Uno de los temas protagonistas de la semana en la actualidad de la profesión médica es el relativo al reconocimiento de las especialidades pendientes. El 23 de enero, durante la clausura de la presentación del Catálogo Común de Pruebas Genéticas en el Ministerio de Sanidad, Javier Padilla, secretario de Estado de esta área apuntaba a la Especialidad de Genética Humana como la ‘brújula’ que guiará la implementación de esta herramienta. Durante la primera Comisión de Sanidad de la legislatura celebrada en el Congreso de los Diputados, la responsable de la cartera sanitaria, Mónica García, iba un pasó más allá y comunicaba que entre las prioridades de ministerio se ubican la creación, además de la Genética Clínica, de las especialidades de Urgencias y Emergencias y Enfermedades Infecciosas.
Mónica García y Javier Padilla han comunicado esta semana la intención de incluir en la FSE la Genética, Urgencias e Infecciosas
Como explicaba Encarnación Guillén, presidenta de la Asociación Española de Genética Humana (AEGH) en una entrevista realizada recientemente en Gaceta Médica, la necesidad de acreditación de estos profesionales se remonta a décadas atrás. Ahora, con los avances logrados en los últimos años en áreas como la oncología o las enfermedades raras, contar con una Formación Sanitaria Especializada que garantice que los profesionales adquieran unos conocimientos adecuados en esta área, se hace más necesario que nunca. Guillén también participó en la presentación del Catálogo Común de Pruebas Genéticas, aprovechando esta ocasión para poner en valor la necesidad, ya no presente si no también futura, de que haya facultativos especializados para poder implementar esta herramienta en términos de calidad, seguridad y equidad.
Y es que, a pesar de que esté sobradamente justificada la creación de especialidades como la Genética Clínica, las Urgencias y Emergencias o las Enfermedades Infecciosas, hay hechos concretos que deberían servir como palanca para alcanzar esta meta. En el caso de los genetistas, los innumerables avances en este campo realizados en los últimos años precisan de especialistas formados y actualizados prácticamente al día. los urgenciólogos demandan que, dadas las especificidades de la asistencia en los servicios de urgencia, se necesita con premura una formación para estos profesionales que repercuta en una mejora de la atención a los pacientes. Y, en el caso de las enfermedades infecciosas, patologías como el VIH o la COVID-19 han marcado dos momentos históricos que ponen de manifiesto la urgencia de reconocer a estos especialistas. Los profesionales de estos ámbitos han reconocido al nuevo equipo ministerial sus buenas intenciones. Es momento de cumplirlas.
