El Alzheimer es un tipo de demencia que, junto a otras enfermedades neurodegenerativas de este tipo, afecta a alrededor de 900.000 personas en España. Estas patologías relacionadas con la edad son una de las causas principales de mortalidad, discapacidad y dependencia. En la enfermedad de Alzheimer hay dos proteínas fundamentales: la betamiloide y la proteína Tau fosforilada. Hoy en día, se sabe que un exceso de la proteína amiloide es el que provoca la aparición de la enfermedad y que, después de esta proteína, aparecen alteraciones en la Tau.

Existen múltiples teorías sobre la etiología de la enfermedad de Alzheimer (EA). Una hipótesis es que las infecciones pueden intervenir en el desarrollo de la EA y las demencias relacionadas con la enfermedad, ya que pueden aumentar la neuroinflamación, causando o exacerbando así la neurodegeneración, y posteriormente la demencia.

Las vacunas pueden reducir el riesgo de desarrollar infecciones o limitar su gravedad reduciendo la carga neuroinflamatoria de un individuo. Un reciente estudio del centro académico y de investigación científica UTHealth Houston asoció la administración de ciertas vacunas con un menor riesgo de enfermedad de Alzheimer en adultos mayores de 65 años. Se trata de la vacuna contra el tétanos y la difteria, con o sin tos ferina (Tdap/Td) herpes zoster (HZ), más conocido como culebrilla; y el neumococo.

Los nuevos hallazgos llegan poco más de un año después de que el equipo de Paul E. Schulz, profesor de neurología en la Escuela de Medicina McGovern de Houston y autor principal del estudio, publicara otro estudio en el que detallaba que las personas que habían recibido al menos una vacuna contra la gripe tenían un 40 por ciento menos de probabilidades que sus pares no vacunados de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

En el nuevo estudio descubrieron que las personas que recibieron la vacuna Tdap para el tétanos, la difteria y la tos ferina, así como aquellas a las que administraron la Td para la primera de esas dos enfermedades tenían un 30 por ciento menos de probabilidades que sus pares no vacunados de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (7,2 por ciento de los pacientes vacunados frente a 10,2 por ciento).

Con la vacuna Herpes Zóster encontraron una reducción del 25 por ciento en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, mientras que con la vacuna antineumocócica hubo una reducción asociada del 27 por ciento en el riesgo de desarrollar la enfermedad (7,92 por ciento de los pacientes vacunados frente al 10,9 por ciento de los pacientes no vacunados)

Nos preguntábamos si el hallazgo era específico de la vacuna contra la gripe. Estos datos revelaron que varias vacunas adicionales para adultos también se asociaron con una reducción en el riesgo de Alzheimer”, dijo Schulz. “Nosotros y otros planteamos la hipótesis de que el sistema inmunitario es responsable de causar la disfunción de las células cerebrales en la enfermedad de Alzheimer. Los hallazgos nos sugieren que la vacunación tiene un efecto más general en el sistema inmunitario, que reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer”.

Para este estudio, el equipo de investigación analizó a un grupo de pacientes con 65 o más años que estuvieron libres de demencia durante un periodo de dos años y llevaron a cabo un seguimiento de ocho años. Para ello, compararon a los que estaban vacunados con los no vacunados y superpusieron esa comparación entre los que desarrollaron la enfermedad de Alzheimer y los que no.


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