Septiembre ha arrancado fuerte en el terreno científico. Con una agenda repleta de congresos presenciales que indican que la normalidad es un hecho. ESMO 2022 se volvió a celebrar de manera presencial en París. Un encuentro que como traslada el presidente de la Fundación ECO, Rafael López, las interacciones estuvieron a la orden del día. “Mucha juventud y oncólogos jóvenes, lo que da muestras del potencial que tiene la especialidad”, asegura.

Un cónclave que ha sido testigo de avances importantes y con grandes implicaciones futuras.

Que la biopsia líquida en la detección temprana del cáncer tiene un gran potencial era un hecho desde hace tiempo, pero ESMO 2022 ha puesto sobre la mesa datos y cifras que adelantan que será la tónica a seguir en los próximos años. Para ello, además de seguir analizando en estos datos aún preliminares hay que avanzar en el modelo organizativo. Los expertos lo tienen claro: son necesarios recursos para hacer frente a estos avances. “Más formación y financiación“, concreta López.  Así lo asegura también la presidenta de ESMO, Solange Peters, “si no tienes la infraestructura sanitaria, al fin y al cabo, estas herramientas no serán útiles”. El avance presentado en el encuentro puede llegar a revolucionar la práctica clínica. Se trata de un análisis de sangre que puede encontrar indicios de cáncer y anticipar la detección temprana en distintos tipos de tumor. En opción de Peters, “todo un hito en la historia de la medicina”.

El Congreso Europeo de Oncología ha vuelto a la presencialidad con importantes novedades

Del mismo modo, las buenas noticias también han llegado de la mano de la terapia celular en tumores sólidos. En concreto, con los linfocitos TIL en pacientes con melanoma. Por primera vez en un ensayo controlado y aleatorizado muestra una reducción del 50 % en la probabilidad de progresión de la enfermedad o de muerte a causa de la enfermedad, lo cual es un cambio absoluto en la práctica. Esta es la primera vez que un enfoque basado en TIL (linfocitos infiltrantes de tumores) se compara directamente con el tratamiento estándar, inmunoterapia.

Otro de los avances que se desprenden del encuentro europeo y que resalta Rafael López son varios estudios de inmunoterapia en primera línea antes de cirugía. Ensayos que muestran que el tratamiento neoadyuvante mejora los resultados de manera importante, lo que a juicio de López viene a poner de manifiesto que no siempre hay que operar en primera línea. ¿Podrían ser, de esta manera, los tratamientos sistémicos la primera opción de tratamiento?

El famoso cambio de paradigma está cerca, sin duda. Anticiparse y prepararse es una necesidad. ¿Y si cambiamos la normalidad y empezamos a innovar un modelo?

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