Las cifras del cáncer de 2024 en España siguen mostrando una importante prevalencia de esta enfermedad. Según los últimos datos del informe ‘Las Cifras del Cáncer en España’, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), este año se estima que se alcanzarán los 286.664 casos. Estos datos conviertan al cáncer en una de las principales causas de morbi-mortalidad en nuestro país. En este sentido, los avances en genómica y proteómica han mostrado que moléculas como el ADN, ARN y proteínas pueden ser biomarcadores esenciales para el diagnóstico temprano de diversos tumores.

Durante la mesa “Explorando nuevos horizontes: genética y biomarcadores en el diagnostico del cáncer”, celebrada en la VI Cumbre Española contra el Cáncer del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), se ha reflexionado sobre la creciente relevancia de las pruebas genéticas y biomarcadores para diagnosticar esta enfermedad, así como las cuestiones éticas, sociales y de implementación asociadas.

Álvaro Hidalgo Vega, director del Grupo de Investigación en Economía de la Salud y Gestión Sanitaria de la UCLM y presidente de la Fundación Weber; Santiago Ramón y Cajal Agüeras, presidente de la Sociedad Española de Anatomía Patológica (SEAP); Pedro Pérez Segura, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos; Óscar Prieto Martínez, presidente de la Asociación Española de Afectados por Tumores Cerebrales (ASATE) y Martín Sellés Fort, miembro del comité asesor del Gepac; han sido los participantes en este debate.

En este sentido, Álvaro Hidalgo Vega ha indicado que para la implementación de estas pruebas “se debe tener en consideración en la parte económica, tanto la interpretación como el acceso al mercado, datos para los que anteriormente no existían procedimientos analizables. Existen variaciones específicas en la propia financiación de las comunidades autónomas e, incluso, en nuestros hospitales y en distintos biomarcadores. Es decir, se trata de una situación general con problemas de equidad muy importantes”.

Estudio molecular

Participantes de la mesa “Explorando nuevos horizontes: genética y biomarcadores en el diagnostico del cáncer”.

Por su parte, Santiago Ramón y Cajal Agüeras ha señalado que uno de los objetivos de esta medicina de precisión es el diagnóstico temprano. “Este tipo de medicina tiene varios pilares, uno de ellos es el diagnóstico correcto de tipo tumor de las variantes, de la región molecular y de todas las relaciones pronósticas que pueden haber detrás de cada tumor porque cada uno es diferente en cada paciente. Por eso tenemos que personalizar y realizar muchos estudios”. Tras esto, también apunta a que el tratamiento de cada paciente depende “100 por cien” en el diagnóstico fisiopatológico y molecular.

“La importancia de este tipo de pruebas se resume en una única frase ‘hoy en día no se puede tratar bien a un paciente sin un estudio molecular’“, ha añadido el jefe de Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos, Pedro Pérez Segura. “Hoy en día no se puede hablar simplemente de cáncer, porque de cada tipo de tumor tenemos muchos grupos moleculares. Los avances en investigación molecular han permitido que, paciente que hace unos años no vivían más de unos meses tras el diagnostico, hoy en día vivan hasta cinco años libres de enfermedad”, apunta.

Del mismo modo que se habla de tratamientos personalizados, Pérez Segura ha indicado que se debe hablar de prevención personalizada. “Por ejemplo, no todas las mujeres que tienen 50 años tienen que hacerse una mamografía cada dos años. Hay una serie de factores que implican que a lo mejor una mujer se tiene que hacer otras pruebas, o se las tiene que hacer con más o menos frecuencia”, ha apuntado el jefe de oncología del Clínico San Carlos.

Perspectiva del paciente

En cuanto a la forma en la que los pacientes asumen y recogen estos avances, Óscar Prieto Martínez, presidente de ASATE, ha indicado que “hacer un cálculo económico de cuanto cuesta invertir en salud creo que no aporta beneficios y la investigación genética se ha visto que aporta muchas posibilidades y esos resultados van a ser para todos. Los casos de cáncer en España están aumentando y para los pacientes todo lo que sea una opción siempre es bienvenido”.

Por su parte, Martín Sellés Fort, miembro del comité asesor del Gepac, ha aludido a que los pacientes deben interesarse por saber si en sus centros hospitalarios cuentan con pruebas moleculares y biomarcadores que les lleven a conseguir un diagnostico lo más “afinado posible”. En este sentido, ha señalado que “las organizaciones de pacientes tienen un protagonismo muy importante porque al final están integradas por pacientes, ellos tienen o han tenido cáncer o han convivido muy cerca de la enfermedad, por lo que entienden las necesidades reales que tienen. Las asociaciones podrían consensuar dos o tres preguntas que toda persona recién diagnosticada debería hacerle a su oncólogo. Por ejemplo, saber si existen biomarcadores que puedan ayudar a conocer mejor el pronóstico de la enfermedad”.


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