La variante Ómicron sigue siendo una de las principales dianas a las que se dirige la atención de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hasta la fecha, las averiguaciones que aglutinan desde la entidad valoran que B.1.1.529 tendría una mayor transmisibilidad; no obstante, también se apunta que, hasta la fecha, la sintomatología parece registrar una mayor levedad de la enfermedad de la COVID-19. Con todo, desde la entidad han avisado que ciertas características de Ómicron, «incluida su propagación global y una gran cantidad de mutaciones, sugieren que podría tener un impacto importante en el curso de la pandemia«, ha valorado Tedros Adhanom Ghebreyesus, máximo responsable de la OMS.
«Estamos comenzando a ver una imagen consistente de un rápido aumento en la transmisión, aunque por ahora la tasa exacta de aumento en relación con otras variantes sigue siendo difícil de cuantificar«, ha explicado. Asimismo, en Sudáfrica, el número de casos de la variante está aumentando rápidamente; aun así, esta se detectó cuando la transmisión de Delta era muy baja, por lo que tenía poca competencia.
«Por lo tanto, será importante monitorear cuidadosamente lo que sucede en todo el mundo para comprender si Ómicron puede superar a Delta«, ha valorado Ghebreyesus. Por esa razón, desde la OMS han pedido a todos los países que aumenten la vigilancia, las pruebas y la secuenciación. «Nuestros diagnósticos existentes funcionan, tanto PCR como pruebas rápidas basadas en antígenos», ha añadido.
Por otro lado, quiso apreciar que los datos emergentes de Sudáfrica «sugieren un mayor riesgo de reinfección con Ómicron, pero se necesitan más datos para sacar conclusiones más firmes».
Más prevención y más vacunación
Tal y como ha recordado el mandatario de la OMS, «aunque todavía necesitamos respuestas a algunas preguntas cruciales, no estamos indefensos contra Ómicron o Delta«, en clara alusión a las vacunas disponibles frente a la COVID-19. «Los pasos que tomen los países hoy y en los próximos días y semanas determinarán cómo se desarrolla la variante. Si los países esperan hasta que sus hospitales comiencen a llenarse, ser demasiado tarde», ha avisado.
En este sentido, Ghebreyesus ha querido reincidir en usar todas las herramientas disponibles para frenar la expansión de esta y otras variantes. «Todos los gobiernos deberían reevaluar y revisar sus planes nacionales, basándose en la situación actual y sus capacidades nacionales; hay que acelerar la cobertura vacunal en las poblaciones de mayor riesgo; intensificar los esfuerzos para reducir la transmisión y mantenerla baja, con una combinación personalizada de medidas de salud pública; ampliar la vigilancia, las pruebas y la secuenciación, y compartir muestras con la comunidad internacional; y evitar prohibiciones de viaje ineficaces y discriminatorias», enumeró.
En última instancia, el responsable del organismo volvió a hacer una llamada a mantener la vigilancia personal frente al virus. «Todas las personas pueden reducir su riesgo manteniendo la distancia de seguridad, evitando las multitudes, usando mascarilla, lavándose las manos y reuniéndose afuera si es posible, o en un espacio bien ventilado», ha recordado.