El Alzheimer es un tipo de demencia que, junto a otras enfermedades neurodegenerativas de este tipo, afecta a alrededor de 900.000 personas en España. Estas patologías relacionadas con la edad son una de las causas principales de mortalidad, discapacidad y dependencia. En la enfermedad de Alzheimer hay dos proteínas fundamentales: la betamiloide y la proteína Tau fosforilada. Hoy en día, se sabe que un exceso de la proteína amiloide es el que provoca la aparición de la enfermedad y que, después de esta proteína, aparecen alteraciones en la Tau.
Las neuronas colinérgicas que se originan en el cerebro basal anterior y en el septo mediano son responsables de la explosiva sinaptología colinérgica de la corteza cerebral y del hipocampo. Estas sinapsis son totalmente dependientes para su mantenimiento de la falta del factor de crecimiento nervioso (NGF).
Augusto Claudio Cuello y Sagarra, doctorado en Medicina y profesor de Farmacología y terapéutica en la Universidad McGill, expresó en la Sesión Científica Ordinaria de la Real Academia Nacional de Medicina Española (RANM) ‘¿Es el Factor de Crecimiento Nervioso de significancia en la patología de Alzheimer’s?’ que la desregulación del NGF está ligada a la aparición de los primeros síntomas cognitivos en la enfermedad de Alzheimer. En dicha sesión, Cuello y Sagarra recibió el título y la medalla de Académico Correspondiente Extranjero.
«El descubrimiento de que está desregulado el proceso metabólico de NGF significa que las células colinérgicas no tienen suficiente alimentación, por lo que se atrofian y se pierden. Con esto, comienzan los primeros síntomas de presencia cognitiva en Alzheimer», dijo Cuello y Sagarra.
El experto recalcó que cuando demostraron que la pérdida de acetilcolina en el cerebro en Alzheimer podría estar relacionada con el sostenimiento trófico del NGF, al tiempo se estableció el dogma de que no era el caso. «Esto se basó en que en el cerebro había una síntesis de NGF y una abundancia de la molécula precursora de NGF: el proNGF. Ello creó la paradoja de una aparente abundancia de NGF conjuntamente con una atrofia de las neuronas colinérgicas, las cuales son totalmente dependientes de la presencia de NGF», explicó.
Investigaciones clásicas modernizadas
A pesar de ello, los estudios precedentes seguían sin distinguir el precursor de NGF (proNGF) del NGF maduro (mNGF), por lo que para su grupo de trabajo había una pregunta que se mantenía: ¿Cómo es NGF producido y cómo se libera desde las neuronas?.
«Para investigarlo, lo que hicimos fue reproducir de forma modernizada las investigaciones clásicas del descubrimiento de acetilcolina de Otto Loewi. De esta forma, pudimos colocar ex vivo y trozo de corteza cerebral, los estimulamos con carbacol, glutamato y los deporizamos con cloruro de potasio», señaló Cuello y Sagarra.
Según el experto, ese aspecto les creó una circunstancia de no comprender cómo se convertía y actuaba el factor NFG que los llevó a dos años intensos de investigaciones. Tras ese periodo, en descubrieron un nuevo camino metabólico en el que se explica la liberación, maduración y degradación del NGF en el espacio extracelular del cerebro. «Con respecto a este camino nos surgió la pregunta de si la misma desregulación de NGF estaría presente en el síndrome de Down. La conclusión es que estos pacientes tienen la oportunidad de desarrollar Alzheimer por el hecho de que tienen una replicación del gen amiloide que produce el péptido beta que produce el amiloide», concluyó.