de la atención”. Asimismo, apunta que en la actualidad el arsenal terapéutico ha ampliado notablemente con nuevos tratamientos y nuevas indicaciones de fármacos ya conocidos (belimumab en nefritis lúpica). No obstante, señala que “aún es necesario contar con más terapias que nos permitan tratar mejor a los pacientes”.

Tratamientos

En este sentido, Pego subraya que todo paciente debe recibir antipalúdicos (normalmente hidroxicloroquina) desde el momento del diagnóstico. Además, apunta que con frecuencia, se administran dosis bajas de glucocorticoides (no más de 5mg de prednisona al día). En el caso de que la enfermedad se presente con manifestaciones en las articulaciones o la piel el especialista señala que las terapias más habituales son los inmunosupresores como el metotrexate o micofenolato de mofetilo, o ciclofosfamida y voclosporina en caso de afectación renal. Por otro lado, destaca los tratamientos biológicos como belimumab y anifrolumab.

Al ser una enfermedad tan heterogénea la multidisciplinariedad es esencial en el manejo de los pacientes, donde el reumatólogo se debe de erigir como el coordinador de los recursos que participan en la atención de los pacientes con lupus, para su optimización y para acercar el cuidado de estas pacientes a la excelencia. Además, esta transversalidad es clave en la investigación terapéutica.

En este sentido, Pego destaca que este campo se encuentra en un momento muy bueno con un número creciente de ensayos clínicos en fase 2 y 3 que estudian moléculas que actúan sobre nuevas dianas, más allá del linfocito B o del interferón. Además, esto pone sobre la mesa los retos que debe de afrontar la especialidad. El especialista enfatiza en dos retos a los que considera determinantes. “A corto y medio plazo, ser capaces de establecer estrategias asistenciales con la participación de las especialidades implicadas y enfermerías que optimicen el manejo de nuestras pacientes con lupus acercándolo a la excelencia”. No obstante, señala como el principal reto para la especialidad es la llegada al mercado de nuevos fármacos eficaces para tratar a nuestras pacientes de la mejor manera posible.


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